viernes, 2 de julio de 2021

TERCERA JORNADA: UNIVERSOS NARRATIVOS Y PALABRA DICHA

  UNIVERSOS NARRATIVOS Y PALABRA DICHA




Juan Piquero Rodríguez, profesor ayudante y doctor en el área de Filología Griega de la UNED, tituló su conferencia ‘De la oralidad a la escritura: el eterno viaje de Ulises’. La disertación se centró en Ulises, rey de Ítaca, como el primer narrador oral de la historia y que él mismo se convierte en parte del texto. En la literatura occidental es el primer caso en el que, a partir de un momento dado, el que cuenta es el protagonista de su propio relato.

 

“Lo que hizo Homero, si es que existió en realidad, creo que es recoger una tradición oral anterior para escribir la Ilíada y la Odisea”. En origen el mito griego se trasmite de forma oral Los primeros escritos son la Ilíada y la Odisea. “Homero es quiza el primer rapsoda del que tenemos noticia. Y relata historias que parten de conglomerados heredados.

 

Ulises se convierte en el contador de su propia historia, habla bien, algo que no es propio de los atributos de los héroes. Ulises es el protagonista de su propia historia en la Odisea, pero también es protagonista de infinidad de historias de otros.

 

“Ulises es un héroe de gran complejidad, a veces contradictorio, pero que sirve como fuente de modelos”, aseguró Juan Piquero.

 

Según explicó, el material mítico de la saga troyana se basa en varios mitos. En primer lugar, el rapto de Helena, que es el origen de la guerra de Troya. Una vez finalizada la guerra, comienza la vuelta de los héroes. Pero la más conocida de las historias, de los regresos, es el viaje de Ulises, que dura diez años.

 

“Ulises es un astuto mentiroso”. Ulises, frente al resto de héroes, es nieto de un ladrón, algo poco común ya que por lo general los protagonistas son de linaje ilustre. Ulises es un experto en el arte del engaño. No obstante, matizó que “en general son engaños que realiza pensando en la comunidad y no en él mismo”. Así, engaña a los troyanos con el conocido episodio del caballo; miente a Polifeno al que también engaña para posteriormente dejarle ciego. Ulises engaña constantemente. También citó como ejemplo el asesinato de Palamedes, en su opinión, un ejemplo de la cara más oscura del carácter de Ulises. Hay muchas variantes de este episodio, lo que demuestra su origen en la tradición oral.

 

Otro de los aspectos que definen a Ulises es que es un exiliado nostálgico. Ulises quiere volver a Ítaca. En este sentido, Ovidio, que sufrió un largo destierro, se compara con Ulises, aunque asegurando que sus circunstancias fueron peores.

 

“Ulises es considerado tanto en la antigüedad como posteriormente como un héroe poco héroe. Siempre tiene problemas”. En este sentido puso como ejemplo el hecho de que Calipso le ofreciese la inmortalidad y él la rechazase. “Es un héroe moderno en ese sentido, casi un antihéroe basándose en los cánones de la heroicidad antigua”.

 

Otro aspecto del personaje de Ulises destacado por Piquero fue el hecho de que se trata de un viajero. “Mientras que en la Odisea quiere volver a casa, en otros textos quiere viajar, le gusta, lo necesita, idea que se inicia con Dante y es la que triunfa” En este sentido citó como ejemplo el poema de Kavafis “Ithaca”, donde el viaje a Ítaca se convierte en el viaje de la vida. “Ulises pierde su esencia homérica para convertirse en un viajero. Ulises trasciende su propia naturaleza”.


Contarlo todo



Magdalena Labarga, narradora oral, dramaturga y directora teatral, dedicó su exposición a ‘Contarlo todo’, y precisamente comenzó diciendo que “se puede contar todo desde un cuento hasta un cuadro”. Habló sobre sus inicios en la narración cuando era muy joven, cuando viajaba en autobús desde Madrid a Galicia y cuando hablaba con unos amigos.

 

En principio, comenzó contando novelas por capítulos, “pero fue un fracaso deslumbrante”, dijo, y añadió que le falló la organización. Con posterioridad, añadió su cuerpo para contar.

 

Dijo que se inspira en imágenes muy variadas que le empujan a contar, “pero tengo que recorrer una distancia”. En cuanto al argumento, contar es organizar la realidad en torno a algo que impacta.  

 

“Nadie quiere ver cómo alguien se empeña en hacer algo cuando interactúa como público”, señaló antes de comentar que existen diferentes tipos de fracaso y que “el único que se lleva con orgullo es el económico”. A este respecto, habló de sus fracasos y de lo que aprendió de ellos.

 

La narradora explicó cuáles son las fuentes en las que se ha inspirado como ‘La balada del álamo Carolina’ de Adolfo Suárez, cuentos y poemas. “El lenguaje altera la trama”, afirmó. Y no es cuestión solo de palabras, también intervienen otros recursos como el cuerpo. “Sin embargo, esto no es hacer literatura”. Utilizaba hasta 20 autores para escribir sus historias y solicitaba la colaboración del público. “Con lo cual, la instalación era más hermosa al final que al inicio”.

 

Pasar de lo escrito a lo hablado cambia radicalmente el curso de la historia, indicó, porque intervienen el público, el sonido, el escenario, el cuerpo… “El que narra lleva la iniciativa, pero nunca lo hace todo”.

 

‘El último amor del príncipe Genghi’ de Margarite Yourcenar ha sido otra de sus inspiraciones. Por primera vez decidió sustituir las palabras por el cuerpo, concretamente por gestos. “La intención fue crear un lenguaje gestual extraño”.

 

Las palabras son la obsesión de quien escribe, pero no de quien cuenta porque debe apoyarse de los gestos y del cuerpo, afirmó. También explicó que para preparar las historias largas, pasea, “porque me doy cuenta de cuáles son mis fortalezas y mis lagunas”.

 

No tiene un único método para contar, “lo que tengo son recetas que me ayudan”, dijo la narradora que ha puesto en escena desde cuentos cortos a carta y obras musicales.

 

Concluyó diciendo que contar oralmente es un arte efímero como la música o el teatro. La relación con el público es imprescindible para el narrador. 



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