sábado, 30 de junio de 2018

Viaje al arte de la caridad


La guinda al curso de verano organizado por la UNED a través de su Centro Asociado de Guadalajara bajo el título ‘Caminos de ida y vuelta. El arte y los viajes’ la puso, como no podía ser de otro modo, un excepcional e inédito viaje para visitar la iglesia de San Antonio de los Alemanes y la Hermandad del Refugio para conocer de primera mano todo su patrimonio artístico y litúrgico.


El Hermano Mayor, Luis Catalán de Ocón y Navarrete, XXVIII Barón de Sangarrén cuyos territorios fueron los primeros de la Casa Mendoza en Aragón, por compra de Íñigo López de Mendoza, conde de Tendilla en 1457, actuó de anfitrión para acompañar al grupo durante toda la visita, que tuvo como punto de partida el templo construido entre 1624 y 1633 con un diseño del jesuita Pedro Sánchez. En su interior, los alumnos tuvieron la oportunidad de disfrutar de la decoración de sus paredes, su cúpula y sus adornos atendiendo a las explicaciones ofrecidas por el propio barón complementadas por la profesora Macarena Moralejo con la colaboración de otros ponentes del curso como Paula Revenga, Javier González y David García, que no quisieron perderse la visita y sumaron sus conocimientos en lo que pudo considerarse una magistral clase en un entorno único. De este modo, sobre el terreno analizaron las pinturas existentes en la iglesia y los artistas que trabajaron en ellas ofreciendo algunas particularidades difíciles de encontrar en los libros de texto. Acto seguido, el grupo pasó a la capilla en la que pudieron ver la reliquia, generalmente oculta a los ojos de los turistas.

La segunda parte de la expedición se realizó en las instalaciones de la Hermandad del Refugio fundada en 1615. Durante el recorrido, los presentes tuvieron la oportunidad de acceder al archivo que, tras cuatro siglos, permanece íntegro e intacto y en proceso de digitalización con financiación de la Comunidad de Madrid. La riqueza documental de este espacio es incalculable puesto que no sólo contiene estudios detallados sobre la pobreza en Madrid durante distintas épocas, sino que entre sus legajos se pueden encontrar valiosas partituras musicales, libros de contabilidad y un sinfín de registros de gran importancia para los investigadores. Y por supuesto, también concentra numerosa información documental sobre la construcción de la iglesia, de las ampliaciones del hospital, de la propia hermandad y de las obras de arte que contiene y contuvo.

A continuación, el grupo realizó un apacible recorrido por las estancias del edificio a lo largo del cual pudieron ver curiosidades como una de las cunas de madera donde eran depositados los niños que se dejaban en abandono, las ambulancias con la representación de la Inmaculada Concepción como símbolo identificativo en el frontal de la caja o las urnas donde eran depositadas las limosnas y ayudas, entre otros. Todos ellos elementos utilizados para llevar a cabo la inconmensurable labor caritativa que se extendía a toda la ciudad.
La visita culminó en la sala de juntas, la más importante de esta hospedería - hoy día convertida en centro educativo concertado – en cuyo atrio se encuentran los cuadros de sus fundadores, el reverendo Padre Bernardino de Antequera, acompañado de Pedro Lasso de la Vega y Juan Jerónimo Serra. Fue en este espacio donde la profesora Macarena Moralejo dio a conocer a los presentes algunos detalles y curiosidades acerca de su trabajo para la canonización del fundador de la Hermandad y que sirvió como colofón a un curso extraordinario.


viernes, 29 de junio de 2018

Caminos y rutas, elementos trascendentales en el arte viajero


Sustentada en su trabajo ‘El saber encaminado. Caminos y viajeros por tierras valencianas de la Edad Media y Moderna’, el catedrático de Historia del Arte, Luis Arciniega García iniciaba la última jornada del curso con una amena y distendida conferencia sobre la influencia de los caminos en el arte y cómo el arte está presente en esas rutas.
Para comenzar, Arciniega mostró su admiración a los viajeros porque “tienen la capacidad de trasladarnos una percepción de las obras con ingenuidad y cierta ignorancia” que contribuye a ofrecer nuevas miradas. Y a partir de aquí inició un recorrido histórico sobre el modo en el que los caminos eran representados desde sus orígenes como paisaje de fondo para después ir alcanzando un mayor protagonismo hasta convertirse en un género en sí mismo, adquiriendo incluso connotaciones de utilidad en las composiciones. De este modo, planteó un análisis de diversas obras indicando las múltiples significaciones desde La Huida de Egipto donde el camino es un espacio secundario hasta La Conversión de San Pablo donde aparece el Camino de Dámasco que actúa como un elemento topográfico concreto.
A partir de la tradición judeocristiana, el experto apuntó que el tema del camino adquirirá relevancia como sentido vital y se convertirá en algo consustancial de la representación, es decir, aparece la justificación del ser humano como viajero al abandonar su situación sedentaria tras ser expulsado del Paraíso en lo que supone su “transitar perpetuo”. Y para reforzar este argumento, señaló a modo de ejemplo que la palabra 'camino' se encuentra en los textos bíblicos un total de 555 veces, una cifra muy superior a otras palabras claves en esta tradición. En este sentido, destacó la importancia que adquiere este término como elemento alegórico y simbólico y fruto de ello fue su aparición en obras de arte e ilustraciones de publicaciones diversas.
Seguidamente su intervención fue avanzando hasta detenerse en el arte que los viajeros presentaban a través de sus experiencias registradas en diarios, guías y otras publicaciones más específicas. Arciniega señaló en este sentido que estos personajes no suelen ser ilustres o de alta formación y los motivos de sus viajes eran diversos, dejando constancia de los mismos. De este modo, a lo largo de su ponencia realizó un recorrido por la historia nombrando a los viajeros más trascendentales de cada tiempo al tiempo que ponía en relación las representaciones pictóricas y artísticas que fueron surgiendo a raíz de la transmisión de sus experiencias.
La última parte de la ponencia de este investigador madrileño se centró en la relevancia que adquirieron los libros de rutas con la aparición de la imprenta en la Edad Moderna, que permitió incluir grabados y dibujos que ayudaban en las ilustraciones de los viajes. De este modo, Arciniega apuntó que en esta época ganaron presencia aspectos relativos a la logística y la especialización de los contenidos que permitirán la segmentación del público, superando las limitaciones medievales.
Para culminar su intervención, Arciniega trasladó al auditorio un amplio abanico de las representaciones sobre los caminos que surgieron en nuestro país a través de obras como la de Ulloa Salcedo, la del valenciano Pedro Juan de Villuga o la de Bartolomé de Villalba y Estaña, doncel de Jérica, que bajo el título de ‘El pelegrino curioso y grandes de España’ es considerado el primer libro español de viajes.
Para dar un toque de humor a su ponencia, terminó con la célebre frase de Miguel de Cervantes: ‘No hay ningún viaje malo, excepto el que conduce a la horca’ junto con un merecido aplauso de los presentes.

El arte en el viaje como elemento globalizador

El colofón final al ciclo de conferencias del curso lo puso todo un académico de la Real Academia de Historia, Carlos Martínez Shaw, que desde el primer momento avaló la realización de este curso subrayando que “es una maravilla para cualquier persona con un interés humanista”.
Este reputado docente comenzó su ponencia con la introducción del término ‘Arte Global’ enmarcado dentro de la conceptualización de la globalización, que el profesor situó con la creación del primer sistema español de ultramar entre los años 1492 y 1522. Para Martínez Shaw el descubrimiento de América marcó el inicio de una nueva forma de tránsito en lo que supuso la aparición de un mundo nuevo con el que se va a conectar a través de nuevas rutas, siendo la primera de ellas La Carrera Indias de Sevilla a Veracruz. A partir de ese momento, las incursiones hacía el Indico e Indonesia de Vasco de Gama y las llevadas a cabo por Núñez de Balboa, atravesando el istmo de Panamá permitirían conocer nuevas vías marítimas hasta que la expedición de Magallanes consiguió dar la vuelta al globo terráqueo en lo que para Martínez Shaw supuso “el surgimiento de la primera historia universal”.
A partir de aquí, el historiador sevillano centro su exposición en la ruta conocida como del Galeón de Manila, realizada entre Acapulco y Filipinas, focalizada fundamentalmente en el comercio de la seda, pero que permitiría también la llegada de productos culturales y artísticos orientales que dejaron su influencia en el arte y la decoración hispanoamericana.
Estudioso del proceso de transmisión del arte occidental a las colonias, Martínez Shaw explicó cómo fue esa evolución que comenzó con la gran exportación de productos artísticos a los nuevos territorios recién descubiertos, principalmente pinturas y esculturas del barroco sevillano con ejemplos como el de Zurbarán, al que le encargaron 34 lienzos de una sola vez con destino a Lima (Perú). “Pintores como Zurbarán, Murillo o Juan de Valdés Leal fueron artistas que enviaron muchas obras al exterior. Este es el primer arte viajero de pura importación y por encargo”, señaló. En una segunda etapa, los pintores comenzaron a instalarse en las nuevas tierras colonizadas y, en este sentido, el docente ofreció una interesante lista de autores que cruzaron el Atlántico para desempeñar su actividad artística en el nuevo mundo, tal como Bernardo Bitti, Angelino Medoro, Mateo Pérez de Alesio, Simón Pereyns, Baltasar de Echave Orio o Sebastián de Arteaga, entre otros.



Para culminar esta parte de la ponencia, Martínez Shaw explicó cómo en una tercera fase los pintores criollos e indígenas iniciaron un proceso creativo a partir de los conocimientos adquiridos por los pintores occidentales viajeros y comenzaron a introducir sus propios estilos, tal como sucediera con Cristóbal de Villalpando o el artista peruano Diego Quispe Tito. Según explicó el docente, introdujeron especialidades iconográficas propias como por ejemplo las representaciones que se hicieron de la Trinidad con características muy particulares de su interpretación y que en muchas ocasiones eran de autores anónimos; junto con los ángeles arcabuceros, que a diferencia de las obras europeas donde utilizaban espadas y lanzas, éstos portaban armas de fuego; y las series de castas que representaban los distintos mestizajes y de consagración de las doncellas en los conventos junto con las series de personajes con atuendos típicos y frutas “que son sumamente originales”.
Para terminar con su exposición, Martínez Shaw extendió su explicación a diferentes aspectos de la ruta de unión entre Acapulco y Manila, dando a conocer, por ejemplo, cómo se hacía el pago de los productos llegados desde Oriente, mediante objetos ornamentales y monedas de plata acuñadas en México y Perú fundamentalmente. Asimismo, hizo un rápido repaso por los diferentes tipos de arte que fueron dejando su presencia tanto en América como en Occidente, tal como las figuras religiosas elaboradas en marfil, el conocido como arte namban o la chinoiserie, en lo que supuso la implantación de obras de arte con origen chino para consumo y uso occidental. Y dentro de este conglomerado, no pudo eludir hacer referencia al pecio de San Diego, cuyo descubrimiento ha desvelado buena parte de las incógnitas que existían sobre este tránsito, convirtiéndose “en una especie de metáfora de la primera globalización”.

jueves, 28 de junio de 2018

La influencia italiana en el arte de ida y vuelta


Comenzaba la segunda jornada del curso con una excelente conferencia en la que el historiador de arte Ángel Rodríguez Rebollo despertó la atención del auditorio con la puesta en escena de un viaje de ida y vuelta de la mano del artista Rómulo Cincinnato mediante la transposición de buena parte de las obras pictóricas alojadas en la corte real española y en las estancias de altas esferas eclesiásticas al palacio del Infantado de Guadalajara, donde dejó constancia de su trabajo a las órdenes del V Duque del Infantado.

Aunque la ponencia incluía en principio una visita al edificio más emblemático de Guadalajara que completase la explicación, finalmente fue imposible obtener los permisos para acceder al inmueble que lleva dos meses cerrado tras detectarse que parte de su estructura está afectada por la aluminosis. Sin embargo, Rodríguez consiguió que los asistentes al curso comprendieran perfectamente su exposición sustentada en una presentación con numerosas muestras documentales, algunas de ellas incluso inéditas, otorgando un valor añadido a su intervención.
Sobre el contenido, este especialista en coleccionismo regio puso sobre la mesa un recorrido que se inicia en Italia desde donde Cincinnato incorpora a su formación las influencias adquiridas durante su trabajo al servicio del cardenal Alessandro Farnese y que trasladó a España cuando acudió llamado por Gaspar Becerra para trabajar como pintor de la corte de Felipe II, llevando a cabo la decoración de los palacios reales. A través de numerosas muestras y evidencias, Rodríguez establece una relación concluyente de cómo el artista italiano trasladó a la decoración del palacio del Infantado los programas pictóricos de la realeza palaciega más restringidos, privados y menos accesibles, poniendo de manifiesto, además, mediante estas obras la gran influencia que tuvo el V Duque del Infantado sobre la corona. Así, por ejemplo, la decoración que tenía la Sala de Día del palacio del Infantado realizada por Cincinnato mantenía una extraordinaria similitud con la de la Sala de la Aurora del palacio de Caprarola realizada por Tadeo Zuccaro.
Y finalmente, Rodríguez establecido el camino de vuelta de Cincinnato a través de su hijo, Francesco de Romulo, y una vez fallecido ya su padre. Alcarreño de nacimiento, Francesco trabajó para el III duque de Alcalá, al que Felipe IV envió a la Santa Sede, incluyéndole en su séquito.

El influjo del linaje de los Mendoza
La mañana continuó con otra gran ponencia con esencia italiana impartida por la profesora de Historia del Arte, Esther Alegre, que acercó al curso otra figura clave para entender la historia de la introducción de la arquitectura renacentista en Guadalajara, el Gran Cardenal Mendoza, y la influencia que tuvieron sus dos hijos herederos, el marqués de Cenete y el Conde de Mélito. La historiadora relató cómo la familia de los Mendoza mantuvo su dominio político y territorial a través de una compleja estructura de linajes que le permitió extender sus posesiones hasta Valencia y tomar contacto con el comercio procedente de Roma. Y constató cómo buena parte de esa influencia ha podido manifestarse a través del uso que hicieron de la arquitectura palaciega como “un símbolo claro de los nuevos poderes nobiliarios que estaban controlando los resortes de poder de un territorio”.



La historiadora también abordó la descendencia del cardenal y cómo sus hijos fueron legitimados para heredar. También entró de lleno en la trayectoria que tuvieron sus dos vástagos hasta conseguir llegar a influir en los estados italianos, un hecho determinante para la introducción de las influencias italianas en España. Para ello, realizó un recorrido por los principales palacios que fueron construidos en la época, muchos de ellos como fruto de los intereses dinásticos contraídos en cada momento hasta alcanzar el linaje real a través de su unión con el Ducado de Medinaceli.
En definitiva, un grato recorrido sobre importancia de los Mendoza a través de la construcción de sus palacios y el influjo que adquirieron en la mirada de sus arquitectos hasta convertirse en los introductores del renacimiento en Castilla.

Embajadores de arte en la Santa Sede 
Por la tarde, la última conferencia del día supuso un viaje hasta la mismísima Santa Sede y las influencias tanto de ida como de vuelta que transmitieron los embajadores que durante el reinado de Felipe IV estuvieron presentes en Roma. Impartida por David García Cueto, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Granada, la ponencia deleitó a los alumnos al trazar un hilo conductor muy claro y concreto tanto en contenido como en tiempo.
El profesor García Cueto inició su exposición con una breve introducción sobre la importancia de Roma y su influencia entre las distintas realezas europeas, lo que determinó que muchas de ellas estableciesen embajadores en la capital italiana para reforzar los lazos tanto comerciales como de conveniencia. Seguidamente, profundizó en las características que solían reunir los embajadores, así como sobre las condiciones en las que accedían al cargo y cómo en España esa figura tuvo una mayor trascendencia durante el reinado de Felipe IV, ante los acontecimientos internos que se estaban sucediendo en el país, tal como la independencia de Portugal.


A partir de aquí, García Cueto abordó la importancia que tuvieron los embajadores en la Santa Sede como agentes artísticos del monarca durante el proceso de renovación de los reales sitios como muestra ostentación y suntuosidad; y cómo actuaban de mecenas y promotores de arte durante su estancia, que después seguirían desarrollando a su vuelta.
Para finalizar, destacó la importancia de algunos de estos embajadores con especial detenimiento en el Conde de Monterrey, don Manuel de Fonseca y Zúñiga y en el VII Duque del Infantado, éste último por su vinculación con Guadalajara sobre los que contó algunas interesantes anécdotas y detalles históricos.

Visita al Salón Chino y la Capilla
La jornada culminó con una completa visita guiada al Salón Chino del Palacio de la Cotilla donde, a pesar de calor, los más de treinta asistentes quedaron impresionados ante la belleza de los pliegos en papel de arroz que sobre la paredes de la sala representan diversas escenas de costumbres de la cultura oriental, y plantearon algunas cuestiones los misterios que aún hoy están por resolver sobre estas pinturas. No obstante, algunas de ellas pudieron ser aclaradas por una de las alumnas del curso, Susana Herrera, que ejerce como guía oficial de turismo
a través de la empresa Guiados en Guadalajara y cuyos conocimientos en este ámbito son extensos.
La segunda parte de la excursión fue a la Capilla Luis de Lucena donde disfrutaron de los frescos que sobre las bovedillas interiores de la sala aún se conservan. Fue el momento para que uno de los ponentes del curso, Ángel Rodríguez, aprovechara la ocasión y ofrecer su punto de vista sobre las teorías que apuntan que podrían ser obra de Cincinnato, cuya influencia en Guadalajara ya había sido tema de ponencia en la jornada matutina.

miércoles, 27 de junio de 2018

El germen de la historia del arte en España y América

La profesora Paula Revenga durante su intervención.

Con una aplastante presencia de mujeres en el auditorio de la Sala de Audiovisuales del Centro San José daba comienzo este miércoles, 27 de junio, el primero de los cursos de verano organizados por la UNED en Guadalajara a través de su Centro Asociado. Bajo el título, ‘Caminos de Ida y Vuelta. El Arte y los viajes’, su directora Esther Alegre, ofreció a los presentes una breve introducción sobre los contenidos que van a ser abordados durante los tres días de duración del curso, al mismo tiempo que valoraba la capacitación de los ponentes que participarán en cada una de las ponencias. “Son especialistas en cada una de las materias que van a tocar y en transmitirlas” dijo.
Alegre aprovechó la ocasión para subrayar el hecho de que han pasado ya diez años desde que en 2008 comenzara a organizar estos cursos que han contribuido entre muchas otras cosas, a establecer una línea historiográfica en relación al protagonismo de la mujer y su influencia en determinados campos cuyos estudios han estado restringidos y focalizados al género masculino. Y destacó que a lo largo de estas ocho ediciones han pasado por las aulas en torno a un centenar de ponentes que han permitido abordar un amplio abanico de temáticas de gran interés y profundidad.
Sobre la dinámica y objetivos de la primera de las ponencias, “hemos pretendido dar una visión amplia de lo que puede traernos ese viaje y esos caminos de ida y vuelta que hubo con Latinoamérica” ha señalado la directora y docente.

La transmisión de modelos pictóricos entre Europa y América
El proyector reflejaba a su espalda una imagen dividida con dos cuadros. En la izquierda, un retrato de Felipe II y a la derecha otro de aspecto muy similar de Moctezuma como muestra de la interrelación pictórica que había entre las dos partes que divide el Atlántico. Así comenzaba la ponencia recogida bajo el título ‘El viaje de las imágenes. La transmisión de modelos pictóricos entre Europa y América’ impartida por Paula Revenga, profesora del Departamento de Historia del Arte, Arqueología y Música en la Universidad de Córdoba. Con esa idea, y a través del resto de imágenes que fueron apareciendo a lo largo de la conferencia, la docente puso de manifiesto como las tradiciones y la evolución de las sociedades en la América de la colonización fueron adaptando a ese proceso las formas pictóricas que llegaban de Europa en lo que calificó como un ‘proceso de aculturación’ del mundo indígena mediante el que se apropian de esos elementos hasta aportar otros que permiten establecer diferenciaciones estilísticas concretas.
Otro momento de la ponencia de Paula Revenga.

A lo largo de su exposición, Revenga realizó un recorrido historiográfico apoyado en ejemplos de obras para explicar cómo llegaron las primeras obras y los primeros artistas al continente americano que sirvieron de modelos; cómo se fraguó el germen de las primeras escuelas pictóricas; y cómo las obras van adquiriendo una identidad propia con el asentamiento de los talleres locales que darían lugar a los diferentes estilos pictóricos, tales como la Novohispana, la quiteña o la cusqueña, en función de las influencias y costumbres de cada lugar.
Del mismo modo, Revenga profundizó en otros aspectos fundamentales para entender el viaje que hicieron estas obras artísticas, analizando el papel que jugaron en un principio los frailes de las órdenes religiosas que se instalaron al otro lado del Atlántico para llevar a cabo la tarea evangelizadora, y que después serían paulatinamente sustituidos por artistas interesados en potenciar el mercadeo de arte de modesta calidad, quedando reducido el de mayor calidad para la nobleza de las colonias.
Otro de los puntos abordados en la conferencia estuvo centrado en la importancia que tuvo el movimiento manierista como elemento nivelador entre lo que va llegando al nuevo continente y los estilos europeos y de la trascendencia que tuvo el naturalismo para la instauración de las nuevas escuelas pictóricas locales.
Para terminar, Revenga puso énfasis en la gran influencia en la pintura que tuvieron las rutas establecidas con Asia tales como la que realizaba el Galeón de Manila, que a su paso por el continente americano dejaba elementos de las culturas asiáticas que se irían integrando en el arte pictórico latinoamericano con la incorporación de nuevos soportes tales como los biombos.
Al finalizar la exposición, hubo tiempo para un entretenido debate donde la ponente aclaró y compartió opiniones a los presentes que coincidieron en el interés de la charla.

El origen de la historia del arte moderna
Tras un breve receso, el profesor Javier González Santos tomó las riendas de la sala para exponer sus conocimientos sobre la influencia de Jovellanos y Ceán Bermúdez en el origen de la historia moderna del arte en España.
Para iniciar su exposición, el docente de la Universidad de Oviedo y especialista en la influencia de estos dos autores llevó a cabo una extensa introducción sobre la influjo que tuvieron los viajes en la época ilustrada que se desarrolló durante el siglo XVIII. Partiendo de las experiencias europeas registradas en lo que se conoció como ‘El Gran Tour’, viajes llevados  cabo por la alta nobleza del norte de Europa al sur y principalmente a Italia, culminó esta primera parte de su intervención con la introducción del proceso ilustrador en España y su influencia en los diferentes ámbitos de la sociedad y la ciencia con la creación de las diferentes academias reales tal como la de la Lengua o la de Historia.
Exposición del profesor Javier González Santos.

En una segunda parte de su ponencia, González centró la exposición en la importancia que tuvo ese afán por sistematizar y constatar lo existente para la creación de las academias de Bellas Artes y de Historia del Arte, partiendo de una serie de obras y documentos dirigidos a retratar y reivindicar la cultura española en toda su extensión, mediante la observación en viajes perfectamente registrados en obras como la de Antonio Ponz, recogida bajo el título de ‘Viaje de España’.
Finalmente, en la tercera parte de su intervención se centró en la figura de Jovellanos y Ceán Bermúdez y las relaciones mantenidas entre ambos para poner de manifiesto a través de sus observaciones y conocimientos registrados en sus trabajos la fundamentación de la historia del arte en España y que aún hoy día son referentes para muchos de los estudios académicos.  

XII Edición de los Cursos de Verano en el Centro Asociado a la UNED de Guadalajara





La UNED de Guadalajara celebra la XII edición de sus
Cursos de Verano con la realización de cinco cursos



Del 27 de junio al 13 de julio se celebrarán en la UNED de Guadalajara cinco Cursos de Verano en la XII Edición que tendrá lugar en el Centro Asociado. En esta ocasión, tres cursos tendrán lugar en la Sede de Guadalajara, uno en el Aula de Sigüenza y otro en el Aula de Molina de Aragón.
Como suele ser habitual, los Cursos de Verano en la UNED de Guadalajara son de una temática muy variada, con gran rigor académico y pegados a la actualidad, concretamente en esta edición se comenzará el próximo 27 de junio con un Curso titulado “Caminos de ida y vuelta. El arte y los viajes”, en el que se propone reflexionar sobre el 'Viaje' como un acto culturalmente positivo que permite la ida o la vuelta de objetos, ideas o personas. El impacto que tiene ese viaje sobre los artistas, los mecenas y las obras. La mirada de los viajeros sobre el arte. En definitiva, una aproximación sobre las revisiones, reflexiones, aspectos y enfoques que conectan el arte y el viaje.


A partir del 2 de julio en el Aula de la UNED en Sigüenza, tendrá lugar el Curso titulado “Historia de la Astronomía: de las constelaciones a los agujeros negros”, en el que se analizará los progresos en la Astronomía y como las nuevas necesidades de los astrónomos han impulsado avances tecnológicos y provocado revoluciones científicas. Para entender por qué estamos aquí también es necesario comprender cómo hemos llegado a adquirir ese conocimiento


Del 4 al 6 de julio en el Aula de la UNED en Molina de Aragón, tendrá lugar el Curso de Verano titulado "III Curso Geoparque de Molina-Alto Tajo: la protección y divulgación del patrimonio geológico", que tiene como objetivo la divulgación de las figuras de los Geoparques como áreas de divulgación, protección y gestión del Patrimonio Geológico Regional, y más en concreto del Geoparque de la Comarca de Molina-Alto Tajo, como espacio de divulgación de las Ciencias de la Tierra y de dinamización de un territorio.
El cuarto Curso titulado "Mindfulness y psicoterapia”, se celebrará en la Sede del Centro Asociado a la UNED de Guadalajara del 9 al 11 de julio, y permitirá conocer el estado actual de la evidencia científica sobre la efectividad del mindfulness en la práctica terapéutica, así como adquirir los recursos y habilidades basadas en mindfulness que han mostrado su efectividad para incorporarlos en la práctica clínica.

Para finalizar, del 11 al 13 de julio se celebrará el último Curso de Verano titulado "Cuentos que tejen ciudades: la narración oral como arte de relación", en el que se analizará la narración oral como un arte en la que la proximidad, la comunicación y la complicidad entre quien narra y su público son esenciales para que la experiencia tenga sentido. El curso tiene un enfoque interdisciplinar y participan en él investigadores/as de distintas universidades españolas, así como profesionales de la narración oral que representan un punto de referencia en el panorama actual de la narración oral en España.


Para más información y matrícula: