miércoles, 13 de julio de 2016

Tercera jornada y clausura del Curso "La amenaza yihadista hoy"



CINCO AÑOS DESPUÉS DE LAS PRIMAVERAS ÁRABES: RAZONES DE UNA PERPLEJIDAD

Rubén Carlos García Servert, licenciado en Ciencias Políticas y Derecho es General de División del Ejército del Aire y Comandante del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN en el Sur de Europa. Nos puede aportar experiencia en el terreno porque ha estado en muchos de estos países. 
El General Rubén Carlos García Servert nos habla de las primaveras árabes
Las primaveras árabes comienzan el 18 de diciembre de 2010 en Sidi bou Said, en Túnez, cuando un licenciado que trabajaba como frutero se quema a lo bonzo después de que la policía le registre y le quite las mercancías. Ben Alí, presidente de Túnez tiene que acabar yéndose en enero de 2011 tras las revueltas que se producen a continuación. También cae Mubarak en Egipto y sale elegido el presidente Morsi de los Hermanos Musulmanes tiempo después. En Libia en 2011 se derroca a Gadafi. En Yemen, en Irak, en Kuwait… caen los presidentes uno a uno, ya que se produce una onda de expansión por el mundo árabe. 

Hoy en día se sabe que las revueltas han producido el caos, hay guerra en Siria, guerra civil en Libia, también en Yemen. La gran esperanza es Túnez. La situación a 2016, cinco años después, es el caos, no ha terminado este problema. El balance es de medio millón de muertos, millones de refugiados… Hay una inestabilidad generalizada excepto en los países con monarquías dudosamente democráticas, que son los países menos afectados por el fenómeno. El laicismo musulmán se ha venido abajo, se han radicalizado las posturas. Túnez aporta un total de 10.000 personas a Daesh, de unos 30.000 que son; una nada desdeñable tercera parte. 

Resumen de prensa
Desde Occidente se han visto las primaveras árabes como movimientos sociales reivindicativos, liberales de derechos individuales, revoluciones democráticas de base popular, revoluciones marxistas… Occidente apoyó el fenómeno con un análisis probablemente un poco miope, según la opinión del General García Servert, y es que desde Occidente es muy complejo analizar este tema. 

La realidad desde el terreno es que en estos países hay mucho paro, una demografía insostenible, un sustrato social muy desigual. La globalización de los medios de comunicación hace presente que son una clase desfavorecida y explotada. Estos países han digerido mal los mitos sociales occidentales, han hecho una reinterpretación de los valores sociales. Hay un mito palestino, un victimismo de los pueblos musulmanes avalado por Occidente. 

Entre los factores de desarrollo de la primavera árabe:
Hay errores de cálculo de sus promotores y elites culturales, una errónea visión y acción de Occidente y poder impresionante de los movimientos islamistas. La consecuencia ha sido una rápida evolución al caos y ha provocado una perplejidad en Occidente.
En Occidente hay una enorme incomprensión del tema. Surgen nuevos paradigmas de las relaciones internacionales para la era post Guerra fría tras la caída del muro de Berlín en 1989. Actualmente, los grandes actores no son estados, sino grandes movimientos como EI. 

Entre el mundo islámico y el mundo occidental hay un choque de civilizaciones, un choque de valores… El núcleo del conflicto es en torno a la Carta Universal de Derechos Humanos de la ONU. Que no es universal, ya que los países musulmanes elaboran la Declaración del Cairo en el año 90 de los Derechos Humanos en el Islam con unos parámetros distintos. Si los comparamos, la segunda está regida por la Sharia o ley islámica. 

En el islam el derecho individual se somete al colectivo, regido por la Sharia. El concepto de derecho individual es un derecho ajeno, es desconocido en la mente de los musulmanes. La Sharia, que significa el camino, son las normas religiosas y civiles que aplican en el mundo musulmán. Funciona a modo de un código civil.

¿Qué posturas podemos tomar frente a estos conflictos? 1) lucha contra el islamismo, lo que provoca un choque de civilizaciones; 2) diálogo y negociación lo que llevaría a una alianza de civilizaciones; o por último 3) apoyo al reformismo, que ha supuesto el origen del caos en Afganistán, Libia, Siria, Primaveras Árabes… 

Mohamed Morsi, que subió al poder en Egipto tras la caída de Mubarak, siempre declaró que la Sharia sería su objetivo. Fue lo primero que hizo al llegar al poder, reformó la Constitución para ponerla bajo la Sharia. Le derrocaron los egipcios en 2013 y esto paró.
El Presidente de Turquía, Erdogan, decía cuando era alcalde de Estamul: “soy el Imán de la ciudad, seguidor de la Sharia”. Y eso que desde Occidente se le considera moderado. Turquía está sufriendo actualmente una islamización.

Hay un choque de civilizaciones dentro y fuera del mundo musulmán y el problema es que no hablamos el mismo idioma. Respecto al tema hombre-mujer, son dos maneras de ver el mundo. El laicismo no es entendido en el mundo musulmán. 

¿Cuál es el mínimo común que podríamos aceptar entre todos para llegar a un entendimiento? ¿Estamos dispuestos a renunciar a nuestros valores? Por la igualdad, por la igualdad hombre-mujer… es muy difícil llegar a un entendimiento, opina nuestro ponente. Es una amplia batalla de los valores, donde el tema religioso subyace. El conflicto de valores condiciona nuestra visión de los acontecimientos e impide llegar a entenderlo. 

¿Es posible una democracia liberal en los países árabes? Hoy por hoy no es posible. El germen del individualismo ha llevado en Occidente a la igualdad de derechos. Tendemos a creer que pueden llegar a ser como nosotros en la Edad Media e ir desarrollándose, pero su base es un germen colectivo y no parece posible pensar que estén preparados hoy en día para tener una democracia liberal. 

¿Por qué no ocurre esto en Marruecos o en Arabia Saud? En Marruecos el rey es en teoría un descendiente de Mahoma, ¿qué musulmán va a ir en contra de un descendiente de Mahoma?, se plantea el General García Servert. 

Como conclusión, el General cree que Occidente analiza el mundo desde nuestra perspectiva, con un eurocentrismo como ceguera estratégica habitual. Los medios de comunicación simplifican el modelo occidental, la globalización hace grandes estragos y el conflicto está presente como punto de partida. 

El mundo musulmán necesita un modelo propio donde es necesario un liderazgo fuerte, donde la comunidad prime sobre el individuo con una ética musulmana.
Para terminar, el General opina que el gran riesgo es el caos, se puede vivir sin democracia pero no en el caos. La consecuencia es la emigración


¿Entre dos mundos? El juego de los espejos entre Occidente y el Mundo árabe-islam

Para cerrar el ciclo de ponencias del Curso, la profesora de Relaciones Internacionales de la UNED, Paloma García Picazo, ha basado su charla en un artículo publicado en 2007 por Bassam Tibi, un sirio musulmán que vive en Alemania, que se llama El totalitarismo del yihadismo islamista y sus retos en Europa y en el Islam (“The Totalitarianism of Jihadist Islamism and its Challenge to Europe and to Islam”, Totalitarian Movements and Political Religions).
 
La profesora de RRII, Paloma García Picazo en su intervención








La profesora García Picazo reflexiona sobre este artículo y destaca el peligro que supone cuando una religión se muestra totalitaria sobre las demás y considera aniquilar al resto. El concepto de totalitarismo político, de religiones políticas cuentan con su origen en Roma, son un fenómeno del siglo XX. En los regímenes nazis o stalinista, hay un culto a la personalidad. Se sustituye las viejas liturgias religiosas. Desautoriza Bassam Tibi a determinados occidentales porque al no saber árabe no pueden acceder a las fuentes primarias, pero eso no impide según la profesora García Picazo que una traducción fiel pueda ser leída. Bassam Tibi plantea algo que Fouad Ajami dice en Los árabes en el mundo moderno. Su política y sus problemas desde 1967, “Atrapados en medio de una crisis histórica gigantesca, golpeados por poderosas fuerzas externas que han hecho que su mundo sea un punto clave y expuesto, los árabes se han refugiado en el símbolo y el arma que mejor conocen: su identidad religiosa. El escéptico puede llamar a esto ilusión o frustración; los fanáticos de la civilización occidental lo descartarán como una revuelta en contra del modernismo, un regreso a la Edad Media, una prueba de barbarie”. 

En el mundo descolononizado se habla de élites descolonizadas. Bassam Tibi señala que hasta ahora se ha desconocido por los intelectuales el papel de la religión en la política mundial. Hay un elemento de desencanto y eso llevaría a entender por qué los árabes de tercera generación se sienten no integrados en sus países de acogida, con un techo de cristal. Les hicieron creer los principios de igualdad, fraternidad y libertad en Francia por ejemplo, pero no es una realidad para ellos y por eso buscan otros valores, basados en la justicia. Bassam Tibi habla de la revolución mundial de la yihad (no violenta) para rehacer el mundo. Se trata de implantar el gobierno de Dios, con tres objetivos: crear desorden en el islam, movilizar la diáspora islámica y trasladarlo a Europa, como campo de batalla, y el resto del mundo. El yihadismo se plantea como un planteamiento militar por parte de actores no estatales, miembros de una organización que no respeta las normas de conducta en una guerra. Se habla de una yihadización y sharización del islam, violento y totalitario. 

Se realiza una lectura selectiva del Corán, crean unas ideas, porque es una guerra de ideas. Los yihadistas se perciben como verdaderos creyentes, ello explica que reprueben al resto de los musulmanes como débiles, que para ellos no cumplen con el Corán. Instauran la Umma, que es la comunidad imaginada de los creyentes islámicos. Bassam Tibi crea la distinción entre el islam moderado o liberal, al estilo de las democracias liberales occidentales, y el islam totalitario. El totalitario lo describe como llevado a cabo por una minoría con una organización muy eficiente que se aprovecha de las migraciones globales y haya sus puertos seguros. 

El origen del yihadismo para Bassam Tibi está en Hassan Al-Bana, creador de los Hermanos Musulmanes en El Cairo en 1928. 

El adoctrinamiento religioso se hace a través de las escuelas coránicas o madrasas. Hacen una interpretación islamista de las doctrinas islámicas. Volvemos a lo sagrado como religión política. Cuando se establecen las relaciones Iglesia-Estado, la separación entre ambos no existe.

El juego de los espejos titula la profesora su ponencia porque a veces son deformantes, proyectamos nuestros miedos y fobias. 

Bassam Tibi constata que el yihadismo está creando una islamofobia putativa, es una espiral de violencia que se retroalimenta. En el mundo árabe, hay además de un desencanto por la modernización, una nostalgia por su época dorada de civilización. Habla de algunas personas que pueden hacer un uso cínico de la religión, en el yihadismo como movimiento totalitario, creen conocer la agenda divina, lo que pasa por la mente de Dios y se autoproclaman sus agentes para rehacer el mundo a través del terrorismo.
Una teoría curiosa de Bassam Tibi es que Europa organizó el mapa según las normas de un proceso occidental sin cambiar el mapa de los valores. Partimos de la base de que la universalización de los valores no es un hecho. 

Bassam Tibi habla de que las cuestiones políticas se negocian pero las cuestiones religiosas son innegociables. Lo que se trataría es de resacralizar el universo por parte los yihadistas, convertirlo todo el religioso. Hasta la conducción por parte de las mujeres, que en algunos países árabes está prohibida. Hablan de una asociación judeocristiana contra el islam. Se habla de un antiamericanismo, una judeofobia, los yihadistas afirman que representan una religión paz, que todo el mundo sea la casa del islam. Es algo más que ajustar cuentas con EEUU, Reino Unido o Francia por viejas querellas, sino que se basa en todo Europa. Quieren ser sujetos históricos de la comunidad mundial, sin fronteras estatales y en su nombre Al Qaeda ha declarado la guerra no solo a Occidente, sino también a los musulmanes que no sigan sus preceptos. Pretenden los yihadistas un mundo árabe global, monolítico, sin diversidad. Lo peligroso es que pese a las diferencias que hay entre los yihadistas y el resto de los musulmanes, hay muchos puntos también en común. Según Bassam Tibi hay un conflicto de concepto de estado, de derecho, de religión, de conocimiento, de paz…

Cuando se plantean que ellos son superiores a Occidente, lo que les preocupa es la derrota frente al liberalismo occidental, la ciencia y la tecnología occidentales. Se plantean cómo ponerse al día sin el apoyo de las armas, en cuestiones de tecnología. 

Las conclusiones de Bassam Tibi es que se trataría de instaurar un mundo islámico con un orden totalitario bajo el dominio del islam y para ello se debe difundir en la diáspora.
La diáspora fue realmente cuando Roma entra en Jerusalén para dispersar a los judíos. Pero no se puede llamar diáspora a los musulmanes, es un movimiento migratorio. No ha habido diáspora, porque nadie ha entrado y destruido su ciudad y les ha obligado a instalarse en otro sitio. 

Concluye Bassam Tibi que los europeos, como campo de batalla, debemos aprender a vivir con el islam y europeizar lo que sería el euroislam. Una adaptación del islam a Europa. Pero se pregunta la profesora, ¿y no deben aprender los islámicos en Europa?

Tenemos un debate de multiculturalidad. Ingleses y holandeses practican el multiculturalismo, que conlleva guetos. Alemania por el contrario integra, obliga a aprender alemán… termina explicando la profesora García Picazo antes de dar paso a algunas preguntas de los alumnos.