viernes, 14 de julio de 2017

Y llegó el anochecer de este curso astronómico en Sigüenza

El mismo día en que se anunciaba el descubrimiento del supercúmulo galáctico Sarasvati, también se daba por concluido este trepidante curso astronómico organizado por la UNED. Alumnos y profesores se despedían hoy con una última conferencia de Javier Bussons.

Javier Bussons explicando la posibilidad de un proyecto Starlight para Sigüenza.
La elección de Sigüenza como sede para este curso no ha sido infundada, sino que la localidad ha acogido un evento que pretende tener una estrecha relación con ella. Bussons expuso la pretensión de establecer Sigüenza y sus alrededores como un punto de referencia en el centro de España para el astroturismo. Concretamente, el objetivo es llevar a cabo un proyecto Starlight en la ciudad del Doncel.

Para ello, Bussons señaló algunas claves que han de ser tenidas muy en cuenta. En primer lugar, la localidad debe proteger su cielo nocturno en mayor medida. Si bien no se puede detener la contaminación lumínica que desde Madrid alcanza el territorio en el que se encuentra Sigüenza, no son pocas las acciones que hay que emprender en pos de mejorar el sistema de iluminación del lugar.
Además, el proyecto astroturístico que se quiere implantar en Sigüenza debe contemplar un plan a largo plazo que incluya empleo y posibilidades reales de atraer a nuevos residentes a la zona. Todo ello a través de una modalidad turística que contribuye también a marcar una nueva tendencia.

Jesús de Andrés Sanz, director del centro asociado de la UNED en Guadalajara, y María Sonsoles Arcones Sanz. 
Aunque Bussons también dibujó otra línea un tanto al margen del astroturismo y que haría de Sigüenza un lugar dedicado al estudio astronómico. A raíz del primer curso organizado por Bussons en la localidad allá por 2003, hoy se ha planteado la posibilidad de desarrollar cursos sobre astronomía no sólo en verano, sino también durante otros periodos del año. Algo que supondría formación abierta a todo el mundo en tal disciplina y que pondría en contacto a jóvenes e investigadores interesados en la astronomía.
Tras esta conferencia, se abrió un breve coloquio para así poder aportar ideas en relación con este proyecto tan prometedor que sólo requiere de constancia, compromiso y entrega real para desarrollarse. Además, el Ayuntamiento de Sigüenza estuvo presente a través de María Sonsoles Arcones Sanz, concejala de Cultura, Educación e Información al Ciudadano, quien asistió a la clausura del curso. Por último, los asistentes se hicieron una foto grupal antes de marcharse con la esperanza de que este final sea sólo un punto y aparte que dé comienzo a una nueva etapa.

Foto grupal de los participantes del curso Astronomía popular-Sigüenza Starlight.

Desde los más avezados hasta los que tuvieron estos días un primer contacto con la astronomía terminaron yéndose con una visión más clara de un cielo nocturno que a pesar de estar tan alejado nos es a la par intrínseco, pues como escribió el romántico alemán Friedrich Schlegel en relación a la noche, “precisamente en la oscuridad en la que se pierde la raíz de nuestra existencia, en el misterio insoluble, reposa el hechizo de la vida, ésta es el alma de la poesía”. 

La astronomía en la práctica

Dos principios fundamentales del método científico son la observación y la experimentación. Como es de suponer, un curso dedicado a una disciplina como la astronomía no podía dejar a un lado estos dos factores indispensables para la sustentación de las ciencias, por lo que la jornada de ayer implicó a los participantes directamente en sesiones de carácter eminentemente práctico.

Isabel Galvis, propietaria de la Finca San Agustín.
Antes de comenzar los talleres, la mañana acogió una charla encomiable sobre un caso de emprendimiento dentro del campo del astroturismo. Isabel Galvis fue la encargada de dicha sesión dando a conocer la Finca San Agustín, de la cual es propietaria. Además, como representante de la Cámara de Comercio de Valencia, no dudó en destacar la muy fructífera colaboración entre este órgano valenciano y la Fundación Starlight, erigiéndose así como un claro ejemplo de la necesaria y positiva colaboración entre la administración pública y las instituciones medioambientales.

Fuera de toda duda queda que la Finca San Agustín representa un proyecto excepcional cuyo éxito ha dependido sobre todo de una férrea voluntad por parte de su propietaria. Enclavada en la denominada ‘Toscana valenciana’, la propiedad cuenta con casi 1.000.000 de metros cuadrados de extensión y ofrece multitud de actividades diversas, entre las cuales los aficionados a la observación astronómica encontrarán un lugar donde poder desarrollar su afición. Todo ello sin olvidar que la Finca San Agustín goza del distintivo de la Fundación Starlight.

Además, Galvis señaló que las instalaciones del lugar son mayoritariamente ecológicas y la calidad que envuelve la propiedad ha sido ampliamente reconocida, ya que cuenta con el Sello de Turismo Ecológico y el prestigioso Sello Eco Líderes PLATINO otorgado por Tripadvisor.

Taller de observación solar organizado por Ángel Biarge y María Paz Serrano.
A continuación, Ángel Biarge y María Paz Serrano organizaron un taller de observación solar en el cual los asistentes tuvieron que construir varios relojes solares. Como impulsores de la agrupación astronómica Amigos de la Astronomía de Grañén, tanto Biarge como Serrano demostraron que el mundo amateur dedicado al ámbito astronómico se caracteriza por una pasión y una entrega admirables. Acompañando en todo momento a los participantes, este matrimonio afincado en la provincia de Huesca contagió su amor por la astronomía a todos aquellos que comprobaron el impactante carácter de la contemplación astronómica que se puede efectuar durante el día.

Manuel Pancorbo, profesor de la UNED.
Tras un receso durante las primeras horas de la tarde del sofocante día de ayer, el curso se reanudó con una indispensable introducción a la astrofotografía impartida por Manuel Pancorbo, profesor del Departamento de Física Interdisciplinar de la UNED. Ahondando en multitud de conceptos técnicos en relación a la fotografía del firmamento desde una perspectiva asequible para los principiantes, Pancorbo proporcionó un extraordinario despliegue de claves y pautas que sin duda ofrecieron un cariz realmente atractivo respecto a la astrofotografía.
Javier Bussons, profesor titular de la Universidad de Murcia. 
Ya entrada la noche, Javier Bussons, profesor titular de Astronomía y Astrofísica en la Universidad de Murcia y alma incansable de este proyecto, presentó la sesión de observación nocturna que supondría el cierre de esta jornada mediante un repaso al firmamento y el sistema solar, nuestro hogar en el Universo. Con amenidad y perspicacia, Bussons guió a los participantes para comprender el cielo que se iba a desplegar por la noche sobre el excelso castillo de Sigüenza y que los alumnos pudieron observar desde una de las almenas de la fortificación, algo exclusivo para este curso, y también desde las eras a las afueras de Sigüenza. Un entorno excelente que propició el aprendizaje unido a la diversión y que los participantes agradecieron sobremanera.   

   

jueves, 13 de julio de 2017

Astronomía al alcance de todos los ojos

El último de los cursos de verano organizados por la UNED, titulado Astronomía popular-Sigüenza Starlight, comenzó ayer en un enclave privilegiado: la ciudad del Doncel. Con una asistencia muy notable de casi 40 participantes, esta localidad de genuina belleza y riqueza monumental acoge entre los días 12 y 14 de julio un curso orientado a desentrañar los misterios del Universo y a poner en valor un cielo nocturno que ha acompañado a la Humanidad desde tiempos inmemoriales. Pero sobre todo, las distintas actividades desarrolladas tienen como objetivo despertar el interés en la sociedad por una disciplina apasionante a la par que indispensable como es la astronomía.

Sin duda, el plantel de ponentes que participa en este curso es cuando menos loable. La primera conferencia corrió a cargo de Luis Martínez, director de la Fundación Starlight, quien además de hacer un breve recorrido por la dilatada historia de la astronomía, presentó el proyecto pionero en España que representa su Fundación.

Luis Martínez, director de la Fundación Starlight.

Tras destacar la relevancia internacional de las Islas Canarias en el campo astronómico, cuyas condiciones ambientales resultan extraordinarias de cara a la observación y estudio del firmamento, Martínez señaló la importancia de proyectos legislativos como la Ley del Cielo en La Palma para preservar un cielo nocturno que, como él señalaba, “es patrimonio de todos”. Con esta vocación surgía la Fundación Starlight a raíz de la I Conferencia Internacional Starlight que tuvo en lugar en 2007.

La labor de la Fundación Starlight no sólo tiene relevancia en relación a la protección de espacios cuyas características favorecen ampliamente la observación astronómica, sino que posee un gran interés de cara al acercamiento de la astronomía a la sociedad.

El curso ha contado con una amplia asistencia.

La Fundación Starlight concede dos certificaciones que resultan de sumo interés. Por un lado, la más exclusiva es aquella que otorga a ciertos espacios el título de Reservas Starlight. Dicha certificación defiende la calificación del cielo como espacio protegido dada la calidad de sus condiciones y el impacto directo que posee en la fauna. La otra certificación que concede esta institución es la de Destino Truístico Starlight, la cual se orienta a desarrollar el creciente y novedoso astroturismo. Esta rama turística que posee multitud de adeptos en todo el mundo, supone una excelente oportunidad para el ámbito rural, tal y como destaco Martínez. El astroturismo encuentra en los espacios rurales el mejor entorno para instalarse y es una rama turística que contribuye a reactivar económica y socialmente estas áreas predominantes en España a través de un turismo rentable, sostenible y de un crecimiento constante que permite la creación de empleo aunado a la divulgación científica. Una actividad de gran interés para provincias como Guadalajara, donde los espacios rurales se ven amenazados por el deterioro y la desaparición, pues es en esta actividad donde pueden encontrar un nada desdeñable reducto de esperanza.

El astroturismo, movido por la adaptación de la actividad al entorno, se ve muy favorecido con la promoción de normativa respecto a la protección de áreas de gran calidad celeste, la comunicación con las administraciones públicas y la participación de organismos relacionados con el medioambiente. De todas formas, Martínez destacó también el gran valor de las iniciativas particulares en cuanto a este tipo de proyectos, ya que el acondicionamiento y preparación de casas y hoteles rurales representa una magnífica oportunidad para el desarrollo de este turismo dirigido a todos aquellos que poseen cierto interés o pasión por la observación sideral.

La siguiente conferencia de la jornada la realizó Jaime Zamorano, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, quien advirtió sobre los riesgos de la muchas veces ignorada contaminación lumínica.

Jaime Zamorano, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

En los últimos años, la preocupación de los órganos públicos por este problema ha sido creciente. Zamorano hizo especial hincapié en la necesidad de diseñar óptimamente los sistemas de iluminación urbana, una asignatura pendiente en muchas de las grandes ciudades de España. Tampoco dudó en desmentir la presencia de los sistemas LED como una solución, ya que son numerosas las variables que se deben tener en cuenta para que los dispositivos de iluminación resulten idóneos.

La contaminación lumínica es un aspecto medioambiental prioritario, pues afecta negativamente tanto a la naturaleza como al ser humano. La excesiva exposición a la luz durante el periodo nocturno altera las dinámicas vitales de los animales cuya actividad se desarrolla por la noche y también los ritmos biológicos de las personas.

Presentar una respuesta contundente frente a esta situación implica una concienciación social que debe partir desde las instituciones políticas y educativas, así como desde los medios de comunicación. Zamorano destacó que el problema de la contaminación lumínica posee cierto trasfondo cultural. La iluminación urbana de la mayoría de las capitales de Europa es menor que la de Madrid, ya que la perspectiva sobre la necesidad de iluminar la noche es distinta dependiendo de la sociedad. Aun así, iniciativas como el proyecto europeo Stars4All contribuyen notablemente a salvaguardar los cielos oscuros y estrellados de nuestras regiones.

Juan Vicente Ledesma, interpretador del Patrimonio de Tenerife.

El cierre de esta primera jornada lo llevó a cabo Juan Vicente Ledesma, interpretador patrimonial de Tenerife, que con inusitada vehemencia y certero humor indujo a los participantes a considerar el cielo estrellado como un vínculo con el pasado comunitario, como un calendario seguido antaño por las manos de los agricultores a la hora de sembrar y recoger los frutos de la simiente, y sobre todo como un mapa al que todas las sociedades han dirigido su mirada para obtener orientaciones geográficas y existenciales.

Además, se señaló la observación astronómica como una excelente actividad para los jóvenes y las familias. Propuestas de este tipo resultan un excelente filón para despertar vocaciones desconocidas hacia la astronomía, todo ello a través de una actividad saludable y enriquecedora con un elemento lúdico de gran atractivo.

Finalmente, Ledesma acompañó a los participantes ya pasada la medianoche para desarrollar una observación nocturna que permitió identificar diversas constelaciones y astros. Una hermosa iniciación para aquellos neófitos que comienzan a leer por primera vez el cielo.

miércoles, 12 de julio de 2017

Terapia e inteligencia emocional en la última jornada sobre mindfulness

Este miércoles ha tenido lugar la última jornada del curso sobre cómo aprender a gestionar las emociones con mindfulness.La jornada comenzaba a cargo de Félix Hernández, coordinador del curso y profesor de psicología en UNED Guadalajara. Hernández ha expuesto su punto de vista del mindfulness basado en la terapia de la de la aceptación y el compromiso.

Hernández durante el debate 

¿Cómo funciona esta terapia? 


Consiste en la aceptación y el compromiso de nuestros valores desdes un punto de vista psicológico. "Si miramos a nuestro alrededor, parece que gran parte de nuestro sufrimiento viene determinado por nuestras creencias de lo que está bien o está mal", apunta Hernández, "uno siente la obligación de sentirse bien e ir por el buen camino así que su sufres es porque vas por el mal camino". Con este tipo de terapia lo que se enseña al paciente es aceptar lo que se puede cambiar y no solo resignarse. Como indica el profesor, "hay que ser lo suficientemente inteligente para saber lo que se puede cambiar y lo que no". El mindfulness nos ayuda a abrazar esos pensamientos y dejar de resistirnos, la aceptación misma de los pensamientos. 

Para explicarla de una manera más gráfica Hernández utiliza la metáfora del autobús. Tú eres el conductor de un autobús (tu vida) en el que se van subiendo los pasajeros (tus pensamientos). Estos pensamientos te hablan constantemente cada vez que tomas una decisión pero tienes que aceptarlos y convivir con ellos aunque quieras echarlos del vehículo cuando son molestos". 

Félix Hernández al comienzo de la charla 

En la segunda parte del día el tema a tratar a sido el mindfulness y la inteligencia emocional. El turno ha sido de Natalia Ramos Díaz, doctora de la facultad de Psicología de Málaga y especialista en Inteligencia Emocional. La Inteligencia Emocional se basa en  la habilidad de las personas a la hora de atender a sus sentimientos, tener claridad sobre los mismos y ser capaz de regularlos adecuadamente. Por eso Ramos Díaz recalcaba la importancia de la práctica del mindfulness. “ La práctica meditativa es importante para controlar las emociones. Cuando meditas eres consciente de las emociones que experimenta tu cuerpo”. 

Natalia Ramos Díaz al inicio de la intervención 


El mindfulness es un tema muy actual y recurrente que puede aplicarse en todos los aspectos de nuestra vida. Pero requiere constancia y dedicación para poder ser capaces de llegar a ese estado de consciencia plena y aprender así a regular nuestras emociones. El éxito de convocatoria ha sido tal que los organizadores ya se plantean repetir la misma temática con otro enfoque el año que viene. 

Algunos de los participantes que han llenado la sala 

martes, 11 de julio de 2017

Mindfulness; una herramienta de autocontrol

Durante la segunda jornada de la gestión de las emociones a través del mindfulness, los asistentes al curso han podido indagar más a fondo sobre la importancia de la consciencia, el papel fundamental que juegan los emociones negativas y el significado de la autocompasión. 

La jornada ha empezado a cargo de Vicente Simón Pérez, catedrático de Psicobiología de la Universidad de Valencia. El catedrático destacaba que es de vital importancia "ser más conscientes para ser más felices". La palabra consciencia es una palabra compleja y es un fenómeno que ha sido estudiado por la ciencia, por lo que el hecho de darse cuenta de las cosas que pasan a tu alrededor aquí y ahora es el mindfulness propiamente dicho. 

Vicente Simón Pérez durante la ponencia 


Ser consciente de las emociones 

¿Y qué podemos hacer para ser más felices? Lo primero como indica Simón Pérez es " organizar la vida de manera que las emociones conflictivas como la ira, el miedo o la vergüenza sean menos frecuentes e intensas y en el caso de que una de estas emociones nos domine, no hay que aferrarse a ella".
En mindfulness se cultiva la mente para tomar decisiones de manera lúcida por eso es tan importante utilizar la consciencia para modificar las emociones, "ya que cuando uno se da cuenta de que existe una emoción, la emoción cambia", como argumentaba Simón Pérez.  

La otra sesión sobre la autoregulación emocional ha contado con la ponencia de Santiago Segovia Vázquez, catedrático de Psicobiología de la UNED. Además es el director del programa de Meditación Mindfulness cuyas siglas provienen del inglés MBMB (Mindfulness Based Mental Balance). Este programa de desarrollo personal emplea la meditación basada en el mindfulness como recurso para el crecimiento personal. 

Segovia Vázquez hace referencia al origen de la palabra mindfulness, que proviene del sati y significa "recta atención". ¿Y cuál es la manera correcta de prestar atención? "Dándose cuenta de la pérdida de atención y volviendo a la práctica", señala el catedrático, quien ha animado a los asistentes a realizar una sesión práctica para poder llegar a ese estado de consciencia lúcida y serena.  

Santiago Segovia Vázquez 

Previamente al comienzo de la segunda parte de la jornada, se ha impartido una sesión práctica de meditación basada en el mindfulness impartida por Miguel Ángel Santed Germán quién inauguró el curso con su ponencia sobre el mindfulness y las emociones. 

El tercer participante de la sesión ha sido Juan Diego Estrada, doctor en psicología por la UNED quien ha abordado las emociones difíciles y conflictivas que a menudo son tratadas como un tema tabú. Estrada, quien ha ido intercalando su charla con ejercicios prácticos, explica las emociones como un caballo: "Son una fuerza poderosa que nos lleva a otra parte. Hay que saber manejar al caballo y esas herramientas nos las proporciona el mindfulness", concluye el doctor. 

Juan Diego Estrada y las emociones difíciles 


Que no nos dominen las emociones 

La fuerza expansiva del mindfulness ha permitido que esta práctica se desarrolle en escuelas de todo el mundo. De esta forma la persona que practica mindfulness será capaz de saber cuando una emoción está aflorando en su cuerpo, saber gestionarla y tomar posteriormente una decisión. Estas emociones que surgen pueden ser negativas y como afirma el doctor, "nos han enseñado a esconderlas y no a controlarlas y por lo tanto el enfoque del mindfulness es mirar a la cara a esa dificultad". 

Constanza Calatayud Miñana en un ejercico práctico

Para concluir la jornada, la última charla ha sido impartida por Constanza Calatayud Miñana, profesora en la facultad de Psicología de Valencia y vicepresidenta de la Asociación Española de Mindfulness y Compasión (AEMIND), quien ha enfocado su ponencia hacia la autocompasión y la autoestima. 

¿Qué es la autocompasión? ¿Es lo mismo que la autoestima? 

Como bien ha explicado Calatayud Miñana, "la autocompasión es la preocupación que se tiene de uno mismo a través de pensamientos amables y de preguntarse en un momento de sufrimiento qué es lo que se necesita". Es decir, la amabilidad frente a la autocrítica. La visión del mindfulness sobre las emociones negativas no es evitarlas sino hacerse cargo de ellas por lo que hay que aceptar la experiencia de una forma amable. 

La autocompasión llevada a cabo a través del mindfulness se basa en el hecho de que todos somos iguales. "Todo el mundo puede sufrir lo mismo que yo, por lo que hay que aceptar la realidad y llevar a cabo una acción para cambiar las cosas", señala la profesora. 
Pero autocompasión no es lo mismo que autoestima. La autoestima es uno de los aspectos más impulsados por la psicología y se basa siempre en la comparación social. "Si no se alcanza la autoestima comienza la propia autocrítica hacia nosotros mismos, mientras que la autocompasión nos sitúa a todos en el mismo nivel", apunta Calatayud Miñana. Para finalizar la sesión también se ha realizado un ejercicio práctico donde los asistentes han podido poner en práctica todo lo aprendido a través de un ejercicio de meditación. 

lunes, 10 de julio de 2017

Mindfulness y el poder de las emociones

El Mindfulness es una práctica de origen budista cuyo origen se remonta hace más de 2.500 años. En castellano se traduce como “atención plena o consciencia plena”, es decir, prestar atención a pensamientos, emociones o sensaciones corporales aceptándolos sin entrar a juzgar sin son correctos o no. Esto es lo que se ha tratado en la primera jornada del curso de verano de la UNED, “Gestionar las emociones con mindfulness; un camino hacia la regulación emocional adaptativa”, inaugurado por Jesús de Andrés, director de la UNED en Guadalajara. 

Miguel Ángel Santed durante su exposición


El curso ha dado comienzo con la intervención de Miguel Ángel Santed Germán, decano de la Facultad de Psicología en la UNED y profesor titular de Psicopatología en la misma universidad. Es autor de numerosos libros y artículos sobre mindfulness además de practicar meditación con asiduidad, pero advierte, “es un tema complejo y no se consigue ser un experto en ocho semanas. Que no nos vendan humo”. Para Santed Germán es importante ajustar el nivel de expectativas a la hora de ponerlo en práctica, y se ha demostrado que es una terapia eficaz para prevenir y reducir la ansiedad y la depresión en pacientes que previamente presentaban esos síntomas.


El papel de las emociones


“Se trata de ver a qué atendemos y cómo lo atendemos”, explica Santed Germán. En este sentido las emociones juegan un papel muy importante. Como explica el profesor, “el mindfulness es aceptar lo observado sin tratar de cambiarlo y no dejarse llevar por un punto de vista catastrofista”. A este respecto también apunta que hay que entrenar un modo de ver con cierta distancia, de ahí la importancia de la autoregulación emocional. “Cuanto más entrenemos esta regulación de las emociones, mayor será nuestra capacidad para observar los pensamientos negativos sin intentar cambiarlos y aceptándolos tal como son”. Esta es la esencia del mindfulness.

El profesor Miguel Ángel Santed Germán 

Las vivencias pasadas, presentes y futuras influyen en el individuo de manera consciente pero desde el mindfulness se trata de trabajar desde lo que ocurre en el presente. “Si entendemos que los fenómenos surgen y desaparecen, tendremos menos apego a ellos”, afirma Santed Germán, que recalca a su vez que si desarrolláramos ese desapego e indiferencia, “evitaríamos el sufrimiento, la ansiedad y la depresión”, concluye el profesor. En el mindfulness también se hace referencia a la aceptación equánime; un modo de ver los fenómenos que ocurren a nuestro alrededor sin pretender cambiarlos y sin ningún tipo de aversión hacia ellos.

En la segunda parte de la sesión la ponencia ha corrido a cargo de María Teresa Miró Barrachina, profesora titular del Departamento de Psicología Clínica, Psicobiología y metodología en la Universidad de la Laguna. Miró ha comenzado su exposición con un ejercicio práctico de meditación recalcando así la importancia de sostener la atención, en este caso concentrándose en la respiración.

María Teresa Miró Barrachina 


El mindfulness desde un punto de vista fenomenológico 


La fenomenología consiste en estudiar la esencia de las cosas y de las emociones, es decir, que el mundo es aquello que se percibe a través de la conciencia del individuo y se propone interpretarlo según sus experiencias. Aunque en los años 70 comienza el declive de la fenomelogía, en los años 90 vuelve el interés hasta esta terapia en lo que Miró Barrachina explica como "enbodiment" o "mente encarnada". Atrás quedó la expresión de que la mente y el cuerpo van cada uno por su lado, sino que ahora mente y cuerpo van unidos. Como explica la profesora, "lo que sentimos como una emoción son cambios en el cuerpo. Las emociones interrumpen el curso de nuestra vida para informarnos de lo que es importante para nosotros y a lo que tenemos que hacer frente," afirma Miró Barrachina, " contribuyen a definir nuestras metas y prioridades". En este sentido también se hizo mención a la importancia que juega el cuerpo en la expresión de las emociones. Así si estamos encorvados nuestros pensamientos más negativos acudirán antes a nuestra mente que los pensamientos positivos.


María Teresa Miró Barrachina durante la ponencia


La práctica del mindfulness nos permite ver a distancia los fenómenos a medida que suceden. Las emociones se viven y se expresan a través del cuerpo y cuando se pone en práctica el mindfulness aprendemos a escuchar a nuestro cuerpo. Los estudios científicos han ayudado a confirmar lo que ya sabían los budistas hace más de 2.000 años. Un estado de atención consciente ayuda no solo a reducir el estrés o la ansiedad sino también a poder valorar las situaciones con mayor claridad, aumentar la resistencia emocional y a disfrutar más de lo que se está haciendo. 

viernes, 7 de julio de 2017

Jornada de clausura del curso

Los pueblos amerindios y la salud

El curso llegaba a su fin, pero aún quedaban dos puestas en escena antes de cerrar.

La primera de las propuestas de hoy, a cargo del antropólogo social Gerardo Fernández Juárez, nos ha acercado al tema de “La cirugía como problema en los pueblos amerindios”. Atendiendo a los resultados de un trabajo de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha, realizado durante los años 2001-2003, en Bolivia, Fernández Juárez nos planteaba las particularidades sociales de la población indígena de los Andes y las complicaciones que se plantean a la hora de aplicar políticas interculturales de salud y, concretamente, en el ámbito de la cirugía.   

Fruto de este análisis, explicaba el antropólogo, observamos las reticencias de esta población ante la ayuda médica ajena a su comunidad, las dificultades de acceso a los servicios de salud y la particular visión de la cultura aimara sobre la concepción de la salud y el cuerpo. El estudio desprendió la importancia de la lengua como elemento de expresión y como forma de acercamiento al enfermo. Por otro lado, era muy importante la relación con los médicos originarios que utilizan criterios en clave simbólica, ceremonial y experimental para el tratamiento de enfermedades.

En el caso de la cirugía, todas estas circunstancias hacían aún más complicado que el ciudadano pudiera beneficiarse de las medicinas tradicionales (occidentales). La idea del hospital era para ellos algo extraño. La sangre es concebida como un elemento difícil de reproducirse, lo que supone allí un problema importante para la práctica de la cirugía a la hora de hacer transfusiones. Además, en los Andes, prima la idea hermética del cuerpo como un componente completo que hay que conservar hasta la muerte, sin extraer ningún miembro.

                                    Gerardo Fernández Juárez, 
                                        durante su exposición.

De todo ello, concluía el ponente, se desprende la necesidad de hacer un esfuerzo para ver la mirada del otro,  para poder entender su situación y para saber cómo se puede actuar en el beneficio de la gente. Hay que establecer modelos de acuerdo y de conversación. Las conclusiones de este estudio se recogieron en la publicación Salud e Interculturalidad en América Latina, con la esperanza de que este tipo de investigación pudiera aportar datos y sugerencias concretas para el mejor entendimiento entre los diferentes actores implicados en actividades relacionadas con la salud y la enfermedad en estas poblaciones indígenas.

Saberes tradicionales y clausura

El broche final al curso, lo ponía el director del mismo, Honorio Manuel Velasco Maillo, quien era presentado como “uno de los pilares de la institucionalización de la Antropología en nuestro país” por el coordinador de esta iniciativa, Ambrosio Sánchez de Ribera.

“Estamos interesados todos los antropólogos en que la Antropología sirva de algo a las sociedades”, señalaba el director del curso. Particularmente en la Medicina, la idea es que con la presencia de la Antropología se contribuya en algo a restablecer la proximidad con el paciente. “Lo que nos interesa no es una visibilidad brillante sino estar en el núcleo entre los ciudadanos y las instituciones”, añadía Velasco Maillo.

Ya metido en su conferencia, con el título “Conocimiento moral. La salud y los saberes tradicionales”, el antropólogo empezaba haciendo alusión al concepto de los saberes tradicionales como saberes locales, ligados a la tierra, que se aprenden por “observación participante”. En un momento de la historia, ante el avance del progreso y de la ciencia, la mirada de una parte de los científicos se dirigió al conocimiento de las sociedades indígenas y de las sociedades locales, planteándose la recopilación de los saberes tradicionales.

                         Velasco Maillo y Sánchez de Ribera,
                           en la jornada de clausura del curso.

Velasco Maillo ha centrado su exposición en el Inventario Español de Conocimientos Tradicionales relativos a la Biodiversidad, publicado en 2015, con el auspicio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, para preservar, mantener y fomentar los conocimientos tradicionales de interés, transmitidos oralmente a través del tiempo en el mundo rural. Un trabajo en el que él participo junto con un importante número de botánicos, biólogos, antropólogos, zoólogos, etc., donde el conocimiento consultable es en forma de fichero por unidades de especies.

Concretamente, se ha focalizado en el saber tradicional de las plantas, exponiendo las características de este saber y sus usos, entre los que se encuentra la medicina. Se trata de un saber presumiblemente acumulativo, distribuido comúnmente, que pertenece a la comunidad e integrado por conocimientos, creencias y prácticas y, que en definitiva es un conocimiento moral.


"Todo esto es saber local", la gente experimenta consigo misma. No tiene nada que ver con un modelo que se llama Medicina pero no por eso es menos saber. Y concluía el antropólogo que se trata de un saber que hay que dignificar como complemento a la Medicina. 

jueves, 6 de julio de 2017

Segunda jornada intensa sobre antropología aplicada a la salud


La segunda jornada del curso comenzaba hoy con “Un enfoque social de las emociones”, a cargo de Eduardo Crespo Suárez, doctor en Psicología y catedrático de Psicología Social, de la Universidad Complutense de Madrid.

“Las  emociones están de moda”. Esto es algo que podemos observar hoy claramente en las librerías, donde se aprecia un gran posicionamiento de libros de autoayuda, señalaba Crespo, con títulos como Adiós tristeza, Buenos días alegría, Más allá del miedo, todos ellos centrados en la gestión de emociones. Esto denota que hay un amplio interés social y toda una industria en torno a las emociones y la idea de la felicidad.  

Señalaba el ponente, que estamos en una época “emocionalista”, con una tendencia cada vez mayor a utilizar una terminología emocional. Resaltaba el hecho de que la mayoría de los acercamientos al tema de las emociones es de fondo psicológico individual, basándose en el modelo de sujeto autodeterminado, a quien se considera que está condicionado por variables interiores y motivos personales.

Frente a esta tendencia dominante del enfoque psicológico individual, Crespo, propone un enfoque social. En este sentido, resaltaba el concepto de socialidad como alteridad (la idea del otro), en base a teorías como la psicología dialéctica de Vigotsky o la psicología social interaccionista, donde se da importancia a la interacción social como creadora de productos colectivos tales como normas sociales, creencias, valores o emociones. La idea de alteridad supone cambiar el foco de análisis centrado en el individuo, para dar importancia a la interacción y al sentido de la acción y de las vivencias que mantenemos, señalaba Crespo.


                                  Eduardo Crespo Suárez, 
                         en un momento de su intervención.  

Interacción entre genética y factores ambientales

También por la mañana, Eugenia Ramírez Goicochea, catedrática de Antropología Social y Cultural de la UNED, trataba el tema “Epigenética, las prácticas materialsimbólicas y los entornos antropogénicos”.

En su exposición, producto de un enfoque multidisciplinar biosociocultural, Ramírez partía del concepto de epigenética de Conrad Waddington, que viene a significar que los genes no se mantienen de forma fija, sino que se expresan, se modulan o se activan. Esto se traduce en un proceso de desarrollo de expresión, evolución e interacción de un producto genómico.

En este sentido, mostraba la ponente, la plasticidad fenotípica que se aprecia en organismos genéticamente ‘iguales’. En humanos que “en principio tienen el mismo genoma”, se pueden presentar diferencias apreciables según el estilo de vida, el estrés, el sufrimiento social, etcétera, a los que se hayan expuesto a lo largo de su vida, incluso antes de nacer. Y esto muestra la sensibilidad medioambiental de la epigenética en relación con la economía política, los estilos de vida, la crianza, el desarrollo, las experiencias… Además, hay teorías que reflejan hoy que el estado epigenético de los padres puede llevarse a las nuevas generaciones.

Es por ello, decía Ramírez, que si resulta que la epigenética es sensible a los entornos y ésta se puede transmitir a generaciones posteriores, “tenemos que cuidar los entornos”. “Y aquí entra un componente ético y político”.

Concluía diciendo que esto tiene implicaciones en diversos campos de estudio, incluida la antropología social: la construcción activa de los seres humanos en nuestras condiciones de existencia y en la de los demás.

  
  La catedrática Eugenia Ramírez Goicoechea, 
en la UNED de Guadalajara.

Aportaciones de la antropología feminista de la salud

La primera jornada de la tarde, empezaba con la intervención de María Isabel Blázquez Rodríguez, doctora en Antropología y profesora de la Universidad Complutense de Madrid. Su exposición giraba en torno al campo de la “Antropología feminista de la salud” atendiendo a las tesis de Marcia Inhom, de la Universidad de Yale, y de la antropóloga Mari Luz Esteban.

Según los análisis de estas dos autoras, se observa que hasta hace pocos años, los problemas de las mujeres se han planteado en términos biológicos, descontextualizando factores sociales y culturales y no reconociendo la perspectiva de las propias mujeres. Paralelamente, los principales estudios sobre la salud femenina se han centrado en la capacidad reproductiva y en la hormonación de las mujeres.

Ante este escenario, la ponente señalaba la necesidad de un enfoque biosociocultural, que atienda a las interacciones entre lo biológico y lo socio-cultural. En 2017, no necesitamos estudios generalistas, señalaba Blázquez,  sino una mirada más local, revisando cómo hemos constituido el conocimiento y con un análisis y denuncia del androcentrismo. Se trata de no tratar los temas de la salud basados en hombres sino en considerar que hombres y mujeres son diferentes y necesitan formas de intervención diferentes.

                                        María Isabel Blázquez, 
                                  en un momento de su charla

En el desarrollo de su ponencia, la antropóloga aludía también al incremento de la medicalización en la vida de las mujeres. Desde que el Estado empieza a establecer “qué es normal y qué es enfermedad”, se han producido procesos de medicalización y de control sobre la salud de las mujeres que se traducen en una mayor dependencia del sistema sanitario, aceptando el saber biomédico de los expertos como el más válido y fiable. Y, en este sentido, desde el propio ámbito médico se insiste en la devaluación y persecución de otros saberes que se consideran sin evidencia científica.

Sin embargo, concluía Blázquez, lo intersante que la antropología puede aportar al terreno de la salud es que las personas tenemos saberes y podemos decidir también sobre nuestra salud. Hoy en día, se está dando un proceso de autonomía y empoderamiento de las mujeres buscando otras opciones para su salud en medicinas alternativas y defendiendo su papel en la toma de decisiones.

  El VIH y la cronificación de la salud

Le tocaba hoy concluir la jornada a Fernando Villaamil Pérez, doctor en Antropología y profesor de Antropología de la Universidad Complutense de Madrid, con la ponencia titulada: “Estar sano frente a pertenecer sano: La rutinización del test del VIH entre gays y la cronificación de la salud”.

La última exposición de la tarde abordaba las conclusiones de un estudio aún no publicado donde se muestran diferentes aspectos respecto a la prueba del VIH desde el enfoque de las políticas médicas y desde el enfoque del ciudadano gay.

Villaamil ponía de relieve cómo el test del VIH ha ido cambiando de significado y de valor, no solo por aspectos biológicos sino también por cómo se configura la relación entre los agentes sociales. El modelo sanitario iniciado en los 80, cuando surge la enfermedad asociada al virus VIH, ponía el énfasis en medidas de responsabilización de los individuos y, en ese momento, fue el colectivo gay uno de los más interesados en la promoción del sexo seguro. A partir del 96, conforme avanza el tratamiento, se van introduciendo políticas de promoción activa de la prueba como medida de prevención. El modelo inicial se abandona totalmente en 2006, pasando a establecerse una serie de medidas que ya no dependen del individuo sino del sistema médico y de la asistencia de tratamientos eficaces. Las personas que siguen el tratamiento consiguen una carga viral tal que no es infecciosa.
En este sentido, señalaba el ponente, lo que se produce es una relación de subordinación de la persona con VIH al sistema médico y las campañas de prevención se van abandonando por políticas orientadas a la realización de la prueba.

                         Fernando Villaamil Pérez 
    y el coordinador del curso, Ambrosio Sánchez de Ribera


Desde la perspectiva del individuo, Villaamil ponía el énfasis en la idea de la cronificación de la salud en el ámbito de los gays. Ser gay y VIH son dos ideas muy asociadas. La universalización del riesgo conlleva a una normalización de la prevención y a la normalización de la prueba. El individuo se somete a la idea de la autora Kathy Charmaz “de estar en permanente lucha contra los riesgos”. Lo que se cronifica es la salud -el hecho de no ser infeccioso- y esto somete al individuo a una situación nada benefiosa. 

miércoles, 5 de julio de 2017

Salud y enfermedad, un enfoque antropológico


La salud es una de las principales preocupaciones sociales de hoy en día.  

Partiendo de esta idea inicial, comenzaba hoy su conferencia el primero de los ponentes del curso de verano “La Salud y la enfermedad. Aportaciones desde la antropología social y las ciencias sociales”, del Centro Asociado de la Uned en Guadalajara. Un curso que pretende mostrar el desarrollo de un enfoque crítico, desde la psicología social, la sociología y la antropología social, sobre los conceptos de “salud” y “enfermedad”.

Josep María Comelles Esteban, doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Psiquiatría y Doctor en Antropología, con la conferencia “Las ciencias de la salud en la encrucijada. Entre la etnografía, la clínica y el laboratorio” ponía de relieve la necesidad de rescatar el aspecto etnográfico en la práctica médica y en la confección de campañas de salud preventivas.

El también profesor emérito de la Universidad Rovira i Virgili, exponía un panorama social en el que todo lo relacionado con la salud, la enfermedad y la atención en los países desarrollados es un elemento principal del PIB de un país. Las preocupaciones de la gente acerca de su salud producen demanda y, como hay demanda, "hay ofertas de salud de todo tipo".  Al sector público de salud le hacen también demandas y los profesionales de la salud, en muchas ocasiones, “atienden a gente que no tiene nada”, sino que basa sus visitas en preocupaciones, exponía Comelles.

Ante este panorama de preocupaciones “culturalmente construidas”, el profesor manifestaba la necesidad de un cambio en la asistencia médica, en el que el médico vuelva a retomar el aspecto etnográfico que formaba parte de la praxis médica antes del siglo veinte. “Hasta entonces, ningún médico era exclusivamente clínico. Cualquier médico utilizaba una mirada clínica y una mirada etnográfica para saber atender los problemas que atender”. “A partir de principios del siglo veinte, la Medicina abandona la mirada etnográfica y se introduce el laboratorio, un equipamiento que va a aumentar la precisión del diagnóstico, desplazando el interés del contexto social, cultural y físico en que vive el paciente”.

Hoy en día, las enfermeras y enfermeros son los que hacen una narrativa etnográfica que antes hacía los médicos, “ellos viven la realidad de un modo distinto”, analizan los aspectos contextuales del paciente, “aunque no se reconoce esta función”, afirmaba Comelles. 

                          Josep María Comellos Esteban 
                       en la primera ponencia del curso. 


¿Es posible una medicina exclusivamente "biomédica"?

Ante esta pregunta, el profesor manifestaba que no es posible. Y en su argumentación aludía a una reflexión del reconocido médico germano-peruano, Maxime Kuczinsky-Godard, de 1944, quien en una monografía de antropología médica decía que “el o la profesional de la Salud, para ser lo que debe ser, no debe limitarse a esperar que se presenten enfermos, ha de penetrar el medio, ha de interesarse por todos los aspectos de la vida del pueblo cuya protección es su propósito”.

Hoy en día el problema sigue siendo el mismo, hay que adaptarse a situaciones concretas, hay que ir al sitio, saber mirar. Es preciso conocer la historia clínica y dar importancia al relato del paciente. Pero, la irrupción de la Web 2.0 cambia las reglas del juego: La investigación médica y la biomédica adquieren un papel dominante, donde lo cultural y lo social son ignorados. No importa la salud, se pone énfasis en la enfermedad y en el diagnóstico mediatizado por el laboratorio y la tecnología.

Sin embargo, concluía Comelles, los resultados de este cambio de práctica médica, no son suficientes. Hay que retomar el énfasis en la salud, en la mirada etnográfica y clínica, en un entorno en el que, además, el paciente también forme parte en la gestión de su salud.

                          El coordinador del curso, Ambrosio Sánchez,
                                   presentando a Comelles.


Una mirada crítica a la Psicología positiva

La segunda de las conferencias de hoy, con el título “Psiudadanos, la industria de la felicidad y la psicología positiva: individualismo, política y consumo”, corría a cargo de Edgar Cabanas Díaz, doctor en Psicología, profesor de la Universidad Camilo José Cela e investigador del Max Plank Institute for Human Development.

Cabanas ofrecía a los asistentes el resultado de un trabajo crítico con la Psicología positiva, incidiendo en un análisis sociológico y político de la felicidad. Su principal línea de investigación gira en torno al análisis de las raíces históricas y los usos políticos, económicos y educativos de la noción psicológica y contemporánea de la felicidad.

En su intervención, comenzaba exponiendo cómo el tema de la felicidad está hoy presente en todos los ámbitos de la vida y cómo desde hace dos décadas surgen los “expertos de la felicidad” en torno a la Psicología positiva, con técnicas como el “mindfulness” o el “coaching”. “Es una idea bastante extendida y bastante nueva en la historia. Hoy es una concepción política, en la forma en que se estudia, se forma y se aplica. Los expertos en la idea de la felicidad están muy en contacto con las instituciones políticas”, afirmaba Cabanas, añadiendo que “hay una ética detrás que es una ética político-ideológica”.

Se conocen políticas de la felicidad asociadas a los países. Lo importante es señalar que, una vez que la felicidad se toma como aspecto objetivo y neutro, lo que hace es despolitizarse y se convierte en un objetivo neutral para tomar decisiones. La idea es utilizar la felicidad como un término tecnocrático. La felicidad se usa como un criterio apolitizado para adoptar decisiones de gran calado.

En este sentido, señalaba Cabanas, ya hay países donde se ha creado un Ministerio de la Felicidad, para ver si sus políticas están bien o mal encaminadas. Y ponía el ejemplo de David Cameron, cuando introdujo en Reino Unido la política de la felicidad al tiempo que hacía grandes recortes sociales.  

                       Edgar Cabanas en la UNED de Guadalajara.

Por otro lado, apuntaba, el gran negocio que supone hoy en día el tema de la felicidad. Estamos asistiendo a una verdadera inundación de páginas web, charlas, cursos, congresos, terapias que trabajan y plantean la felicidad como objeto científico y como una aspiración necesaria y natural al alcance de todos, independientemente de las circunstancias externas. La psicología positiva se ha introducido con fuerza en el mundo académico y profesional de la psicología, pero cada vez hay más voces que cuestionan su validez científica y la supuesta inocencia de sus planteamientos.

La felicidad no es una idea abstracta de salud, “lo que el discurso de la felicidad pretende perfilar es un modelo de ciudadano ideal”. Según Cabanas, se impone el imperativo de mantener una actitud positiva ante las adversidades de cualquier tipo.