martes, 6 de julio de 2021

SEGUNDA JORNADA: 'ESTRATEGIAS Y DISPOSITIVOS DE AFRONTAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA PANDEMIA DE LA COVID-19'

Vacuna Emocional contra la Covid-19: cómo superar la angustia frente al coronavirus y cualquier estrés de la vida

Marta Isabel Díaz García, profesora titular, Facultad de Psicología, UNED

Félix Hernández Lemes, coordinador del Curso de Verano, presenta a Marta Isabel Díaz, especialista en Psicología Clínica, que tiene un libro nuevo que se llama “Vacuna emocional”, que hoy presenta. 

Este libro surgió en el confinamiento, tras la recepción de multitud de llamadas con problemas de la vida con un impacto angustioso, no solo ante el coronavirus, sino cualquier estrés de la vida.

Lo que más llamó la atención de la profesora fue lo que la pandemia nos recordó, lo efímeros y frágiles que somos en un mundo inestable, volátil, con escenarios inciertos, que son realmente las únicas certezas consistentes en la vida humana. Una vez más en la historia, el fallecimiento de miles de seres humanos nos obliga a reflexionar sobre quiénes somos y qué estamos haciendo con nuestra vida y con la de los demás.

Según la pirámide de Maslow nuestras necesidades primarias están cubiertas. Pero la pandemia puso en riesgo los dos niveles inferiores, que considerábamos superados. Teníamos miedo de no cubrir las necesidades básicas y fisiológicas. Hacía décadas que la sociedad occidental no estaba así, se puso de manifiesto que si nuestras necesidades básicas no están cubiertas, no podemos atender las superiores.

La vida es incontrolable e impredecible. Pero el ser humano crece ante la adversidad, gracias a ello hemos conseguido el desarrollo, el conocimiento y la prosperidad actuales. El ser humano tiene una capacidad de aprendizaje, recuperación y resiliencia como ninguna otra especie ha desarrollado. Además, nuestro sistema inmunológico nos protege y ha sido progresivamente mejorado a través de las vacunas, el gran descubrimiento de la medicina desde finales del siglo XVIII.

El ser humano tiene una resiliencia, que es la inoculación emocional. Lo que no parece que tengamos tan claro es que también tenemos la capacidad de crear inmunidad psicológica, es decir, la de vacunarnos emocionalmente. Es ya una necesidad si queremos vivir una vida valiosa y significativa, debido a que la vida es una incertidumbre.


Sin inteligencia emocional no vamos a poder tener una vida valiosa, significativa y feliz, el excipiente de esta vacuna emocional serían los valores de la vida y el contexto es el crecimiento personal sostenido a lo largo de nuestra existencia.

La falta de aceptación de lo que somos y de nuestro contexto nos lleva a una gran frustración. Una vez aceptado quiénes somos y nuestro contexto podemos gestionar de forma más inteligente los retos de la vida.

Tenemos que entender quiénes somos y qué es la vida

(Contamos con la conciencia, con la llamada metaconciencia, como punto de partida del cambio)

-       Estamos diseñados para sobrevivir y no para ser felices

o   Trampas del cerebro emocional

§  Razonamiento emocional

§  Víctimas de nuestro propio éxito

La realidad en la que hemos evolucionado es incontrolable e impredecible

-       Ilusión de control frente a control real

-       Confundimos deseos e imágenes con la realidad

-       No siempre querer es poder

    ¿Qué es la Inteligencia emocional?

-       La capacidad para identificar los sentimientos propios y ajenos, entenderlos, aceptarlos y gestionarlos en función del objetivo

-       Una persona que es inteligente para el manejo de los sentimientos es una persona con inteligencia emocional

-       Cinco capacidades básicas:

1.    Identificar sentimientos propios y ajenos

2.    Reconocerlos, nombrarlos

3.    Gestionarlos o manejarlos

4.    Utilizarlos como mecanismo de motivación

5.    Gestionar las relaciones sociales



 

Inteligencia Emocional Intrapersonal

La auto-conciencia es la atención interna, sincronizar con uno mismo. Tomar conciencia de lo que se hace en el mundo, de nuestro propio ser como persona, de nuestra conducta, actos, pensamientos y sentimientos, deseos e intereses. No es un proceso idílico, requiere construir una estructura interna de confianza y seguridad personal. Es un contenedor de los sentimientos e ideas, de cualquier tipo, que pueden darse en la mente de una persona. 

Estrategias de auto-regulación o auto-control

Es el conjunto de procesos que llevamos a cabo cuando nos gestionamos de forma exitosa en la consecución de un objetivo. Analizamos el entorno, cambiando nuestra actuación o perspectiva si es necesario.

Para ello:

-       Dirigir nuestro pensamiento mediante nuestro diálogo interno

-       Cambiar expectativas, renunciar a deseos, cambiar objetivos, arriesgarse

-       Modular nuestros estados emocionales

-       Flexibilizar nuestra conducta, adaptándola

-       Innovar

Tan importante es restringir las emociones, como mantener o incrementar una emoción. La atenuación del arousal emocional para trabajar de forma eficaz o la restricción de una expresión de ira en público son muestras de regulación emocional. La regulación adaptativa de emociones tiene un impacto positivo sobre la salud. La habilidad para atender, identificar, procesar y actuar como resultado de la emoción es la inteligencia emocional.

Déficit en auto-regulación emocional à psicopatología

Las emociones como palanca motivacional:

-       La motivación personal está muy relacionada con el desarrollo de la emoción necesaria para desempeñar cualquier acción con el interés adecuado

 -  La motivación personal trata pues de generar o aprovechar el estado emocional y mental necesario para poder desarrollar cualquier acción que necesitemos



La vida es como un tejido de emociones positivas tanto como las negativas, abrazando ambas.
Estrategias para fomentar emociones positivas:

-       Enfocarse intencionalmente en pequeñas cosas positivas en la vida

La investigación ha demostrado que simplemente la conexión con pequeñas cosas positivas que ocurren a lo largo de un día, una semana o un mes contribuye al incremento de la emocionalidad positiva

-       Comportamientos o acciones altruistas

Cuando las personas participan en comportamientos o acciones altruistas para otros, experimentan cantidades significativas de emociones positivas, ya sea un sentido de aprecio, orgullo, alegría, amor…

-       Conectar con otros: actividades sociales

-       Actividades significativas: explorarlas. Aquellas que absorben completamente nuestra atención y no nos cuestan. El tiempo pasa sin notarlo.

Conectar con otros: empatía

Capacidad para percibir, compartir y comprender lo que el otro pueda estar sintiendo. Hay tres tipos:

1.    Empatía cognitiva

2.    Empatía emocional

3.    Empatía compasiva

Las habilidades sociales son esenciales, son un conjunto de conductas y capacidades sociales aprendidas, que se manifiestan en situaciones interpersonales. Son estrategias o nociones sociales adquiridas, que nos ayudan a resolver situaciones de manera efectiva y estructurada con las demás personas

En la pandemia, muchas personas han reflexionado sobre la pregunta 6 porque muchas personas se han dado cuenta de que la brújula de su vida estaba dañada y necesitaban encontrar otra.

Valores: la brújula de la vida

-       Conjunto de ideas que establecen lo que es correcto y tiene valor en la vida

-       Teniéndolos en cuenta, es más fácil elegir y vivir. Ingrediente básico de la vacuna emocional 

-       Son el excipiente que permite mezclar los actos inteligentes emocionalmente (los valores guían nuestras decisiones con inteligencia emocional haciendo que el comportamiento aporte plenitud y satisfacción)

Hay dos tipos de felicidad:

-       Felicidad hedonista (cortoplacista)

-       Felicidad con el desarrollo vital

Valores: clave de la felicidad persistente

-       Una vida valiosa es una vida llena de sentido, que trasciende lo material y lo individual

-       El cambio valioso requiere conectar con nuestras motivaciones internas más importantes

-       El cambio personal en la dirección valiosa es una mezcla entre el pensar y reflexionar, combinado con la acción y el hacer (solo así sabremos si lo reflexionado coincide con lo experimentado)

    Cómo sé cuáles son mis valores:

-       Una vida valiosa y feliz es una vida equilibrada

-       El equilibrio resulta de atender todos aquellos aspectos que son relevantes para la vida. No quiere decir que la importancia que se dé a cada área sea la misma, una cosa es equilibrio y otra igualdad

-       Las áreas que toda persona debe atender son:

o   Salud física: tenemos un organismo que hay que cuidar

o   Salud mental: tenemos una mente que debe ser entendida y protegida

o   Relaciones sociales y familiares: somos seres sociales que deben atender y cuidar sus relaciones sociales

o   Trabajo: nuestra forma de ganarnos la vida que debe ser coherente con quién somos

o   Aspecto espiritual: el deseo de conectar con algo que trasciende nuestra naturaleza

Estamos diseñados para conectar, somos seres sociales. 

Muchas personas al hacerse esta pregunta se dan cuenta de que no están viviendo la vida que quieren vivir, pero ser consciente es el primer paso.

¿Por qué es importante identificar los valores de vida?

-       Identificar valores personales permite un conocimiento más profundo y ajustado de nosotros mismos

-       Tener claro cuáles son nuestros valores ayuda a vivir con coherencia e integridad, permitiendo que no haya sentimientos de culpa

-       Tener claros los valores personales es tener claras las prioridades en la vida (es más fácil distinguir qué es realmente importante y elegir entre las múltiples opciones que nos brinda la vida)

El poder de la gratitud

La gratitud es un sentimiento de veneración por todo aquello que nos han sido dado: la vida, personas, experiencias, bienes materiales

Hay que agradecer lo que somos y tenemos, no lo hemos conseguido solo nosotros. Todo está interconectado y la vida nos ofrece regalos continuamente: materiales (los que más apreciamos) e inmateriales (los más importantes y los que nos han faltado durante la pandemia) 

Ahora que la pandemia está más controlada volvemos a dar por hecho esas bases de la pirámide de Maslow. 

La compasión  nos conecta

-       Sentimiento que nace al ser testigos del sufrimiento o de la necesidad que experimenta otro (facilita la motivación para ayudar, y así aminorar la necesidad o sufrimiento que se observa)

-       Considerado por la investigación científica sobre la felicidad como una vía primaria para la felicidad (las personas compasivas son más felices y establecen relaciones más significativas)

    El sentido de trascendencia es el camino a la inmortalidad

-       Participando en el juego infinito de la vida

-       Lo creamos o no, si nosotros cambiamos todo cambia, somos parte de un sistema interconectado, y cualquier movimiento de una pieza afecta a los demás

    La vida no para, todo existía y existirá cuando nosotros no existimos, pero dejamos un legado, una huella… no solo a nuestros hijos sino al resto de la humanidad. 


Meditación autógena, un apoyo ante la Covid-19. Taller práctico-teórico

Blanca Mas Hesse, profesora titular, Facultad de Psicología, UNED

Psicóloga que ha trabajado en la puesta en marcha del servicio SPA (Servicio de Psicología Aplicada de la UNED). Lleva practicando desde pequeña la meditación autógena, que le llevó a Malasia.

Una herramienta para poder transitar por estos momentos difíciles y que nos lleve a llegar a ser quiénes queremos ser es la meditación autógena, una herramienta fácil y adaptada a nuestra mentalidad.

La profesora promueve una clase práctica a los alumnos donde el primer paso es contactar con la tranquilidad. La postura es muy importante, sin tensión muscular. Repetir “estoy tranquilo/a”. Para que sea fácil contactar con la tranquilidad podemos contactar con algún momento de calma, en algún sitio tranquilo. A través de esa imagen de calma pensamos en qué queremos llegar a ser.

La Covid-19 es una amenaza global a la vida y a la economía, pero no es el único acontecimiento a destacar en este siglo XXI. De golpe nos hemos visto inmersos en un problema que se suma a los que ya existían.



La gripe española fue aún más mortal que la que estamos viviendo, que se sumó a la Primera Guerra Mundial. Se calcula que 50 millones de personas murieron cuando la población mundial tenía unos 1500 millones. Actualmente pueden haber muerto 4 millones de personas, de más de 7000 millones que hay en el planeta.

Características de la Covid-19:

-       Es indetectable

-       Amplio espacio temporal existente entre la realización de una conducta y la manifestación de los síntomas

-       Conductas para evitar los contagios no aseguran al 100% la salud

Nuestra conducta puede afectar al otro, que me es desconocido

El virus no ha afectado por igual a todos: ha afectado más a mayores de 55 años y con problemas previos y en áreas de mayor pobreza con menos recursos.

Otro segundo ejercicio de meditación lleva a llevar el peso al brazo derecho para los diestros y al izquierdo para los zurdos. Repetimos “estoy tranquilo/a” y “mi brazo derecho pesa”, mientras somos conscientes del peso de nuestro brazo predominante. Coger aire y expulsarlo en un resoplido. 

La pandemia nos ha enfrentado a un sistema complicado de los factores estresantes:

-       Cambios abruptos en las circunstancias de la vida

-       Confinamiento

-       Incertidumbre sobre el futuro

-       Deterioro de los medios de vida

-       Restricción de contactos sociales

-       Privación de los bienes culturales

La Sociedad Europea para el Estudio del Trauma ha visto la pandemia como un estresor de alta magnitud capaz de activar el trastorno de estrés postraumático o síntomas del trastorno u otros trastornos postraumáticos como ansiedad y depresión  y los problemas del sueño (coronasomnia).

Es importante hacerse estas preguntas y apuntar las respuestas. Además podemos preguntarnos ¿cómo puedo aprender de la adversidad? y ¿cómo vivo yo la muerte?

¿Para qué aprender meditación?

Nos va a traer calma como regulación emocional y nos va a llevar a afrontar después los problemas. Nos va a hacer una especie de limpieza de la mente, conlleva una mente clara. Además, restaura el patrón de sueño. Nuestra mente es una aliada de nuestro bienestar emocional. La meditación nos ayuda a optimizar la energía. Las emociones negativas nos sitúan en la desgana, de falta de fuerza para hacer las cosas. Pero si salimos de ahí, la vida vuelve a nosotros. La meditación despierta la alegría de vivir. Cuando meditamos tenemos una sensación de mayor alegría, no desbordada. No se evitan las emociones negativas, pero sentimos que estamos donde queremos estar.

Blanca realiza de nuevo una práctica, de calma y tranquilidad. Además recomienda que los alumnos hagan un diario de sesiones y un registro.

¿Qué es y qué no es meditar?

Normalmente nuestra mente deambula por los pensamientos. Esta activación de los pensamientos ocurre cuando tenemos la mente activada por defecto, al igual que la lengua produce saliva. Tenemos elección con qué hacer con los pensamientos que llegan a nuestra mente, aunque no sobre los pensamientos que pasan por nuestra mente. Si el pensamiento es importante, debemos atenderlo  y pasar al proceso de solución de problemas. Cuando activamos nuestro modo ejecutivo y racional buscamos soluciones. No tenemos mucho control sobre los pensamientos que deambulan, pero sí sobre lo que hacemos con ellos.

La meditación empieza con una búsqueda, la búsqueda de la autoconciencia. La meditación te enfrenta contigo mismo, con lo bueno y con lo malo, de esa forma podemos cambiar. Hay un descubrimiento. Llega un momento en que te has encontrado a ti mismo, “estás en casa”. La meditación te transforma y te devuelve al lugar de partida. La meditación de hoy no es médico-religiosa, es muy occidental. Fue desarrollado por Johannes Heinrich Schultz quien lo presentó en abril de 1937 (“El entrenamiento autógeno”)

En la obra de Schultz hubo influencias claves:

-       Los trabajos de Oskar Vogt

-       Las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud

-       La meditación

Realizan de nuevo una práctica con postura de calma. La práctica de esta técnica requiere una concentración pasiva. Estado de alerta con conciencia objetiva. El yo consciente deja de esforzarse por un resultado particular, se mantiene como un observador alerta pero pasivo.

Aceptación pasiva: actitud de espectador ante cualquier experiencia. Observación sin interferencia ante cualesquiera experiencias que surja a lo largo del entrenamiento. No meditamos por un objetivo concreto, los cambios se producen al meditar. La meditación tiene mucho de exposición porque nos exponemos a nuestros recuerdos. La concentración pasiva depende del contacto mental con la parte indicada en la fórmula y la representación de la fórmula.

La meditación unifica mente y cuerpo, dándonos presencia. Hay personas que han pasado trauma que tienen una disociación de la mente y el cuerpo.

Continúa la clase con una nueva meditación donde se encuentra la calma y se concentran en el peso primero del brazo derecho de los alumnos y luego del brazo izquierdo. Terminan con un resoplido para expulsar el aire.

Al practicar esta técnica además de la aceptación pasiva y la regulación pasiva, es importante la reducción de la estimulación. Nos permite un equilibrio en la actividad de ambos hemisferios cerebrales. Pueden aparecer recuerdos, también traumáticos, durante la meditación, incluso dolores físicos. A través de la meditación nos podemos ir deshaciendo de ellos. Pueden aparecer descargas autógenas.

De nuevo propone una práctica para ser conscientes del peso de los brazos. La vuelta siempre con la flexión con fuerza de los brazos y una respiración profunda.

Estas prácticas tienen alguna contraindicación. Es para niños mayores de 5 años, con consciencia corporal. Tampoco está indicado para personas sin motivación, no es posible el control de las descargas autógenas, no es posible su evaluación y para la psicosis esquizofrénica. Para las personas hipertensas puede no estar indicada, además, igualmente para personas diabéticas, con glaucoma. Tiene una enorme labor en medicina y está totalmente comprobado para la mayoría de las personas.

Proporciona un estado de calma, con hipometabolismo basal y reducción de la actividad neurovegetativa, reducción protectora de la activación.



 


 


El entrenamiento autógeno abarca a toda la persona. De nuevo una práctica. Dejar pasar los pensamientos, que se vayan sin darles conversación. El objetivo es estar en calma.

Cuanto mayor sea el tiempo entre las fórmulas (“estoy tranquilo/a”, “mi brazo pesa”), cuanto más silencioso sea el entrenamiento, más se favorecerá el desarrollo de la concentración pasiva. La concentración pasiva es el quid del cambio, nos permite que entremos en esa fase autógena. Cuando aprendemos a dejar pasar nuestros pensamientos, que son irrelevantes y que no sirven, hay que aprender a dejarlos pasar. Son pensamientos que son estados mentales y no realidades. No nos quedamos con ninguna sensación ni pensamiento, así educamos nuestra psique. La meditación también te enseña quién eres y te ayuda a cambiar. Para los budistas el camino es circular, nadie va delante ni detrás. Actualmente vivimos en una sociedad muy competitiva. En un camino circular no hay esa competición. En el entrenamiento autógeno es fundamental la práctica. San Francisco de Sales ya decía que necesitamos media hora de meditación y si estamos muy ocupados, necesitaremos entonces una hora. Con dos minutos es suficiente, mejor tres veces al día (al levantarse, al mediodía y antes de dormir). La postura es muy importante, mejor acostado.

Las fórmulas autógenas son muy fáciles y muy repetitivas:

-       Tranquilidad: estoy tranquilo

-       Peso: mi brazo pesa

-       Calor: mi cuerpo está caliente

Con ellos llegamos al estado autógeno que nos permite dejar pasar los pensamientos.

Otras fórmulas también:







     Cuando somos conscientes del peso y el calor, estamos ya en el entrenamiento autógeno. Se suelen conseguir ambas en unos tres meses. Al hacerlo debemos preguntarnos qué nos está aportando para nuestra vida, qué estamos aprendiendo. 

Un dispositivo de atención telemática en el confinamiento estricto

Jorge Díaz-Romeral Gómez, psicólogo clínico en el Ayuntamiento de Guadalajara, y Mónica Ahrendt García, directora del Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED Guadalajara. 











La pandemia ha sido un colofón y querían explicar cómo han trabajado en el SPA, donde los tres han trabajado. La intervención se complicó con el confinamiento.

Introducción

En noviembre y diciembre de 2019 empezamos a oír a hablar de Wuhan y recibir imágenes apocalípticas con trajes, fallecidos… que nos sorprenden, pero que nos pilla muy lejos. Poco a poco empezamos a ver que salta a Italia y se extiende a nivel mundial. El 11 de marzo se paralizan las clases en Madrid y el 13 en Castilla-La Mancha, el 14 de marzo nos confinan y pasamos a un Estado de Alarma en principio para quince días. Nos llega un montón de información, construcción de hospitales en Ifema, la UME desinfectando, trajes y mascarillas…

Montaje de dispositivo

Se empieza a ver que no van a ser dos semanas, sino más tiempo. En ese momento, que era muy difícil ir al médico o al psicólogo, empiezan a valorar montar un dispositivo. Comienza a haber una necesidad de desahogo de situaciones nuevas e impactantes. Empiezan a tener una consciencia del problema y requiere de una capacidad y una voluntad de dar respuesta.

Se firma entonces un convenio entre el Ayuntamiento y la UNED gracias a la figura de Jorge Díaz-Romeral, que actualmente trabaja en el Ayuntamiento, pero había trabajado en el SPA de la UNED. Buscaron a los profesionales intervinientes y gestionando los medios telemáticos, sin esa presencialidad. Sabemos que tenemos teléfono e internet, un teléfono que se puso en marcha para cualquier ciudadano durante 12 horas al día. Además, empezaron a recopilar información válida y oficial. Hubo un ofrecimiento al COP (Colegio de Psicología de Castilla-La Mancha).

Intervinientes

Se empezaron a plantear desde dónde podían intervenir. Era una situación de emergencia, catástrofe y desastre. Aplicaron la psicología de Emergencias, no es terapia, es una intervención distinta. La intervención es puntual, esporádica… Pero esto no era una situación de emergencia puntual, sino que se alargó en el tiempo, donde los psicólogos también eran personas afectadas.

1ª Prevención

-       Formación profesional y sobre el estrés

-       Pertenencia al grupo y organización

La situación era absolutamente novedosa para todos. Había muchos voluntarios que pedían ayudar, pero no todos podían hacerlo. Necesidad de conocer al psicólogo que interviene, para mejorar el trabajo en equipo. Valorar que los intervinientes estaban viviendo la misma situación que las personas afectadas.

2ª Durante el acontecimiento

-       Seguridad personal: recursos individuales

-       Peer support

Gestionar un protocolo de actuación, filtrado por parte del responsable.

-       Selección del profesional adecuado

-       Introducción de características de la intervención

-       Valoración de la disponibilidad para actuar

-       Recordar que no era un proceso de terapia

3ª Intervención

-       Defusing

-       Debriefing

Imposibilidad de hacerlo presencialmente

Necesidad de valorar la sobrecarga emocional y psicológica (apoyo y desahogo en caso necesario)

Elaboración de un informe posterior

Difusión:

Cómo llegaron a la gente, gracias al Ayuntamiento y a la UNED, van poniendo en marcha un teléfono fijo y un correo electrónico a través de sus redes sociales y sus páginas web. Además, se hizo a través de la radio, donde había una colaboración semanal donde se hablaba de los aspectos psicológicos que podían afectar a la población a medida que avanzaba el confinamiento.













Casos prácticos:
















Afrontamiento Psicológico de la Covid-19 desde las Terapias de Tercera Generación

Félix Hernández Lemes, profesor tutor Facultad Psicología UNED, supervisor Servicio Psicología Aplicada UNED Guadalajara.

La compasión es fundamental para el afrontamiento psicológico de la Covid-19, ya no solo desde el punto de médico, sino ya psicológico. El efecto escalón es que la Covid-19 ha ampliado los problemas de los que ya los tenían y los que no los tenían previamente, han empezado a tenerlos.

Impacto psicológico de la Covid-19 en España

La llegada de la Covid-19 supuso hacer frente a una situación inédita hasta ahora en nuestra sociedad, donde además de tener que afrontar los efectos directos del virus, como pueden ser la sintomatología de la propia enfermedad, el miedo al contagio y la preocupación por nuestros seres queridos, también tuvimos que lidiar con las medidas de cuarentena puestas en marcha para frenar la pandemia.

Entre 18 y 39 años parece que el impacto psicológico ha sido mucho mayor que el de personas de más edad.


En esta encuesta el miedo es el que tiene un papel predominante. Quienes han tenido más miedo han sido el grupo entre 45 y 55 años. El grupo de mayor miedo a contagiarse ha sido, sin embargo, el de 18 a 24 años.

La investigación del CIS da la medida numérica de lo que conocemos como Fatiga Pandémica. Un estado psicológico en el que se manifiestan la ansiedad, la tristeza, el desánimo, la apatía, el hartazgo, la frustración y la desesperanza.

El miedo pasa a ser la emoción principal, pero hay que normalizar la sensación de miedo, que todos tenemos de forma habitual. Nuestro diseño no está hecho para que seamos felices, sino para que sobrevivamos. Gracias al miedo podemos evitar situaciones que pongan en riesgo nuestra vida.

Metáfora del túnel

Imaginemos que lo que es importante para nosotros está al otro lado del túnel, pero a ti te dan miedo los túneles, los odias y los evitas. Has intentado llegar al otro lado bordeando el túnel, pasándolo por encima, pero esos caminos no llegan al otro lado, te han hecho perder el tiempo. Decides coger el túnel sin saber qué te vas a encontrar, comienzas a andar y el olor es tan nauseabundo que comenzamos a sentirnos mal, está oscuro, nos asustamos y nos damos la vuelta, desandando lo andado. Es como si estuvieras decidido a pasarlo mal, pero dentro de un límite. Esta metáfora quiere decir que para llegar a realmente lo que queremos tenemos que pasar por ese túnel. Para llegar a ver a nuestras personas queridas, tenemos que salir de nuestra casa, lo que no va a significar que dejemos de tener miedo.

Uno de los abordajes de las Terapias de Tercera Generación explica que para llegar a donde nosotros queremos es que hay que sufrir y sentir miedo. Steven C. Hayes explica que se intenta convivir con nuestras emociones, es la Terapia de aceptación y compromiso. Una de esas terapias es la del sufrimiento humano.

 El sufrimiento humano: en nuestro mundo actual, uno siente la obligación de sentirse bien y evitar el sufrimiento porque es considerado como algo anormal, negativo e inapropiado para vivir una vida plena.

¿Quién se adapta mejor a la realidad dificultosa?

Las personas con una mayor capacidad de sufrimiento. Vivimos en una sociedad donde se trata de evitar el sufrimiento. El hecho de sentirse mal y creerse mentalmente sano, socialmente, no son conceptos que formen pareja cultural, como tampoco la forman el hecho de sufrir y vivir la vida. Si alguien dice “me siento mal, pero estoy bien” se le mira con extrañeza, tratando de encontrar el por qué esa contradicción. Si evitas el sufrimiento, evitas la vida.

Vivimos en un mundo a modo de supermercado de razonamientos y recetas para casi todo (“cómo ser feliz”, “cómo evitar el sufrimiento”, etc.), que terminan siendo mezcladas por cada uno en su cóctel personal propio.

-       Algo falla en la lógica de querer ser feliz como contrario al malestar en la vida.

-       Algo falla además en la lógica del planteamiento cultural más asumido sobre la salud mental.


El dolor es inevitable, pero el sufrimiento depende de nuestra gestión de ese dolor. 

La aceptación es uno de los procesos psicológicos más complicados y más necesarios. La plegaria de la serenidad que se suele usar en los programas en  12 pasos que se manejan en los tratamientos para las adicciones emocionales o a sustancias dice:

“Dame, Señor, la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar; valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”.

La aceptación como alternativa a la evitación: la aceptación es la adopción voluntaria de una postura intencionadamente abierta, receptiva, flexible y exenta de juicios en relación al momento presente.

Gracias a la aceptación vamos a ser capaces de llegar al otro lado del túnel, es la actitud de estar dispuesto a entrar en contacto con las vivencias internas negativas. La aceptación no debe confundirse con el auto-ensimismamiento. La actitud de apertura hacia las vivencias psíquicas no es un fin en sí mismo. A veces la aceptación tiene connotaciones poco saludables, no es resignarse o dejar las cosas como están. No significa apechugar o soportar.

La aceptación se trata de un proceso de desarrollo voluntario, nunca permanece constante. La aceptación entraña asumir altibajos, podemos hacerlo mejor, pero nunca lo vamos a hacer perfecto. La aceptación no es fracaso, más bien se trata de reconocer que una determinada estrategia no ha funcionado o no puede dar resultado.

La flexibilidad cognitiva es adaptarse por ser flexible, susceptible de cambios según las circunstancias o necesidades. Se puede definir la flexibilidad psicológica como el hecho de estar en contacto con el momento presente, como ser humano consciente, de manera total y sin necesidad de defensa, y persistir en una conducta o cambiarla, en función de los valores elegidos.

La gente sufre cuando se sobre-identifica o se fusiona con el miedo, su repertorio conductual es de evitación. Tener razón sobre lo que va mal puede llegar a tener mayor importancia que la importancia de vivir una manera más vital y efectiva.

Cuando nos fusionamos con ese miedo, nuestro comportamiento, gracias al sistema límbico, nos va a llevar a una evitación. Se acaban cumpliendo las profecías auto-cumplidas. La flexibilidad solo es posible desde la perspectiva del yo.

Si uno se sobre-identifica con la historia de su propio yo o se aferra rígidamente a una visión del yo inviable, en general, desembocará en profecías auto-cumplidas. Como resultado se da una amplificación injustificada del impacto de los aspectos más penosos de la historia personal previa.

La terapia no sería más que la provisión a las personas que sufren de un conjunto de condiciones o situaciones que les permitan aprender la perspectiva del yo y la flexibilidad para poder reaccionar a los eventos privados temidos, el sufrimiento.

La perspectiva del yo permite al sujeto conocer de manera vivencial que, independientemente de lo que pueda surgir, el yo no está amenazado. Y esto no ocurre porque el yo sea algo permanente, sino porque el yo no es una cosa, es la perspectiva desde la que se observa la actividad verbal. El Mindfulness nos enseña a dejar de luchar, dejar de resistirnos a lo que hay, abrazando lo que surge y confiando en que tenemos los recursos necesarios para poder afrontarlo. Cuando descansamos y aceptamos tenemos mayor oportunidad para percibir y relacionarnos con las circunstancias, con mayor claridad y libertad. Se favorece la flexibilidad frente a la impulsividad o rigidez.

La aceptación de los pensamientos automáticos y críticos ayuda a considerar los pensamientos como lo que son, solo pensamientos, hechos mentales, que se observan de forma neutral, desde la distancia, sin que el individuo se identifique con el contenido y se conviertan en la verdad que define el yo. Se fomenta el desarrollo del yo observador.

En el contexto de una mayor flexibilidad psicológica, el sufrimiento psíquico, que es inherente a las situaciones difíciles de la vida, puede ser aceptado por lo que es y es posible aprender de él. Se puede cambiar el centro de atención hacia aquellos comportamientos que realcen la vida.

La Terapia de Aceptación y Compromiso funciona a través de un proceso de flexibilidad psicológica, que comprende la defusión, la aceptación, la atención flexible al momento presente (mindfulness), el yo como contexto y los valores y compromiso de acción.

ACT: La Terapia de Aceptación y Compromiso trabaja entre la aceptación y el cambio. Entre aceptar lo que no se puede cambiar y comprometerse a cambiar lo que se pueda y le merezca la pena al paciente. La vida humana es limitada y no se puede ir posponiendo todo aquello que se considera valioso.

Se incorporan ejercicios derivados de las psicoterapias existenciales como por ejemplo ayudar al paciente a imaginar su epitafio.

Metáfora del jardín

Esta metáfora consiste en que todos tenemos en la vida cosas que nos gustan y cosas que nos hacen sufrir. Hay que imaginar que las flores son aquellas cosas que debemos conseguir o cuidar, somos los jardineros (familia, trabajo, pareja, autocuidado…). Pero en ese jardín hay desgana, miedo, nudo en la garganta… son pájaros que nos distraen de lo importante. Mientras evitamos ese sufrimiento y nos entretenemos con esos “pájaros”, dedicamos nuestros recursos a esto descuidando nuestro jardín, nuestros valores personales. El Mindfulness nos ayuda a gestionar esto, porque pájaros seguiremos teniendo. Cuando descuidamos el jardín tendemos a caer en las profecías auto-cumplidas, en ese caso no debemos evitar a los pájaros (esas sensaciones), sino realizar acciones para cuidar nuestros valores (nuestro jardín).

Félix propone una sesión práctica ACT donde los alumnos ponen las palmas de las manos delante de la cara, que van a representar los pensamientos. Si están delante no nos van a dejar ver. Si retiramos las manos no se van de nosotros, están ahí, pero ya no nos impiden ver. Lo más importante es que las manos como representación de los pensamientos siguen estando ahí, no las hemos eliminado. Pero sí cambiamos nuestra relación con esas manos-pensamientos, no les damos prioridad.

Metáfora de la linterna

Estamos en una habitación oscura, encendemos la linterna y alumbramos a un tesoro. Apagamos y al encender alumbramos al cubo de basura. La luz con la que alumbramos es la misma, es el yo interno, no depende de a lo que ilumine.

El trabajo en valores: los valores son la brújula que dirigen nuestra conducta hacia lo que nos importa de verdad. Son elegidos, son un proceso, nunca se alcanzan (se puede seguir caminando hacia ellos) y pueden mantenerse a lo largo del tiempo. Ejemplo son la  creatividad, el amor, humildad, gratitud… El trabajo terapéutico trabaja en el camino, que el paciente sea capaz de pasar el túnel. La diferencia entre valores y metas, el valor es un proceso y la meta es un resultado.

El ejercicio de las llaves

Le predimos al paciente que lleve unas llaves y cada una de ellas están colocadas delante de él representando sus miedos. Tiene que volver a ellas porque algunas puertas no se van a abrir si no recurre a ellas. Es decir, no puede evitarlas, tiene que enfrentarlas para avanzar. Tu dolor es tu fuerza, cuando me acepto tal y como soy, entonces es cuando puedo cambiar.
Terapia centrada en la compasión, sobre todo para los que tienen voces muy críticas por una falta de afecto, en muchos casos. La autocompasión implica ser más compasivos con nosotros mismos en vez de ser tan críticos con nosotros mismos. La autocompasión es aceptarse a uno mismo y ser amable con nosotros y no egoísmo o autoindulgencia. 

La compasión es la capacidad de hacerse consciente de nosotros mismos, de nuestro propio sufrimiento y desarrollar el compromiso de intentar disminuir ese sufrimiento, tanto propio como ajeno. Lo que pretende es conectarnos con el afecto natural que los seres humanos somos capaces de generar a otras personas y a nosotros mismos.

La Terapia centrada en la Compasión no consiste en evitar el dolor ni en intentar alejarlo, sino que es una forma de implicarse con el dolor.

Paul Gilbert afirma que nuestro cerebro tiene, como mínimo, tres tipos principales de sistemas de regulación emocional, cada uno diseñado para hacer cosas distintas. El sistema de amenaza y protección; el sistema de impulso, búsqueda de recursos y excitación; y el sistema de calma y afiliación, alivio y seguridad.

Explica Gilbert que el apego es la conducta central propia de los mamíferos como regulador de la amenaza, acudimos a nuestros seres queridos cuando nos sentimos amenazados.
El sistema de amenaza se activa en nuestro cerebro porque estamos diseñados para sobrevivir y no para ser felices. Es difícil desactivar este sistema, al igual que el de impulso, excitación y vitalidad. El sistema de logro es activador y busca cosas buenas. El sistema de calma nos regula.

La CFT considera que este sistema es poco accesible en personas con vergüenza y autocrítica elevadas. Para estas personas la amenaza domina sus sistema interno y su mundo exterior.

Aquí el individuo trata de activar el sistema emocional de calma con mindfulness o meditación. Hay una práctica de lugar seguro, que tiene mucho que ver con cómo se desarrolla nuestro sistema de apego seguro. El sistema de validación: nuestra figura de apego tiene que ser una persona validadora para lograr un apego seguro, que se aprende en la niñez. El lugar seguro es donde encontramos calidez, comprensión, compasión y validación. La práctica de lugar seguro es desarrollar el yo compasivo, que es el que tiene que regular al yo autocrítico. La voz autocrítica va a seguir estando ahí, pero debemos negociar con nuestras voces interiores críticas mediante la autocompasión. El yo compasivo va a dialogar con esas voces críticas, que tienen que ver con el miedo, la tristeza o la ira, que nos informan de determinadas circunstancias. Nuestro sistema de auto-regulación, que realmente calma nuestro sistema de amenaza, es a través del yo compasivo. 

Un ejercicio es ¿a qué profesor/a mandarías a tu hijo? A una comprensiva o a una que amenaza y te culpa, además de no entenderte. Sin embargo, a nosotros mismos muchas veces nos mandamos a la profesora estricta e hipercrítica.

Trabajo en la silla de la compasión:

En esta terapia el yo compasivo no trata de anestesiar ni librarse de las otras partes del yo, trabaja con ellas compasivamente. Es un trabajo de diálogo. De hecho se las agradece y se las acepta, porque esas voces autocríticas son el reflejo de las emociones que sentimos. 




 



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