miércoles, 5 de julio de 2023

Estética, estetización y una reflexión sobre la economía del arte.

Última jornada sobre la reflexión acerca de las economías del arte. Para arrancar la sesión, ha tenido lugar la exposición, “El deseo es el campo de batalla”, a cargo de Amador Fernández-Savater Fernández, –Filósofo–.

La conferencia ha partido de una cuestión: “¿vivimos experiencias espectrales o fantasmagóricas?”. Para Fernández-Savater, la respuesta es afirmativa.

“Vivimos espectralmente, como fantasmagorías”, mencionaba el filósofo. Aunque, “no todo el mundo puede ver esos espectros”, para ello, hay que activar el “sexto sentido”. Sobre alguno de los ejemplos, en los que participamos de este tipo de vivencias, están las “experiencias espectrales a través del turismo”. En este contexto, “habitamos escenografías sin vida, fachadas desprovistas de su pátina y verdad”. Hoy, “todo lo que no se presenta, se representa”, y “todo lo que ya no podemos hacer, se escenifica”. Esta es también la suerte de la política, –a juicio del ponente–, entendida como una “coreografía de retóricas y gesticulación”, despegadas de la realidad. En las redes sociales somos “perfiles”, donde “jugamos a ser esto o lo otro”, pero esas imágenes quedan lejos de la “existencia real”.

¿Tiene esto algo que ver con una “estética del capital”? La respuesta también es afirmativa, pues vivimos una realidad en la que “las formas devoran a los contenidos y los signos superan a las intensidades”.

Siguiendo a Marcuse, Fernández-Savater, ha analizado la fuerza disruptiva de la estética. Pensando sobre los nuevos movimientos emancipadores de los 60 y 70, comentaba que “son fuerzas que niegan el mundo pero a la vez posibilitan un potencial utópico”. “A través de los cambios en la estética –vestimenta– se altera la naturaleza del ser humano”, lo que constituye “un cambio de piel”.

La estética “presenta una ruptura con respecto a la experiencia cotidiana” y mantiene viva la tensión entre lo “actual y lo posible”. “El arte realiza una promesa sobre la vida, pero no se debe fundir con ella”.

Esta visión emancipadora de los movimientos contraculturales, a partir de la década de los 60, arraigada, –amén de otras formas de pensar–, en la estética, se traduce en un vector de estetización en los años 80 y 90, –época cumbre de la hegemonía neoliberal–. Se realiza por tanto, una “semiotización de lo social”. Para el filósofo, la estetización es “mostrar el signo, separado de las intensidades”. Por ello, la promesa de felicidad “es el consumo de los signos”.

¿Dónde vemos una fisura en la concepción de la vida como mercado? Para Fernández-Savater, procesos sociales contemporáneos como la Gran Dimisión en Estados Unidos, –la renuncia masiva de los trabajadores a sus empleos, tras la pandemia de la Covid-19–, lo que se tradujo en un abandono del consumo y las ciudades. Para el pensador, “perder la identificación tradicional con el trabajo, el silencio activo y la deserción”, se pueden entender como un gestos críticos con el sistema.

Para poner broche al curso, tuvo lugar la mesa redonda, “Arte, poder y plusvalía”. En ella han intervenido varios de los participantes en el curso: Amador Fernández-Savater, –Filósofo–, José María Durán Medraño, –Profesor Adjunto. Hochschule für Musik Hanns Eisler, Berlín–, María Ruido, –Artista–, Miguel Ángel García Hernández, –Profesor Contratado Doctor. UNED–, y Cristina Lucas, –Artista–.

Esta ponencia ha partido de la vocación por glosar algunas de las reflexiones lanzadas durante las distintas sesione. La labor de la teoría del arte y la crítica, está en “activar los resquicios de libertad en las imágenes”. Hacen falta enormes trabajos para la “emancipación del arte con respecto al mercado o su fusión en la vida”.

Hay que entender los discursos y los imaginarios como “elementos en circulación a través de una serie de dispositivos o instituciones”. A su vez el neoliberalismo puede ser entendido como una “acumulación de capitales y de imágenes”, todas ellas integrantes de una cosmovisión en la que cada vez es más difícil separar la misión comunicativa del arte, dentro de su función como mercancía en el sistema capitalista.



No hay comentarios:

Publicar un comentario