domingo, 13 de julio de 2025

Las leyes de la física

Antes de dar comienzo a la segunda ponencia del curso, la diputada de Turismo, también concejala del mismo ámbito en el Ayuntamiento, Arantxa Pérez, y la concejala de Cultura, Ana María Blasco, da la bienvenida a los alumnos y profesores a la Ciudad del Doncel. La responsable municipal de Cultura, incidió en la importancia de "transmitir lo que aprendáis en este curso a los jóvenes. Es muy importante que en los colegios e institutos se conozca lo que es un eclipse y cómo hay que prepararse para observarlo". Además Blasco invitó a todos los presentes a visitar la exposición de Astrofotografía, realizada con imágenes de los socios de AstroGuada y patrocinada por la Diputación Provincial, que se había inaugurado en la tarde anterior en la Sala de Exposiciones Municipal La Plazuela.

Seguidamente la diputada provincial de Turismo asegura que en la administración provincial "ya estamos trabajando para afrontar las situaciones que nos planteará el eclipse del próximo verano", aunque reconoció que "voy a seguir todas las ponencias que pueda de este curso para tomar buena nota de todo". Arantxa Pérez nos anunciaba después a todos que a partir del viernes se celebrarían en la ciudad “las XXVI Jornadas Medievales de Sigüenza,  declaradas Fiesta de Interés Turístico Provincial y Regional” y nos invitaba a compartir la celebración con los seguntinos y los varios miles de visitantes que se citan en la ciudad esos días.


“Mecánica Celeste y astronomía de posición” 

Sistemas de coordenadas celestes y geográficas. La eclíptica. Tránsitos y ocultaciones. Condiciones para que se produzca un eclipse. Tipos de eclipses desde el punto de vista geométrico-astronómico. Magnitud y oscurecimiento. Zonas de visibilidad. Contactos y tiempos. El periodo Saros.

El catedrático emérito de Matemáticas Fundamentales de la Facultad de Ciencias, Ernesto Martínez García, dirigía la segunda ponencia. 

Comenzamos repasando las coordenadas astronómicas, distintos sistemas de referencia que permiten ubicar objetos en la esfera celeste. Existen además fórmulas para transformar unas en otras.

Encontramos las coordenadas horizontales (azimut y altura), ecuatoriales horarias (meridiano, ángulo horario y declinación), ecuatoriales absolutas (punto Aries, eclípticas, galácticas y supergalácticas.




Cada uno de estos sistemas se define por un plano fundamental y un conjunto de coordenadas que permiten localizar un objeto celeste. Por las Leyes de Kepler, que describen el movimiento de los planetas en sus órbitas alrededor del Sol, sabemos que estas órbitas son elipses, con el Sol en uno de los lados. La oblicuidad, por otro lado, se refiere a la inclinación del eje de rotación de la Tierra con respecto a su plano orbital (unos 23.5 grados con respecto a la perpendicular del plano de la eclíptica), lo que significa que hay puntos en la órbita donde la Tierra está más cerca del Sol (perihelio) y puntos donde está más lejos (afelio). 

Esta inclinación axial es además la principal causa de las estaciones, y los equinoccios y solsticios. Cuando un hemisferio está inclinado hacia el Sol, recibe más luz solar directa, lo que resulta en verano, mientras que el otro hemisferio experimenta el invierno. 

Otro tipo de medidas, que hay que tener en cuenta en astronomía son las geográficas, que se refieren a la latitud, longitud y altitud, que en conjunto definen la ubicación de un punto en la superficie terrestre. La latitud indica la posición norte-sur, la longitud indica la posición este-oeste, y la altitud indica la altura sobre el nivel del mar. 

Con la longitud podemos medir el tiempo, en sus distintas versiones: Solar medio (24 horas o 86400 segundos), sidéreo (intervalo de tiempo que tarda la Tierra en su giro respecto a una dirección fija), solar local (intervalo de tiempo entre dos pasos consecutivos de Sol por el meridiano del lugar) y tiempo oficial, UTC (tiempo universal coordenado) 



Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen numerosos movimientos que afectan a las medidas de las coordenadas, como el movimiento de precesión o de nutación, y otros factores como la refracción de la luz en la atmósfera terrestre, la aberración de la luz, el paralaje y el movimiento propio de las estrellas. 

Tránsito – Eclipse – Ocultación 

Los tránsitos son los pasos de planetas por delante del sol y entre otros sirven para localizar exoplanetas. De los 5.926 exoplanetas confirmados, 4.389 lo han sido por el método del tránsito. 
Los eclipses pueden referirse a estrellas binarias eclipsantes, o a los de satélites de planetas, que han servido para establecer las primeras medidas de la luz. Y se producen por el alineamiento y la interposición del satélite entre el Sol y el planeta, o del planeta entre el sol y el satélite. 

Y las ocultaciones de estrellas por objetos del Sistema Solar, que permiten deducir el diámetro de esos objetos.

Los eclipses de sol pueden ser de tres tipos: Total, anular y parcial. Mientras que los de Luna son: Total, parcial y penumbral. 

Cuantas eclipses hay en un año. El Sol pasa por el mismo nodo lunar cada 346,62005 días (periodo llamado año eclíptico), mientras que la Luna vuelve a la misma fase (periodo sinódico) cada 29,5305884 días. Por tanto, a un eclipse de Sol (o de Luna) le seguirá otro de Luna (o de Sol) alrededor de 15 días después. Además, cada medio año eclíptico (algo menos de 6 meses) habrá eclipses. De esta forma cada año hay 4 eclipses: Dos de sol y dos de luna. En ocasiones, en vez de dos eclipses consecutivos, se producen tres, de manera que hay años en lso que pueden producirse 5 o 6.

Los eclipses de sol son visibles en zonas más pequeñas y hay más, pero se recuerdan más los de luna que son visibles en uno u otro hemisferio. 



La repetición de eclipses tiene que ver con el tipo de meses lunares, según su duración: sinódico, sidéreo, trópico, anomalístico y draconítico.

Los astrónomos agrupan los eclipses con las mismas características en series, denominadas Saros. Cada  periodo de Saros es un ciclo de aproximadamente 18 años, 11 días y 8 horas, durante el cual los eclipses solares y lunares se repiten, aunque en diferentes ubicaciones geográficas. Cada serie dura, generalmente, algo más de 1.200 años. Este período fue conocido por antiguas civilizaciones como los babilonios y permite predecir la aparición de eclipses similares a lo largo del tiempo. Actualmente estamos en el periodo de Saros 123.


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