jueves, 30 de junio de 2022

EL HILO DE ARIADNA: Catálogos y otros mapas en el laberinto de los cuentos tradicionales

 El catálogo ATU vs la morfología del cuento de Propp: un caso práctico



Natalia Cantero, investigadora y periodista Máster en Gestión de Proyectos y Espacios Culturales independiente, abrió la segunda jornada dedicada a las diferentes clasificaciones de los cuentos tradicionales con una disertación sobre ‘El catálogo ATU vs la morfología de Propp. Un caso práctico’.

 

La investigadora, que fue presentada por Sanfilippo, repasó la historia de la catalogación internacional, así como los nacionales y regionales. Pero se centró en el trabajo de Vladimir Lakovlevih Propp, que se mostró crítico con las catalogaciones anteriores. “Si un cuento es de animales, ¿no puede ser maravilloso?, se preguntó el investigador ruso y realizó otro tipo de catalogación”, explicó Cantero. Propp postuló que los personajes de los cuentos siempre hacen lo mismo, es decir, tienen la misma función, que concretamente son 31.

 

Analizó los cuentos ‘El hombre del saco’ y ‘La bruja y el niño’ y puso el ejemplo de cómo se catalogan con el ATU y con la propuesta de Propp. El investigador ruso propone una clasificación muy distinta que se basa en la propia estructura del cuento. Adopta, no obstante, la denominación de “cuentos maravillosos”, ya que estos, afirma, “poseen una estructura absolutamente particular, una estructura que se percibe inmediatamente y que define esta categoría”. Dicha estructura vendría constituida por las funciones de los personajes, entendiendo por función “la acción de un personaje, definida desde el punto de vista de su significado en el desarrollo de la intriga”. Las funciones serían, entonces, las partes constitutivas fundamentales del cuento. Atendiendo a dichas funciones, Propp afirma que todos los cuentos maravillosos son del mismo tipo, aunque con subdivisiones, afirmó la investigadora. No obstante, el estudio de Propp tampoco está exento de sesgos, ya que se basa en único corpus de cien cuentos rusos compilados por Affanasiev. Cantero explicó algunas de las funciones de los personajes que propone Propp.




El autor ruso afirmó que en los cuentos cambian los personajes, no las funciones y Cantero enumeró algunas de ellas como el alejamiento, la prohibición, la transgresión, el interrogatorio, la información, el engaño, la complicidad, la fechoría -función muy importante y que, junto con la carencia, está presente en todos los cuentos-, principio de la acción, partida, primera función del donante (un mismo personaje puede tener varias funciones o varios personajes pueden desarrollar una misma función), reacción del héroe, recepción del objeto mágico, desplazamiento entre reinos, combate, marca, victoria, reparación, regreso, persecución, socorro, reconocimiento, descubrimiento, transfiguración, castigo o boda.

 

Como consideraciones finales, Cantero dijo que el catálogo ATU sigue siendo fundamental, sobre todo a nivel internacional, y que Propp ofreció una visión más amplia de las catalogaciones, “que continúan ampliándose con trabajos de otros investigadores”.


El proyecto de catalogación del cuento folclórico panhispánico: problemática y estado de la cuestión


Los folcloristas y autores del ‘Catálogo tipológico del cuento folclórico hispánico Vol. V -Cuentos del ogro tonto’ Anselmo Sánchez Ferra y Ángel Hernández Fernández tomaron la palabra para explicar el proyecto de catalogación del cuento panhispánico, ahondando en su problemática y en el futuro del trabajo de catalogación de relatos anecdóticos.




El volumen comenzó como el desarrollo de una obra inédita de Julio Camarena y Máxime Chevalier en la que recopilaron más de 100 cuentos sobre el ogro tonto, que “no son de los más conocidos en las tradiciones folclóricas, pero sí muy interesantes porque representan una transición entre el cuento maravilloso y el satírico”, afirmó Hernández, que tomó la palabra en primer lugar. Comparten la presencia de un adversario fantástico, pero falta un elemento fundamental: el mágico, que se suple con la astucia.

 

Camarena, muerto de forma prematura en 2004, dejó el trabajo inconcluso y ambos profesores se han encargado de corregir errores, actualizar la bibliografía, estirarla hasta la segunda década del siglo XXI y abarcar -a través de internet- otras publicaciones que en el siglo XX eran prácticamente inaccesibles. Además, han incluido el cuento hispanoamericano, que “tiene la misma importancia que el español” y para clasificarlos han añadido nuevos tipos, “aunque sea una cuestión espinosa”.

 

Hablando sobre el volumen de narraciones en nuestro país, explicó que existen “decenas de miles de cuentos de tradición oral”, un trabajo que se ha realizado entre finales del siglo XX y principios del XXI. “Podemos presumir de ser uno de los países de Europa con la mayor recopilación de cuentos de tradición oral”, afirmó.





Anécdotas y chistes

 

Por su parte, Anselmo Sánchez anunció que han decidido continuar el trabajo, el sexto volumen, con los chistes y anécdotas que había recopilado Camarena. De momento, las grandes categorías no se adaptan a este tipo de relatos.

 

Habló sobre las dificultades para clasificar este tipo de narraciones, ya que las existentes no son demasiado claras. Citó los cuentos sobre tontos y estúpidos, matrimonios donde la tonta es ella o él, ladrones no demasiado espabilados, etc., y las diferentes clasificaciones que se han dado a relatos similares. La escasez de tipos registrados en relación con el número de cuentos es otro de los inconvenientes para la clasificación, dijo, y añadió que de momento han incorporado 144 nuevos tipos. “Lo normal en una investigación es partir de un objeto bien definido”, afirmó para resaltar las dificultades de catalogación este tipo de cuentos. 


El camino de migas de pan

 

Pep Bruno, narrador oral profesional, escritor y editor, además de licenciado en Literatura Hispánica, abrió la sesión de tarde tras la presentación que realizó Sanfilippo de él. Su ponencia, denominada ‘El camino de migas de pan’, se centró en el catálogo “como un camino de migas”, porque desaparece y se pierde.




En primer lugar, intentó explicar qué hacen los narradores “cuando no estamos contando”. El cuento tradicional ha pasado a ocupar un lugar preminente entre los narradores contemporáneos. “Ahora mismo, un 86% de las 92 personas que participaron en la encuesta tenían material narrativo tradicional en su repertorio”, declaró. Continuando con el mencionado repertorio afirmó que “contamos de todo, incluso conceptos filosóficos, sueños y películas”. “Prácticamente, la totalidad del tiempo la dedicamos a la búsqueda de material”.

 

La búsqueda de cuentos no se detiene, siempre hay una parte del cerebro que está pendiente de material narrativo. “Esto es una actividad agotadora”, dijo Bruno, quien afirmó que algunos compañeros pasan hasta 10 horas al día leyendo porque la mayor parte de las historias se recogen de los libros. Mencionó que tras la pandemia también ha cambiado el trabajo, “ya no es exclusivo del periodo escolar, sino que se ha diluido durante todo el año”.

 

Haciendo un inciso, explicó que la mayor parte de los cuentos tradicionales pertenecen a los secundarios, es decir, son escritos que están manipulados por el escritor.

 

Respecto al trabajo, indicó que el de mesa consiste en el análisis de la estructura del cuento. Y el de boca, que es fundamental, en general se hace de forma solitaria y se termina en el escenario durante las representaciones. “Es un trabajo vivo y dinámico”.

 



¿Qué lugar ocupa el catálogo?

 

Es un recurso “alucinante”. Tiene ventajas como la bibliografía del final, compuesta casi íntegramente por cuentos primarios, “que son casi invisibles”. Además, las categorías están relacionadas con las diferentes edades de los niños y niñas.

El catálogo permite “pescar en una charca pequeña que contiene todos los ejemplares, todo es bueno”, afirmó. Incluso permite “pasar de ser pescadores a ser cazadores”, es decir, buscar variantes y versiones mejores de una misma narración. “El catálogo es la única forma de ver un mismo cuento en todas las versiones posibles”, aseguró.

 

En el trabajo de mesa, el catálogo brinda recursos como completar o variar una versión elegida con otras, “porque inventarla no suele ser una buena elección”. Además, el catálogo internacional explica con qué combina cada narración.


‘Un puente de hilos entre cuentos, objetos y personas’

 

Silvia Anabelle Castaño, narradora oral y colaboradora en la Universidad de Buenos Aires y en el Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti, que participó online, impartió una conferencia denominada ‘Un puente de hilos entre cuentos, objetos y personas’.




Presentó el museo en el que trabaja en Buenos Aires, donde organizan encuentros de narrativa oral en los que participa ella y otros colegas. “Los museos de antropología son los que más se parecen a las colecciones de cuentos”, afirmó mostrando elementos (máscaras maoríes) de una de las salas que enmarcan historias y que, precisamente, es donde comenzó con la actividad de la narrativa oral. De hecho, desgranó el simbolismo de un antiguo cuento maorí.

 

“La idea fue ir entrecruzando el material de la exposición con los cuentos que se relacionan con él”, indicó, porque “dentro del contexto se cierra el ciclo y los objetos se convierten en más reales”. El material arqueológico dentro de los museos también se ha clasificado con criterios aleatorios, como sucede en los catálogos en la narrativa oral.

 

Habló también de los pueblos aborígenes de Tierra del Fuego, tanto de Chile como de Argentina y de los trabajos antropológicos que se realizaron en la zona. Allí, se recopilaron las historias orales de la población autóctona.

 

Otro ejemplo que puso fue el de los cuentos japoneses, que conoció a través de las colecciones y explicó cómo comenzaron a confeccionarse. A los catálogos se puede llegar de muchas formas, afirmó y dijo que “todos ellos son productos de su momento histórico”. En el siglo XIX, por ejemplo, se redujo drásticamente la presencia de mujeres en los cuentos.




Los contenidos tabúes también han estado presentes en los cuentos dependiendo de la época en la que se hayan catalogado independientemente de si se han recogido o no.

 

Finalizó su intervención, señalando la importancia del contexto y la revisión que están haciendo algunos museos etnográficos tanto de su material como de su contenido, conscientes de que las catalogaciones son muy subjetivas. En cuanto a los catálogos tipológicos, afirmó que se está haciendo lo mismo. 



miércoles, 29 de junio de 2022

EL HILO DE ARIADNA: Catálogos y otros mapas en el laberinto de los cuentos tradicionales

 ‘Teselas y mosaicos flotando en el mar de las historias’




Marina Sanfilippo, profesora titular de Filología italiana de la Facultad de Filología de la UNED, abrió este nuevo curso de verano del Centro Asociado de la Universidad a Distancia de Guadalajara -El hilo de Ariadna: catálogos y otros mapas en el laberinto de los cuentos tradicionales- con una ponencia a la que denominó ‘Teselas y mosaicos flotando en el mar de las historias’.

 

Pep Bruno, narrador oral y escritor, así como el encargado de la coordinación del curso, se encargó de presentar a la primera ponente, que ha estudiado temas vinculados con la oralidad desde distintos puntos de vista: la narración oral y popular italiana y europea; la literatura italiana y comparada de autoría femenina; el teatro italiano en perspectiva comparatista, sobre todo en la época humanística y renacentista o en la escena contemporánea; y la literatura de la Shoah.

 

Sanfilippo, directora del curso, comenzó explicando que el curso es “multidisciplinar”, ya que abarca tanto la teoría como la práctica. Advirtió, en este sentido, que “los cuentos fuera de la persona que lo narra pierden su sentido”. Recordó que la catalogación de los cuentos tradicionales comenzó en el norte de Europa.




“Una catalogación es un mapa reducido y simbólico y esto hay que tenerlo claro”, aseguró para continuar explicando que en los nuevos catálogos siempre se introduce algo nuevo. Habló del italiano ‘Tradizioni orali non cantate’ de Alberto Maria Cirese y Liliana Serafini con la colaboración de Aurora Milillo y publicado en 1975, que es en realidad un inventario de las tradiciones orales italianas. Los autores recopilaron durante varios años (1968 1972) estas narraciones y “apareció la figura de Briganti, un bandido que es bueno y del que recogieron hasta 60 narraciones, sobre todo en el sur de Italia”.

 

La profesora desgranó los diferentes tipos de narraciones que incorpora el catálogo e incidió en que se trata de un tipo de catalogación diferente del resto. Como anécdota, este incluye las cartas que se han utilizado por numerosos narradores para construir historias.

 

Explicó extensamente las dificultades para catalogar las tradiciones orales y mencionó el de motivos de Stith Thompson. Al producir el índice de motivos, Thompson se basó en la investigación del folclorista finlandés Antti Aarne , quien en 1910 publicó un índice de tipos de cuentos europeos, que el propio Thompson había revisado en 1928 para cubrir la región desde Europa hasta Asia: esto es conocido como el índice de tipo de cuento de Aarne-Thompson .

 

Asimismo, dedicó un emocionado recuerdo a Ignasi Potrony, con quien compartió varias experiencias precisamente en Guadalajara y del que dijo que “era capaz de obligar al público a prestar atención a pequeños gestos para hacerles sentir, por ejemplo, la respiración de un niño escondido en un armario”. Comprendía “perfectamente el ritmo” y mostraba como los motivos actúan como catalizadores de la narración.


‘Los catálogos tipológicos. Historia y actualidad’


Carme Oriol, catedrática de Filología Catalana de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y autora del catálogo tipológico del cuento folclórico, ha protagonizado la segunda intervención del curso con la ponencia ‘Los catálogos tipológicos: historia y actualidad’. Oriol es conocida por sus investigaciones sobre Joan Amades y sobre la literatura de la tradición oral en la sociedad contemporánea. Junto con Josep Maria Pujol y Sanmartín, trabajó en la clasificación de más de 2.000 fábulas catalanas desde mediados del siglo XIX.




Las narraciones orales

 

“Explicar historias es un arte que realizan las personas”, comenzó afirmando. A lo largo de los siglos ha existido un intercambio de historias a través de los viajes y las migraciones, “lo que les ha hecho variar”. Su función principal era entretener, aunque cumplen otras funciones como transmitir valores o hacer olvidar el hambre.

 

Estas narraciones utilizan los recursos propios del lenguaje poético por lo que son literatura. Además, son interpretadas por personas narradoras competentes “que tienen una habilidad especial para explicarlas”. Finalmente, permiten la improvisación en función del público o el momento.

 

Existen dos tipos de narraciones: Las que se producen de forma espontánea y las que constituyen una actividad profesional (una interpretación en la que el narrador ocupa un lugar destacado). En ambos casos, los narradores son personas competentes y con habilidades especiales. A lo largo de la historia, ambas han convivido y se han retroalimentado.

 

Los folcloristas han estudiado ambas. Para recoger estas narraciones se ha usado el método histórico geográfico, que reconstruye la historia y la sigue en su difusión, pero exige un trabajo ingente. “Lo que hacemos ahora los catalogadores no tiene nada que ver con este método”, explicó y mencionó algunos estudiosos del método como Walter Anderson, Aurelio Espinosa y Stith Thompson. Los tres catálogos del método histórico geográfico derivaron en el actual ATU (Aarne/Thompson/Uther) y en el catálogo tipológico internacional.




 Método histórico geográfico

  1. ·        Reconstruye la historia
  2. ·        Recoge el máximo número de versiones
  3. ·        Descompone cada versión
  4. ·        Construye tablas de porcentajes
  5. ·        Construye mapas
  6. ·        Formula la hipótesis del origen

 

En el método histórico geográfico también se estudian términos y conceptos como el ecotipo, el arquetipo, las variantes, la forma genérica y el motivo (la unidad de contenido más pequeña).

 

Hoy en día, solo quedan algunas reminiscencias de este método, “pero utilizado para una única versión interpretativa”, dijo.

 

ATU (Catálogo internacional)

 

La profesora afirmó que este catálogo, aunque sea mejorable, promueve la interculturalidad entre los pueblos. No obstante, ha recibido algunas críticas, como la de Vladimir Propp, que daba tanta importancia al motivo como a la morfología y escribió ‘La morfología del cuento’. Espinosa, por su parte, afirmó que hay que clasificar tanto el motivo como la estructura del cuento.

 

Otros catálogos tipológicos

 

En otros países no occidentales se han editado otros catálogos que incorporan distintas especificidades. Y en España, existen varios ejemplos de catálogos específicos:

·        1930 Boogs (folklore español)

·        1995- 2003 Camarena/Chevalier (cuento folklórico español)

·        1996 González Sanz (folklore aragonés)

·        2008 Oriol/Pujol (folklore catalán)

 

Los catálogos tipológicos y los narradores de cuentos

 

Los catálogos tipológicos son “especialmente útiles para los narradores porque suponen una herramienta para ampliar su repertorio”.

La profesora analizó diferentes tipos de cuentos y las características que reúne cada uno de ellos. En primer lugar, habló de Eulalia Bullich y Mercè Maure que escribieron el Manual del rondallaire en 1996. Se trata de un catálogo orientativo sobre cuentos infantiles.

 

Cuentos de animales: protagonizados por animales que se comportan como seres humanos. Son narraciones breves que contienen recursos estilísticos, como las fórmulas rimadas, las repeticiones y las onomatopeyas. Un ejemplo es el cuento del lobo y los siete cabritillos del que existen muchas versiones de la escrita por los hermanos Grimm. “Y hay que reivindicar esas otras versiones”, afirmó.

 

Cuentos maravillosos: tienen una estructura compleja que responde a la morfología establecida por Propp. Contienen elementos extraordinarios y tienen una fórmula inicial y una final. Puso como ejemplo La cenicienta de Perrault, así como otras versiones en las que la protagonista es mucho más activa.

 

Cuentos religiosos, cuentos-novela y los chistes y anécdotas: Son principalmente para personas adultas y tiene un estilo realista y una menor presencia de elementos simbólicos. En este tipo de cuento mencionó el denominado Noticias llevadas al rey: “usted lo dijo, no yo” o La burra perdida, un cuento anticlerical. 



Rusia y Ucrania: transiciones fallidas y percepción de las democracias liberales.

Rusia: de las esperanzas de democratización al autoritarismo

Tercera jornada del curso que evalúa la situación de las democracias occidentales. Para abrir la sesión, parada en el caso ruso. “Rusia: de las esperanzas de democratización al autoritarismo”, ha sido el título de la ponencia guiada por Jesús de Andrés Sanz, –Profesor de Ciencia Política y Vicerrector de Centros Asociados de la Uned–. Para el profesor,  “en sentido estricto la URSS desapareció por una crisis de gobernabilidad”. La falta de legitimidad y la eficacia fueron dos factores que contribuyeron a la caída del bloque soviético, bajo su percepción.

En cuanto a la ineficacia, identifica cuatro categorías:

  1. Económica. La más evidente, para él, ya que se trataba de un sistema de planificación económica. Basada en el hecho de ser absolutamente racional. “Una racionalidad excesiva puede conducir a la irracionalidad”, sostenía.
  2.  Social. “Ciertas élites tenían una serie de prebendas con respecto al resto de la población”, afirmó Sanz.
  3.  Política. Sistema de partido único. Estructura dual: las instituciones del estado y las del propio partido.
  4. Militar. Enorme gasto público para el ejército, “inversión propia de un estado en guerra”, apostilló.

“El sistema se mantuvo en pie por sus propias circunstancias históricas”, suscribía Jesús de Andrés Sanz. En continuidad con su análisis, ya en los años 80, surgen dos bloques en la concepción del poder, el conservador y el bloque reformista –aunque esta facción buscó perpetuar sus intereses–. Con Gorbachov comenzaron dos impulsos de transformación: la perestroika y el glásnost. En este momento la élite empieza a fracturarse entre conservadores y radicales, ubicado en estos últimos se encontraba Boris Yeltsin.

La aceleración de la perestroika trajo una modificación constitucional que se tradujo en la presentación de varios candidatos al Congreso de Diputados del Pueblo de la Unión Soviética en las elecciones de 1989. En 1990 Yeltsin es elegido Presidente del Sóviet Supremo. Con la reforma constitucional de 1990 el Partido Comunista pierde el monopolio del poder. En julio de 1990 Yeltsin abandona el Partido Comunista. En marzo de 1991 se celebra un referéndum para el mantenimiento de la URSS que pese a obtener un resultado favorable con respecto a su continuidad en lo efectivo marca la disolución de la unión tras el Tratado de Belavezha.

Con posterioridad, Yeltsin, gana las elecciones de junio de 1991, lo que le dio una posición de ventaja respecto a Gorbachov. Yeltsin, tras el golpe de Estado que tuvo lugar ese año, aparece como el líder solvente que lo enfrenta. Ya en diciembre se forma la CEI y Gorbachov se ve obligado a dimitir. En enero de 1992, con la URSS ya disuelta, surge la necesidad de poner en marcha una reforma económica que generase la existencia de un mercado. Aunque se van acometiendo algunas reformas, se plantean problemas como la falta de una constitución estable y el modelo de país, lo que deriva en la Crisis constitucional rusa de 1993. Yeltsin se impone, bajo la intervención militar, y se aprueba una constitución con un fuerte presidencialismo.

A finales de los 90, Rusia experimenta la crisis del rublo y Yeltsin persigue la búsqueda de un sustituto. Corrupción y guerras marcaron el periodo del primer presidente de la Rusia posterior a la URSS. Putin comienza a afianzarse en el año 2000 siendo percibido como un líder fuerte a colación, entre otras cosas, del conflicto con Chechenia. Empezó una reconstrucción económica y se impuso en la lucha con los oligarcas. Al principio de la década diversos atentados terroristas confirman a Putin como un líder duro que consigue recuperar Rusia. No obstante, de forma progresiva, acrecentó de manera ostensible su carácter autoritario. Mediante la iglesia ortodoxa ha revestido su liderazgo y se ha reprimido la libertad de opinión, amén de una reducción en la garantía de los derechos humanos. Bajo el sistema de Putin la democracia liberal queda percibida como una creación occidental.

Estas han sido algunas de las pinceladas establecidas por el profesor Jesús de Andrés Sanz para analizar el colapso de la URSS y la posterior deriva democrática en Rusia.

¿La caja de Pandora? Ucrania, conflicto político, polarización y guerra en Europa

Si la apertura de la jornada se ha dedicado a estudiar el lado ruso, no podía dejarse de lado el análisis de la situación en Ucrania. “¿La caja de Pandora? Ucrania, conflicto político, polarización y guerra en Europa” ha sido el título de la conferencia a cargo del profesor Rubén Ruiz Ramas –Profesor de Ciencia Política en la UNED–, conocedor en profundidad del sistema político ucraniano.

“La transición a la democracia liberal fracasó en Ucrania”, ha afirmado Ruiz Ramas. En el análisis del profesor el sistema del país es un régimen híbrido, caracterizado por un neopatriomonialismo oligárquico y afectado por la inestabilidad política. También ha estado servido el conflicto político y una polarización en torno a la identidad nacional ucraniana. Además, Ucrania, se ha visto afectada por las distintas intervenciones de Rusia.

En los estados neopatrimoniales la institución del partido político se sustituye por la presencia de camarillas de grupos financieros sectores industriales de relevancia. Si el rendimiento de cuentas en las democracias liberales se defiende frente a la ciudadanía, en este tipo de regímenes se hace frente a la élite político-económica y el electorado. En casos como el de Ucrania, la constitución de partidos políticos está capitaneada por oligarcas y los recursos para su financiación suelen ser de carácter privado.

A través de diferentes estudios el profesor ha trasladado que el territorio ucraniano vinculado a la adscripción prorrusa, no era necesariamente secesionista, incluso por parte de algunos representantes del Partido de las Regiones. La estrategia de la opción regionalista ha sido buscar la soberanía en los espacios donde mantenían su hegemonía para, con posterioridad, reclamar el centro del tablero político.

Entre las conclusiones obtenidas por Rubén Ruiz Ramas, el régimen híbrido al que está sometido Ucrania, "ha normalizado la incertidumbre institucional, pero no el fracaso en alcanzar la certidumbre en los resultados políticos". Además, "ha favorecido el fraude electoral o la acusación de fraude". Tampoco ha estado entre los principios democráticos del país, "la legitimidad del adversario", y,  "se ha procedido al uso de la fuerza o la amenaza de su uso". Todo ello conlleva unos elevados costes de las crisis de inestabilidad.   

Con esta ponencia concluye el curso, “¿El fin de una era? Crisis de la democracia, autoritarismo y guerra en Europa”, que ha traído desde diferentes disciplinas, afincadas en las ciencias sociales, el análisis de los rasgos que desestabilizan la solvencia de las democracias liberales y los nuevos retos geopolíticos que enfrenta el mundo, y más en concreto, la UE. Todo ello para vislumbrar aquellos desafíos –y las formas de abordarlos– que tendrán por delante los regímenes democráticos occidentales en los próximos años.

martes, 28 de junio de 2022

La desinformación y los retos de la UE: cuestionamiento del principio democrático.

Democracia, redes sociales y desinformación

Las informaciones falsas, como medio de injerencia en los sistemas de legitimidad democrática,  han centrado las reflexiones de la tercera sesión en la segunda jornada del primer curso de verano la UNED de Guadalajara. “Democracia, redes sociales y desinformación”, ha sido el título de la ponencia a cargo de Ignacio Torreblanca Payá –Profesor de Ciencia Política en la UNED–.

Las campañas de desinformación van orientadas a que la población, “sea incapaz de creer en algo”, según el profesor Torreblanca. Los problemas de regulación dentro de las redes sociales –que no fueron creadas para informar– en su adopción por la ciudadanía, como medios de comunicación al uso, han constituido una “vulnerabilidad para la democracia y una destrucción de la confianza y del espacio público”.

“La desinformación se define como información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para engañar deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público”, explicaba el profesor en su intervención. Se trata de un intento deliberado de causar daño con fines lucrativos o políticos, con el consecuente “daño público contra los procesos democráticos”.

“Hemos perdido la alfabetización básica de los consumidores de información.”

Esta crisis en la credibilidad de la información lleva a la asunción de los “cinco grandes males” que afectan a la población: “confusión, cinismo, fragmentación, irresponsabilidad y apatía”. Son numerosos los mecanismos que afectan a la estabilidad democrática en conexión con las campañas de desinformación, desde las empresas dedicadas a la minería y el análisis de datos o los pequeños medios falsos con cierto impacto local que arrojan informaciones impactantes y sin contrastar. En todos los casos se busca influir de manera directa en la actitud de los votantes, sembrando la desconfianza y con una evidente manipulación de sus conductas democráticas.


“Es muy difícil hacer periodismo con poco dinero”, ha afirmado Payá. En ese sentido la falta de costumbre de la ciudadanía a la hora de pagar por el consumo de información ha afectado a la salud del periodismo. “El periodista es un verificador”, mencionaba el profesor. “Hemos perdido la alfabetización básica de los consumidores de información”, apostillaba Ignacio Torreblanca.

La redefinición de la UE ante el nuevo (des)orden político global

Una mesa redonda ha cerrado el orden de intervenciones sobre el curso que analiza la crisis de las democracias occidentales. “La redefinición de la UE ante el nuevo (des)orden político global” ha sido el título de este debate a cargo de Ruth Ferrero, –Profesora de Ciencia Política Universidad Complutense de Madrid–, Gisela Hernández, –Investigadora en el Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC–, y Belén Becerril –Profesora de Derecho de la UE en la Universidad CEU-San Pablo–.

“La Unión Europea no tiene naturaleza, tiene historia”, ha afirmado Becerril, parafraseando a Ortega. En su opinión Europa ha perdido peso relativo en la parcela económica frente al panorama global. Según la profesora, la institución de la UE es un marco más para controlar la interdependencia. Además, el organismo se basa en unos valores compartidos. “Existe una brecha entre expectativas y capacidades”, ha continuado la docente. “Necesitamos fortalecer la dimensión supranacional de la Unión”, apuntaba. Continuando con su explicación, el Brexit ha cuestionado las actitudes secesionistas de otros países “reticentes” a permanecer en la Unión. "El consenso europeísta ha comenzado a quebrarse", proseguía. Bajo su prisma España sigue necesitando la ayuda de la Unión. La existencia de mayorías cualificadas y la flexibilidad son también elementos diferenciales en los valores de integración la Unión.

Para Hernández las expectativas del Reino Unido, “no se han cumplido y es el gran perjudicado de su proceso de escisión de la UE”. Según la investigadora “estamos viviendo una crisis de la democracia liberal”, orientada al nacimiento de sistemas autoritarios, que tiene sus versiones europeas en Polonia y Hungría. Además la guerra en Ucrania ha puesto en valor la quiebra entre el “eje” Varsovia-Budapest, debido a las discrepancias de estos dos países en su posición con respecto a Rusia.

En palabras de Ruth Ferrero, “hay que considerar qué naturaleza queremos que tenga la Unión Europea”.  Para ello es importante considerar cuáles son los procesos de integración en la construcción de los países que dan forma al proyecto. Por lo que ha hecho hincapié en cómo algunos partidos legitimados de algunas democracias europeas –aparte de los que constituyen el espacio político en Hungría y Polonia– cuestionan las conquistas adquiridas en la evolución del desarrollo de la Unión Europea. Para Ferrero la relevancia geopolítica mundial se ha visto afectada durante las últimas décadas.

En conclusión, son múltiples los desafíos de la Unión Europea en el progreso de la construcción de unidad y no son pocos los factores de desestabilización que ponen en tela de juicio los estados democráticos de derecho de sus países integrantes y, por ende, la naturaleza de esta forma de alianza internacional establecida en el Viejo Continente.

Polarización y auge de la extrema derecha: la división como rédito electoral

Crisis de la democracia occidental I: la amenaza de la polarización

Tercera sesión del curso, y primera de la segunda jornada, para hablar de un fenómeno que suscita una  gran inquietud y pone en alerta los indicadores de calidad democrática: la polarización. “Crisis de la democracia occidental I: la amenaza de la polarización”, ha sido el  título de la ponencia impartida por Antonio Jaime Castillo –Profesor de Ciencia Política en la UNED– y que ha traído a colación diferentes matices sobre un concepto, como el que nos atañe, percibido en numerosas ocasiones de manera genérica.

En el momento actual, existe una preocupación en auge por las consecuencias de la polarización entre la ciudadanía. Es un fenómeno que se lleva estudiando durante los últimos treinta años y cuyo foco investigador radica en la academia estadounidense. Si bien las causas de este fenómeno no son del todo nítidas, tampoco sabemos de forma certera las posibles consecuencias que acarrea para la democracia.

La polarización atraviesa diferentes categorías. Existe la que concierne a un tema concreto que despierta la confrontación de opiniones; otra forma del fenómeno se refiere a los tipos de identidad –tanto partidistas como de otra magnitud– denominada sorting; en tercer lugar, también existe una polarización afectiva que se rige por los odios o animadversiones frente a los que se identifican con otras ideas políticas ajenas a las suscritas por diferentes segmentos sociales.

Estudios académicos recientes, han revelado que la sociedad española es una de las más polarizadas entre las democracias occidentales. Dentro de esa polarización afectiva, en el caso de España, es llamativa la animadversión hacia los partidos no defendidos por los encuestados, si bien la afinidad con su propio grupo político es menor con respecto al rechazo hacia otros.

Aunque Estados Unidos fue uno de los países ventrales en el estudio de la polarización, las investigaciones han puesto de manifiesto que el sur y el este de Europa son regiones con un elevado contraste entre las posturas políticas defendidas.  Esta tendencia es de alguna forma magnificada por los medios de comunicación y experimenta un crecimiento en periodos electorales. Por el contrario, en países como Alemania la polarización actual es mucho menor que la presente hace cuarenta años.

Bajo las investigaciones, en lo relativo a España, la polarización creció a comienzos de los 90 durante la última legislatura del PSOE. También lo hizo en el año 2008 en el que cristalizó la crisis económica, y en el año 2015, en el que surgen nuevos partidos en el panorama político a nivel nacional.

La tendencia de la polarización en España se eleva de forma moderada y se manifiesta en sus dimensiones afectiva e ideológica. Entre las cuestiones que fomentan estas discrepancias es palmaria la tensión por cuestiones territoriales. Sin embargo, no existe una distensión tan agravada en torno a las políticas públicas.

Algunas de las causas plausibles de la polarización tienen que ver con la identidad social, la intensidad sobre los desacuerdos en políticas públicas, desigualdad y crisis económica, amén de factores institucionales.

"Cuando se da la superposición de identidades el conflicto se amplía."

Según Castillo, “el mero hecho de pertenecer a un grupo genera una identidad en la que nos vemos a nosotros mismos como miembros de ese colectivo, lo que lleva a enfrentarnos a los que no pertenecen a ese segmento”. Además, “cuando se da la superposición de identidades el conflicto se amplía”.

Entre las dinámicas que contribuyen a la polarización están las noticias sesgadas, el conflicto en redes sociales –tanto virtuales como físicas, en función de su homogeneidad y la carencia de exposición ante grupos de valores opuestos a los suscritos–, o la segregación espacial. Otro factor de relieve, es la creciente radicalización entre las élites políticas, además de cuestiones identitarias en torno a las guerras culturales y las desigualdades económicas.

A nivel político nos encontramos con algunas democracias consensuales en las que hay mayor capacidad para el acuerdo y otros sistemas mayoritarios que fomentan el enfrentamiento entre un bloque y su sección antagónica.

Entre las consecuencias de la polarización, percibimos la erosión de instituciones democráticas y un rechazo frontal a posturas encontradas que lleven a la deslegitimación moral y de autoridad –es el ejemplo del asalto al Capitolio estadounidense– sobre los partidos que han alcanzado el poder de forma lícita en las urnas. Algo que fomenta la llegada del extremismo y el voto negativo –la falta de adscripción a un determinado partido y el ejercicio del voto como una forma de castigo hacia posturas opuestas–.

Además, el desacuerdo potencial entre posiciones acarrea también implicaciones sociales que pueden derivar en el trato preferencial –con respecto a los que valoramos como iguales– y discriminación frente a los percibidos como adversarios.

En resumen, la polarización es una tendencia en auge entre algunas democracias occidentales pero que no afecta de pleno a otras. Las situaciones de crisis e incremento de la desigualdad facilitan su fomento. Todo ello afecta de manera considerable al deterioro en la calidad democrática.

Crisis de la democracia occidental II: el ascenso de la derecha radical

Si la polarización abría el bloque de intervenciones, el auge de la derecha radical ha constituido el vector de la segunda sesión de la jornada con la ponencia, “Crisis de la democracia occidental II: el ascenso de la derecha radical”, a cargo del Luis Ramiro Fernández –Profesor de Ciencia Política en la UNED–.

A la hora de definir lo que conocemos como derecha radical encontramos cierta falta de unanimidad en su carácter definitorio. Es tangible la heterogeneidad entre los partidos que constituyen esta sección ideológica. Dentro del término ultraderecha, el profesor Fernández, distingue entre la conocida como derecha radical –propone un cambio pero no la supresión del sistema– y la extrema derecha –que pone en jaque el propio régimen democrático–.

El autoritarismo persigue como fines el orden de la sociedad –en un sentido jerárquico– y el castigo al desafío. Por otra parte, el populismo, divide a la sociedad en dos grupos homogéneos pero enfrentados –la élite corrupta frente al triunfo de la voluntad popular–, una posición que rechaza el pluralismo para  dotar al pueblo de unos rasgos muy similares. Este rechazo de la multiplicidad de identidades conlleva, también, la confrontación con la democracia liberal –a priori, más proclive a abrazar la pluralidad–. En el núcleo del populismo, se activa el resentimiento contra las élites que a su vez son configuradas por los propios partidos situados en este sector ideológico, también encargados de concretar lo que entienden por pueblo. La versión inclusivista del concepto de pueblo, busca atraer derechos a grupos de población tradicionalmente excluidos, frente a la visión exclusivista que limita esta pertenencia.

El nacionalismo también atraviesa los rasgos definitorios de la derecha radical. El llamado nacionalismo cívico se inserta en la libre adscripción de valores y un determinado tipo de normas culturales pese a que las etnias no sean homogéneas. El nacionalismo étnico define la pertenencia cultural y al Estado por un carácter hereditario.

Otro de los rasgos clave de la derecha radical contemporánea es el nativismo: la suma de un nacionalismo fuerte y la xenofobia. Bajo el paraguas de este concepto la nación se debe proteger contra el otro –delimitado siempre a conveniencia–.

Cuando la sociedad se siente agraviada por diversos factores, surge una demanda de este tipo de formaciones políticas. Durante algunos procesos de modernización, económicos y culturales aumenta la percepción social del malestar. En otro orden de cosas, la estructura del sistema electoral de cada país influye en la capacidad de obtener representación por parte de los partidos de la derecha radical. La homogeneidad entre los partidos mayoritarios de un determinado país abre también hueco para las opciones extremas. Los partidos políticos establecidos pueden seguir tres estrategias en contraposición a estas perspectivas ideológicas: desechar algunos temas conflictivos porque saben que pueden favorecer a la derecha radical; por otro lado, pueden acoger ese tópico dentro de su plataforma; la opción adicional es confrontar la postura de la derecha radical para encontrar su propia esfera.

Los medios de comunicación también configuran el acceso de estos actores políticos dentro de un sistema concreto. El énfasis en la cobertura sobre los problemas capitaneados por la derecha radical, de alguna forma, favorece la construcción del liderazgo de sus representantes.

“La oferta programática de los partidos de derecha radical ha cambiado en las dos últimas décadas hacia el nativismo y el nacionalismo, pero está menos orientada al extremismo y  es partidaria de una economía más intervencionista.”

La solidez en las estructuras de adhesión con respecto a los partidos tradicionales dificulta la creación de nuevas sensibilidades próximas a posturas radicales. Por último, “la oferta programática de los partidos de derecha radical ha cambiado en las dos últimas décadas hacia el nativismo y el nacionalismo, pero está menos orientada al extremismo y es partidaria de una economía más intervencionista”, afirmaba Ramiro Fernández.

lunes, 27 de junio de 2022

¿Gozan de salud las democracias contemporáneas?

Cambios sociopolíticos y desafíos de las democracias contemporáneas

Pistoletazo de salida para los cursos de la UNED en el centro adscrito de Guadalajara. Para departir, el estado de salud del sistema democrático a nivel mundial atraviesa el armazón del curso dirigido por Luis Ramiro Fernández –profesor de Ciencia Política en la institución huésped de estas jornadas– y coordinado por Jesús de Andrés Sanz –profesor de Ciencia Política y Vicerrector de Centros Asociados de la universidad organizadora–. “Cambios sociopolíticos y desafíos de las democracias contemporáneas” ha sido el título de la ponencia iniciática a cargo de Luis Ramiro Fernández.

El curso ha comenzado con la exposición de un mosaico de imágenes que retratan lo que ha contemplado el devenir histórico, político y social de los últimos treinta años. Desde la caída del Muro de Berlín al asalto al Capitolio estadounidense, pasando por las dos guerras de Irak, el Brexit , las protestas del Maidán en 2014 o la actual guerra en curso sobre el territorio de Ucrania.


Luis Ramiro Fernández, ha destacado la gravedad de la guerra en territorio ucraniano que ha conmocionado el mundo y ha modificado de forma ostensible el contenido de las presentes horas formativas.

Según el profesor, la fragilidad de la democracia ha producido retrocesos muy notables. Ciertos problemas económicos graves han servido “para poner a este sistema político en shock”. Todo ello en un clima de turbulencias geoestratégicas que en el peor de los casos conducen de forma inexorable a la guerra.

Tras la explosión de la URSS, el mundo y, más en concreto, Europa pasan de una situación de peligro, de guerra nuclear en potencia, al "final" del enfrentamiento entre las grandes potencias. El término de la Guerra Fría conlleva un triunfo del liberalismo y de la economía social de mercado y el auge de un sistema productivo que hace que numerosos pueblos se sientan atraídos hacia ese modelo. La reunificación alemana o la creación de la UE fueron focos de convergencia en el sistema político. Acabó por triunfar la visión política de Occidente como forma de estabilización social. En ese momento cabía pensar que la economía de mercado llevaría a cierta paz y prosperidad. La UE y la Otan se reformulan en este nuevo contexto mundial.

Esta época supone la extensión de la democracia al centro y este de Europa, pero también las guerras en Yugoslavia, Bosnia o Kosovo, las primeras tensiones entre Rusia y Ucrania o conflictos en otros territorios del extranjero cercano ruso como Abjasia, Osetia del Sur o el Alto Karabaj.

“Una democracia es saludable si la sociedad civil es saludable.”

En la UE surgen crisis que nos hacen plantearnos si Maastricht ha servido para dinamizar y hacer más libre a Europa. También nacen impulsos democratizadores en otras partes del mundo tras el 11-S –es el caso de las primaveras árabes–. También, la inestabilidad económica ha llevado al crecimiento de populismos y la aparición del autoritarismo en Occidente.

En las democracias actuales ha surgido una polarización a través de la falta de confianza en instituciones y partidos tradicionales o las actitudes contra el Establishment. Según el profesor Ramiro, “una democracia es saludable si la sociedad civil es saludable”.

Entre las soluciones, expuestas por el ponente, para que haya una democracia que funcione necesitamos que los conflictos se canalicen a través de las instituciones, que no exista una sociedad polarizada capaz de convertir en “hecatombe” la derrota de su partido político, y que los gobiernos sean capaces de gobernar con diligencia.

Son numerosos los problemas –crisis económica, inflación– que sentencian la gobernabilidad de los diferentes estados. Además, en muchos países algunos líderes elegidos de manera democrática se han erigido en legisladores para su propio beneficio y la consecuente subversión del régimen democrático. Cuando el deterioro es demasiado grave a veces es imposible de revertir.

En algunos casos, las sociedades han testificado la conversión de partidos del Establishment -aquellos garantes del statu quo- a segmentos políticos radicales cuyo poder detentan líderes autoritarios que ponen en jaque la estabilidad democrática. Esto conlleva que, a veces, las instituciones no sean garantes de las sociedades donde operan porque pueden ser usadas contra el propio sistema. “Si las reglas democráticas no son suficientes hace falta que actores políticos y ciudadanos adopten unos procedimientos informales sin los cuales no hay democracia” exponía Fernández, estos mecanismos implican tolerancia y entendimiento con el adversario. La crisis económica ha llevado a la adopción del resentimiento por parte de la población y de ahí la consecuente radicalización antitética entre los diferentes actores sociales y agentes políticos.

Por último, el profesor se ha referido a la guerra en Ucrania. El colapso en la URSS llevó a una democratización fallida que derivó en un capitalismo oligárquico. En cuanto a las etapas del gobierno de Putin, el profesor, distingue entre una primera década de crecimiento económico y una segunda afincada en la exacerbación nacionalista. Todo ello bajo una autocracia personalista.

En conclusión, es importante conocer las causas, efectos y síntomas que atraviesan las democracias contemporáneas. Una profusión en el entendimiento del malestar que aquejan las sociedades actuales nos llevará a tener la capacidad de contener las fisuras en un sistema, el democrático, cada vez más cuestionado por las sucesivas crisis, desigualdad social, malestar y radicalización de la sociedad.

La democracia frente a la desigualdad: el crecimiento de la desigualdad, sus consecuencias políticas

La desigualdad ha cobrado protagonismo en la segunda parte de la jornada inicial con la ponencia “La democracia frente a la desigualdad: el crecimiento de la desigualdad, sus consecuencias políticas”.

“Existen multitud de elementos en los que los individuos son desiguales entre sí, por ello hay que especificar cuáles son socialmente valorados.

Según Dulce Manzano, –Profesora de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid y Científica Titular CSIC–, “existen multitud de elementos en los que los individuos son desiguales entre sí, por ello hay que especificar cuáles son socialmente valorados”. Entre ellos están la educación, la ocupación, sus estándares o condiciones de vida, el capital social y los recursos de poder político.

En los términos de Manzano, “la desigualdad se refiere a las diferencias existentes entre individuos u hogares en la cantidad o nivel de dichos recursos a su disposición”. En el análisis de las fuentes de desigualdad la profesora ha destacado el origen familiar como baremo para medir el acceso a diferentes oportunidades. También el género, la etnia, la edad, generación, región o país de nacimiento son cuestiones diferenciales en las pautas que marcan los criterios de desigualdad. 


Borja Barragué Calvo, –Profesor de Filosofía política y jurídica de la UNED–, ha mencionado que la imposibilidad del individuo para nacer en un determinado país o en una familia concreta genera una serie de desigualdades injustas llamadas "a ser combatidas por políticas públicas”.

Manzano, ha destacado la renta –sueldos, rentas o transferencias del estado– y la riqueza –acumulación de bienes o capital– como valores evaluables para determinar la desigualdad económica entre individuos. Entre los diversos parámetros, el coeficiente de Gini, –que oscila entre el 0 y el 1, con una sociedad más desigual a medida que el valor se aproxima a la unidad– sirve para establecer comparativas entre países. La profesora ha subrayado que “los cambios estructurales de las distintas economías a partir de los años 80 han fomentado ciertas desigualdades salariales entre los trabajadores”.

Por su parte, Barragué ha suscrito que “mucha desigualdad económica puede ser un problema para la estabilidad de un sistema financiero”. Ha afirmado que, “las sociedades más desiguales “infrarrepresentan a las clases más pobres”. Además, aportaba que las malas condiciones de trabajo fomentan los problemas de salud mental y por ende las cualidades fisiológicas de los individuos.

Manzano mencionaba que las consecuencias de la desigualdad conllevan menor potencial de crecimiento económico y peor funcionamiento de la propia democracia. Las familias más pobres tienen un difícil acceso a la inversión. Por otro lado la desigualdad conlleva la polarización social y política, algo que condiciona la confianza entre personas poniendo trabas a una conciliación entre sus intereses, acuerdos o consecución de políticas públicas. De ahí se deriva una inestabilidad electoral que, “dificulta la gestión institucional del conflicto”.

En definitiva son muchas las visiones políticas que condicionan el apoyo de las iniciativas de redistribución de la riqueza que favorecen Estado del Bienestar. La buena aplicación de todas estas medidas marca de manera trascendental la posible reducción o no de las desigualdades sociales. En este problema es crucial la adscripción o falta de ella de las “clases medias” a estas políticas que convierten a buena parte de la sociedad en beneficiarios de las garantías públicas.