jueves, 7 de julio de 2022

Mecenazgo, espacios de oración y representación: formas de la identidad femenina en la Edad Moderna

Las cortes fuera de la corte. Cultura nobiliaria y mecenazgo artístico femenino en los dominios de la monarquía hispánica

La segunda jornada, sobre el curso que atraviesa la identidad femenina en la Edad Moderna a través de la representación, ha comenzado con una ponencia a cargo de Valeria Manfrè, –profesora ayudante doctora en la Universidad Complutense de Madrid–, titulada “Las cortes fuera de la corte. Cultura nobiliaria y mecenazgo artístico femenino en los dominios de la monarquía hispánica”.

Durante la exposición se ha abordado el mecenazgo en la isla de Sicilia entre los siglos XVI y XVII. “A partir del siglo XVI la nobleza feudal siciliana se fue convirtiendo en cortesana”, afirmaba la profesora.

Los desplazamientos son parte fundamental de la vida de la nobleza. Estos movimientos aparecen reflejados, por ejemplo, en la imagen pictórica del embarco de la reina Mariana de Austria en el puerto de Finale. En esta representación, Mariana camina flanqueada por dos cardenales y lleva un tocado a la moda.

Del matrimonio entre Catalina Barrese y Fabricio Branciforte, III príncipe de Butera, nace Francisco Branciforte, que será el futuro marido de Giovanna De Austria –o Doña Juana–, hija de Juan de Austria, fruto de su relación con Diana Falangola. Giovanna, obligada a permanecer en Nápoles, intentó conseguir reconocimiento social y estabilidad económica. Para ello, apeló a Felipe III que le concede una dote y procura sus nupcias con Francisco. De esta manera surge un periodo de esplendor para el Marquesado de Militello –título que ostenta Francisco– en Sicilia.

La ceremonia de entrada de Juana en la ciudad de Palermo, con motivo de sus esponsales, estuvo engalanada por arquitecturas efímeras. Una vez que el matrimonio se muda a Militello, impulsan la vida cultural de la urbe. De esta intervención surgen contribuciones al urbanismo como la canalización de agua –hecho que cristaliza en la construcción de la Fuente de la Zizza, en 1607–. Durante este periodo surgen, también, publicaciones como el tratado de ajedrez de Pietro Carrera, capellán de la corte. Además bajo el auspicio de Doña Juana, se inicia la construcción del monasterio e Iglesia de San Benedetto. Giovanna no se limitó a cargar con la etiqueta de hija bastarda y puso en valor el legado de los Austria.

Si bien la figura de Juana fue fundamental en el esplendor de la corte siciliana, no fueron pocas las mujeres que contribuyeron a impulsar la cultura, algo favorecido por la movilidad de las damas de la nobleza siciliana y Habsburgo, y por ende, al desarrollo de la historia del arte.

Devoción femenina en el oratorio privado: Ut pictura meditatio

La segunda de las ponencias del día ha estado a cargo de Macarena Moralejo Ortega, –profesora ayudante doctora del Departamento de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid–. En este caso las reflexiones han versado sobre uno de los espacios privados por excelencia en las casas de la nobleza, la conferencia ha tenido por título, “Devoción femenina en el oratorio privado: Ut pictura meditatio”.

Los oratorios se ubicaban, a nivel general, en dos emplazamientos: palacios y villas. Fuentes documentales como los inventarios de bienes y otras disciplinas académicas, es el caso de la sociología, permiten el estudio de estos espacios. Una ubicación fundamental en los hogares de la nobleza, junto con el aula o la biblioteca.

Una de las formas de aprendizaje de la devoción estaba dentro del hogar. El notable clérigo Giovanni Dominici (1357-1419), da cuenta de la importancia de que los niños, orientados por las madres, conozcan las imágenes religiosas.

Entre los objetos obligados en el oratorio, estaba el reclinatorio. Se pueden encontrar desde modelos en madera con el escudo familiar a otros, exquisitos, hechos de materiales como ébano, mosaico o piedras duras. Otro pilar fundamental era el altar. Existe una gran disparidad de materiales y soportes que albergan diferentes imágenes de los evangelios. Estas piezas también podían variar según el momento de la liturgia. También, las cruces de gran tamaño eran elementos indispensables de estos espacios consagrados a la oración.

Entre los modelos de representación, la imaginería relacionada con Santa Catalina de Siena se establece como punto de partida para otras muestras de devoción femenina. En algunas recreaciones de las escenas de oración por parte de mujeres, encontramos objetos como el libro de oraciones o el rosario, aunando la parte espiritual con otra de opulencia a través de objetos que denotan riqueza.

Además de la emulación del evangelio, también aparecen en altares portátiles los retratos de las nobles en sus propios espacios de devoción. Todas estas imágenes traen a la luz una idea de la configuración y peso específico que estas estancias tenían en las casas de la nobleza.

Retrato y moda femenina. Formas de auto-representación en la corte de Felipe II

La tercera de las conferencias ha tenido que ver con la imaginería de los Austria en la corte de Felipe II, y más en concreto sobre las representaciones femeninas. “Retrato y moda femenina. Formas de auto-representación en la corte de Felipe II”, ha sido el título de la exposición a cargo de Almudena Pérez de Tudela Gabaldón –conservadora de Patrimonio Nacional–.

En el retrato de Antonio Moro –datado en 1551– de María de Austria (1528-1603), –hija de Carlos V e Isabel de Portugal y emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico–, albergado en el Museo Nacional del Prado, observamos una imagen de ella como gobernadora pero también como hija de los emperadores. En la abotonadura de la falda se aprecian los botones con las dos columnas de Hércules recordando la divisa de Carlos V.

En la pintura, –1552, a cargo de Antonio Moro–, de Juana de Austria –Princesa de Portugal y Regente de España en ausencia de Felipe II– apreciamos su condición de viuda a través del atuendo negro y con una toca blanca cubriendo la cabeza.  Finalmente se vio obligada a reducir el exceso de luto en su atuendo por los problemas derivados al respecto.

En cuadro de Juana, –1557–, a cargo de Alonso Sánchez Coello, se muestra en calidad de regente de su hermano y aparecen unos sillares que denotan la fundación del monasterio de las Descalzas Reales. Además, se presenta enlutada y ataviada con unos guantes bajo los que se observan las joyas que vienen de Portugal.

Pintores de la talla de Antonio Moro, Alonso Sánchez de Coello o Sofonisba Anguissola pusieron en imágenes la representación de las mujeres pertenecientes a la Casa de Austria. Estas mujeres, de algún modo, emplearon de manera estratégica la forma en que eran retratadas para mostrar signos de su poder o riqueza, así como para modificar rasgos físicos con los que no sentían afinidad.

El Mundo Cultural y Artístico de las Mujeres en la Edad Moderna (Madrid: UNED, 2021)

Para concluir la jornada ha tenido lugar la presentación del libro El Mundo Cultural y Artístico de las Mujeres en la Edad Moderna (Madrid: UNED, 2021), editado por la profesora Esther Alegre Carvajal.

La obra trata de analizar las identidades femeninas a través de las estrategias, tanto personales como familiares, a la hora de establecer sus representaciones. De este modo se aborda el mundo de la cultura y el arte desde el lugar de las mujeres en la Edad Moderna.

En el preámbulo se analiza el género como una categoría de análisis en la historia de las mujeres y su consideración historiográfica desde el feminismo. Por otro lado, el libro se estructura en tres partes: la primera parte analiza arte, poder y género; la segunda, aborda la creación femenina; la tercera, versa sobre espacios y universos propios al universo de la mujer en la Edad Moderna.

En resumen, una serie de artículos que ponen en valor tanto la actividad de estas mujeres tanto en la construcción de su imagen para la posteridad, su obra artística desde la autoría, así como el impulso en la construcción de las sociedades de su época.


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