Con la de este jueves han sido tres intensas jornadas, eminentemente prácticas, pisando el terreno, en las que expertos en distintas materias han tratado de acercar a un alumnado muy implicado sus conocimientos y sus vivencias.
Durante la media jornada de este
jueves, en la que de nuevo el intenso calor ha tenido acto de presencia, los
participantes en el curso han tenido la oportunidad de ver y conversar con el
equipo de investigación que actualmente trabaja en la cueva de los Casares
(Manuel Alcaraz, investigador postdoctoral en el Museo Neanderthal de Alemania
y Javier Alcolea, profesor titular de Prehistoria en la Universidad de Alcalá),
en un proyecto centrado especialmente en conocer la cronología del yacimiento.
Alcaraz y Alcolea han mostrado
tanto una parte de los grabados que contiene la cueva como la estratigrafía del
yacimiento musteriense, en una visita realizado por grupos de nueve personas
con el fin de perturbar lo menos posible el interior del yacimiento, que si
bien años atrás se podía visitar en su totalidad, hoy, esas visitas están
restringidas a una parte del mismo.
Una visita a la que también se ha
unido en esta última jornada, la diputada delegada de Medio Ambiente, Lucía
Enjuto.
En cuanto a la cueva, se
distingue por contener el arte rupestre paleolítico más importante de toda la
Meseta española, y junto con la vecina Cueva de la Hoz, se sitúa a mayor
altitud de toda Europa.
Contiene un enorme número de grabados,
pero también pinturas de temática basada en antropomorfos, felinos y animales
poco habituales como el rinoceronte lanudo, algunas de las cuales han podido
verse en esta visita.
En cuanto a las técnicas, según
se ha podido observar, están basadas en incisiones profundas de trazo estriado,
y figuras de animales de gran tamaño.
Por lo que se refiere a su
cronología, presenta una fase arcaica, de edad premagdaleniense, de gran
interés para el estudio de poblamiento humano de la Meseta durante el
Paleolítico Superior.
Pero además, Los Casares alberga
también un yacimiento del Paleolítico Medio, un hecho que ha querido resaltar
este equipo. Así, en los años 1960 ya se localizó un metacarpiano neandertal
que actualmente está siendo objeto de nuevos trabajos de campo y laboratorio.
El Valle de Los Milagros
Por lo que respecta al Valle de Los
Milagros, tiene un gran interés por su configuración geológica, donde
precisamente los condicionantes geológicos participan de forma determinante en
la composición de los paisajes de este geoparque, catalogación conseguida en
base a su notable patrimonio geológico, conservado y utilizado como motor de
desarrollo local.
Esta zona precisamente resultó
afectada hace diez años por un gran incendio originado en las inmediaciones de
la zona de recreo de la Cueva de los Casares.
En definitiva, un geoparque es,
un territorio que incluye un patrimonio geológico particular y una estrategia
de desarrollo sostenible, apoyado por un programa europeo. Su particularidad
radica en que no es una distinción permanente sino que hay que mantenerla y
renovarla, y eso significa, seguir mereciéndola, y como reconocen los
instigadores de la iniciativa, esforzarse por seguir trabajando en este gran
proyecto.
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