Durante la segunda jornada de la gestión de las emociones a través del mindfulness, los asistentes al curso han podido indagar más a fondo sobre la importancia de la consciencia, el papel fundamental que juegan los emociones negativas y el significado de la autocompasión.
La jornada ha empezado a cargo de Vicente Simón Pérez, catedrático de Psicobiología de la Universidad de Valencia. El catedrático destacaba que es de vital importancia "ser más conscientes para ser más felices". La palabra consciencia es una palabra compleja y es un fenómeno que ha sido estudiado por la ciencia, por lo que el hecho de darse cuenta de las cosas que pasan a tu alrededor aquí y ahora es el mindfulness propiamente dicho.
Vicente Simón Pérez durante la ponencia
Ser consciente de las emociones
¿Y qué podemos hacer para ser más felices? Lo primero como indica Simón Pérez es " organizar la vida de manera que las emociones conflictivas como la ira, el miedo o la vergüenza sean menos frecuentes e intensas y en el caso de que una de estas emociones nos domine, no hay que aferrarse a ella".
En mindfulness se cultiva la mente para tomar decisiones de manera lúcida por eso es tan importante utilizar la consciencia para modificar las emociones, "ya que cuando uno se da cuenta de que existe una emoción, la emoción cambia", como argumentaba Simón Pérez.
La otra sesión sobre la autoregulación emocional ha contado con la ponencia de Santiago Segovia Vázquez, catedrático de Psicobiología de la UNED. Además es el director del programa de Meditación Mindfulness cuyas siglas provienen del inglés MBMB (Mindfulness Based Mental Balance). Este programa de desarrollo personal emplea la meditación basada en el mindfulness como recurso para el crecimiento personal.
Segovia Vázquez hace referencia al origen de la palabra mindfulness, que proviene del sati y significa "recta atención". ¿Y cuál es la manera correcta de prestar atención? "Dándose cuenta de la pérdida de atención y volviendo a la práctica", señala el catedrático, quien ha animado a los asistentes a realizar una sesión práctica para poder llegar a ese estado de consciencia lúcida y serena.
Santiago Segovia Vázquez
Previamente al comienzo de la segunda parte de la jornada, se ha impartido una sesión práctica de meditación basada en el mindfulness impartida por Miguel Ángel Santed Germán quién inauguró el curso con su ponencia sobre el mindfulness y las emociones.
El tercer participante de la sesión ha sido Juan Diego Estrada, doctor en psicología por la UNED quien ha abordado las emociones difíciles y conflictivas que a menudo son tratadas como un tema tabú. Estrada, quien ha ido intercalando su charla con ejercicios prácticos, explica las emociones como un caballo: "Son una fuerza poderosa que nos lleva a otra parte. Hay que saber manejar al caballo y esas herramientas nos las proporciona el mindfulness", concluye el doctor.
Juan Diego Estrada y las emociones difíciles
Que no nos dominen las emociones
La fuerza expansiva del mindfulness ha permitido que esta práctica se desarrolle en escuelas de todo el mundo. De esta forma la persona que practica mindfulness será capaz de saber cuando una emoción está aflorando en su cuerpo, saber gestionarla y tomar posteriormente una decisión. Estas emociones que surgen pueden ser negativas y como afirma el doctor, "nos han enseñado a esconderlas y no a controlarlas y por lo tanto el enfoque del mindfulness es mirar a la cara a esa dificultad".
Constanza Calatayud Miñana en un ejercico práctico
Para concluir la jornada, la última charla ha sido impartida por Constanza Calatayud Miñana, profesora en la facultad de Psicología de Valencia y vicepresidenta de la Asociación Española de Mindfulness y Compasión (AEMIND), quien ha enfocado su ponencia hacia la autocompasión y la autoestima.
¿Qué es la autocompasión? ¿Es lo mismo que la autoestima?
Como bien ha explicado Calatayud Miñana, "la autocompasión es la preocupación que se tiene de uno mismo a través de pensamientos amables y de preguntarse en un momento de sufrimiento qué es lo que se necesita". Es decir, la amabilidad frente a la autocrítica. La visión del mindfulness sobre las emociones negativas no es evitarlas sino hacerse cargo de ellas por lo que hay que aceptar la experiencia de una forma amable.
La autocompasión llevada a cabo a través del mindfulness se basa en el hecho de que todos somos iguales. "Todo el mundo puede sufrir lo mismo que yo, por lo que hay que aceptar la realidad y llevar a cabo una acción para cambiar las cosas", señala la profesora.
Pero autocompasión no es lo mismo que autoestima. La autoestima es uno de los aspectos más impulsados por la psicología y se basa siempre en la comparación social. "Si no se alcanza la autoestima comienza la propia autocrítica hacia nosotros mismos, mientras que la autocompasión nos sitúa a todos en el mismo nivel", apunta Calatayud Miñana. Para finalizar la sesión también se ha realizado un ejercicio práctico donde los asistentes han podido poner en práctica todo lo aprendido a través de un ejercicio de meditación.
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