viernes, 28 de junio de 2019

Feminismo y ciudadanía. Tercera jornada


Feminismo y ciudadanía 2. Amelia Valcárcel Bernaldo Quirós (Catedrática de Filosofía Moral y Política. UNED)


Amelia Valcárcel
En esta última jornada del Curso de Verano ‘Feminismo y ciudadanía’, Amelia Valcárcel ha continuado con la ponencia que inició el primer día en la primera sesión del taller.

Ha explicado que la libre elección de Estado se alcanzó con las primeras leyes de divorcio. Hay muchas sociedades que tienen repudio, en el Islam los hombres pueden repudiar a sus mujeres.

Los jesuitas en los estados católicos eran quienes educaban a las élites en su casa, los nobles que luego serían los administradores del Estado. Ninguna mujer tenía preceptores ni colegios. Se las encerraban de por vida en conventos. En las grandes ciudades había uno o dos grandes conventos. Si se la necesitaba para el matrimonio se la sacaba del convento, junto con sus dos damas. Todo eso se acaba con la reforma luterana. El matrimonio deja de ser un sacramento para convertirse en un contrato. La estructura monástica se quiebra con la Reforma.

Aparece en el Protestantismo un nuevo concepto de familia. Lo que antes se hacía por costumbre, se convierte en ley para que no cambie. Las mujeres se convierten en menores de edad perpetuas para la sociedad de Jean J. Rousseau.

Rousseau cree que las mujeres son sentimentales y no pueden ser racionales ni justas, por tanto no pueden ser ciudadanas. Las mujeres no tenían que estar en el espacio público y apenas coincidían con los hombres. Ha captado que hay una rebelión de algún grupo de mujeres y no lo soporta. La codificación napoleónica es para reducir a leyes todo esto, que incapacita a las mujeres por escrito. No pueden comprar, ni vender, ni administrar sus propios bienes, no pueden viajar, pasan de la tutela de su padre a su marido, no tiene patria potestad… las mujeres no llegan a tener mayoría de edad.

En España se ha salido de esto en 1982 tras la dictadura franquista y después con UCD, con el partido socialista.

La profesora propone leer la Declaración del manifiesto de Seneca Falls de 1848, que lo van leyendo entre los diferentes alumnos. Se reúnen en Seneca Falls más mujeres que varones que han intervenido en el movimiento antiesclavista. Casi todos ellos son muy religiosos, son cuáqueros, una de las Iglesias reformadas. Fueron traficantes de esclavos y se rebelan convirtiéndose en antiesclavistas. Fueron los primeros que permitieron que una mujer fuera dirigente de una Congregación. Muchas de las que firman el manifiesto son reverendas. Este manifiesto se parece a la declaración de independencia de EEUU.

El Feminismo es un derecho naturalista, del que habla J. Locke. En 1848 también llegó el manifiesto comunista, a la vez que el manifiesto feminista. Este manifiesto sale de un debate a lo largo de tres días. Cien años después, en 1948 se hace la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El Feminismo socialista surge aunque divide al sufragismo en dos ramas a lo largo del siglo XIX: el feminismo sufragista liberal y el feminismo no sufragista societario.

Concepción Arenal es una reformadora social, una intelectual de primer nivel, pero estaba en contra de que la mujer votase justificándolo en una guerra familiar que se podría desencadenar si ambos votan a distintos partidos.

El consenso estaba en los derechos civiles y educativos, pero no tanto en los derechos políticos o sufragistas. El 8 de marzo es el día que la Internacional socialista de mujeres en 1910 decidió que sin derechos políticos no se podía hacer nada. Se unieron por fin el sufragismo liberal y el socialista.

Hay que empezar porque a las niñas se las enseñe a leer y a escribir. En el siglo XIX las mujeres llegan al mundo laboral a través del mundo de las enfermeras y las profesoras, porque se podían permitir dentro un orden. Se hacen los primeros estudios para maestras, que piden un sueldo. La formación primaria recayó en las mujeres, pero la formación superior quedó fuera.

Concepción Arenal asegura que mujeres de familias académicas como excepciones sean autorizadas a escuchar estudios (sin un título). En 1860 se les empieza a dejar acudir a las universidades porque son excepciones y provienen de familias académicas, de padres rectores o profesores. Acuden a clase “sin que sufra su decencia”. La estudiante es llevada y recogida por un bedel y el profesor, que está colocada en una parte especial de la clase. Su ama la recoge en la puerta de la universidad para que no sufra su decencia. Para poder asistir a clase tiene que hacer una instancia al profesor. El rector le pregunta al profesor si cree que podrá controlar a sus estudiantes si acude una mujer a clase. Renuncian expresamente al derecho a examen y al título. El derecho a examen lo concedió la Primera República en 1870 en España. En Inglaterra el derecho a los títulos fue tras la Primera Guerra Mundial. Después adquirieron el título, pero no estaban colegiadas y no podían ejercer. La primera vez que la mujer pudo ir a la universidad, hacer exámenes, tener derecho al título fue en 1911. Y fueron atacadas días después por estudiantes con piedras. Rosario de Acuña se hizo eco de esto en la prensa y hubo manifestaciones para que la desterraran y se la desterró.

Los primeros Institutos femeninos se hacen en aulas desamortizadas y son de mediados del siglo XIX.  

Actualmente el 63% de las universitarias son mujeres, es un cambio brutal, pues nunca ha sucedido en la historia que las mujeres sean más numerosas en las universidades.

Si la lucha por los derechos educativos es dura, la de los derechos civiles es aún más. No es el tiempo es que hace la lucha, es la gente. El sufragio se convierte en la meta principal para lograr los derechos civiles desde los parlamentos.

En la mayor parte de los países europeos las mujeres comienzan a votar en los ayuntamientos… En Nueva Zelanda es el primer país en donde se vota a gran escala. En Gran Bretaña se consigue después de la Primera Guerra Mundial, pero sólo para mujeres a partir de 30 años y solteras. En la mayor parte de los países europeos se consigue después de la Segunda Guerra Mundial, en torno a 1950. En EEUU fue en torno a los 50-60.

En España la II República permitió que las mujeres pudieran ser elegidas, al igual que los curas. Fueron tres entre los 400 miembros. Clara Campoamor y Victoria Kent fueron las primeras, pertenecían a partidos muy similares y durante los años 20 habían compartido la lucha feminista.

Las actas del Congreso estaban llenas de gritos, mandatos de “vete a fregar”, Clara Campoamor antes de llegar al debate su partido le dice que no la va a apoyar en el sufragio femenino. Victoria Kent dice que va a votar en contra del voto, siendo la única otra mujer en la Cámara, porque la española no está preparada, es una traición a la República. Allí se levantó Clara Campoamor con paciencia e inteligencia y empezó su exposición y la mitad de los socialistas salieron a mandato de Indalecio Prieto de que el voto femenino era “una puñalada a la República”. Pero otro socialista empezó a meter a todos de nuevo a la Cámara y se gana, Campoamor no se lo podía creer. Fue el 1 de octubre de 1931.

En la Primera Declaración de los Derechos Humanos en 1948 se habla de la igualdad y es una declaración feminista. Una gran feminista la impuso, Eleanor Roosevelt. El Feminismo es internacionalista desde que comenzó, la Humanidad es una.

La mayor parte de la industria bélica tiene obreras, las mujeres entran en las guerras mundiales en campos donde no habían entrado antes. Pero al acabar la guerra los varones vuelven, se echa a las mujeres de vuelta al hogar. Aparece el hogar actual lleno de electrodomésticos que facilita la tarea a las que no querían quedarse en su casa. Cosa aparte es la crianza y los dependientes y ancianos.
La tercera ola del Feminismo se ocupa de la agenda de los derechos sexuales y reproductivos, la reclamación de paridad y los conteos de los años 80.

La Vanguardia en el Feminismo Contemporáneo es la mayor que nunca haya existido. Occidente tiene en el Feminismo su marca principal, nuestros valores de igualdad están ausentes en muchos territorios a nivel Internacional. La igualdad de las mujeres planetariamente es imparable, pero costará. Occidente está produciendo en gran parte del mundo movimientos reactivos. La Globalización es un fenómeno maravilloso y Occidente es percibido como el lugar en que hombres y mujeres valen lo mismo. Hay multitud de lugares en el mundo en el que ambos no coinciden en la vida pública. 

Mª Ángeles Baños
Mª Ángeles Baños habla de una serie de grabados en el cuento de  ‘Barba azul’, que nombra a su séptima esposa “curiosa”. Ser curioso abre interés por las cosas y abre camino al conocimiento. Trata de actuar con dominio, control para colocar a su curiosa esposa en su “sitio”. Barba Azul le ofrece un manojo de llaves de su casa y le dice que una no puede tocarla. Ella quiere desobedecer por curiosidad, él advierte y ella desobedece aunque tenga que pasar por la crítica y el castigo. Los adjetivos calificativos que recaen sobre las mujeres curiosas son constantes aún hoy. Finalmente la esposa entra en esa habitación, donde están el resto de las esposas de Barba Azul muertas y él la condena a muerte a ella también. Pero ella, inteligente, es salvada por sus hermanos que matan a Barba Azul. Este cuento se publicó en 1697 y a través de los cuentos se interpreta el mundo.

Alicia Miyares, Mª Ángeles Baños, Amelia Valcárcel y Sara Mateos
Alicia Miyares, Mª Ángeles Baños, Amelia Valcárcel y Sara Mateos hacen una mesa redonda para cerrar este Curso de Verano de la UNED sobre ‘El feminismo y la ciudadanía’.

Hablan de que de los años 80 a los años 2000 hay debate entre el Feminismo de la igualdad y el Feminismo de la diferencia, esencialista, el ecofeminismo. Se trata además la teoría Queer y transgénero, el tema de la prostitución y los vientres de alquiler. 

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