lunes, 11 de julio de 2016

Una panorámica del yihadismo salafista en los últimos años: la consolidación de la amenaza.


Este lunes 11 de julio de 2016 ha dado comienzo el último Curso de Verano de este año organizado por la UNED, La amenaza yihadista hoy.  El profesor de Relaciones Internacionales Carlos Echeverría Jesús es el director de dicho Curso, que durante tres días versará sobre el terrorismo yihadista salafista.


Carlos Echeverría Jesús, director del Curso La amenaza yihadista hoy

El profesor Echeverría ha hecho a sus alumnos una panorámica del yihadismo salafista en los últimos años y ha expuesto que para derrotar la ideología yihadista hay diferentes problemas. Se habla de la amenaza del yihadismo, cuando es un método y no una amenaza en sí. La ideología yihadista tiene un agravante, surge de un contexto religioso y eso le añade al problema dos dificultades importantes:

  • La dificultad de separar la ideología del contexto general, separar el yihadismo del islam sunii.
  • La segunda dificultad nos afecta a quienes nos movemos fuera del islam. Al aproximarnos al islam y al yihadismo nos encontramos con muchas dificultades. Un no musulmán no puede inmiscuirse en el islam y si lo hace provoca una reacción. Pero el mundo no islámico tiene que dar respuestas al problema yihadista.

Hoy en día hay grandes políticas en el seno de la UE para tratar de solucionar este problema, es difícil que ganemos esta guerra, aunque debemos intentarlo. El mundo musulmán (sunii) está compartimentado en estados, cada uno de estos estados ha puesto en marcha medidas contra el terrorismo yihadista. Esta ideología está germinando en muchos países. Por ejemplo, Arabia Saudí tiene sus políticas contra el yihadismo, pero luego tiene sus políticas de explicar el islam y aplicarlo. En cuanto a los programas de desradicalización, unos países van en una línea y otros en otra línea.

El islam en Asia gana terreno, no hay contrapredicadores contra los predicadores en televisión, en internet… Tenemos una dificultad enorme para combatir la desradicalización.

Además, en este momento la ideología yihadista salafista tiene dos dimensiones:
  • Dimensión intramusulmana. La ideología pretende enderezar el islam, a los musulmanes. Algo que ha pasado desapercibido para el resto del mundo. En Occidente no le hemos dado importancia a este tema, porque nos parecía un problema interno. Cuando los problemas entre los sunníes y chiíes empiezan a tener una dimensión internacional (Bagdad, Islamabad) creemos que es un problema intramusulmán.
  • Dimensión contra Occidente. Estamos perdiendo tiempo y perspectiva, hay un desconocimiento por el mundo árabe musulmán, cierto desprecio al mundo árabe. Los que estamos fuera estamos con las manos atadas.

El profesor Echeverría hace un claro énfasis en que los yihadistas sí son musulmanes, otra cosa es que sean perversos porque creen que su ideología es el verdadero islam. La ideología yihadista pertenece al islam, no es ajena. 

Con este escenario, llegamos a la actualidad. La situación actual nos ofrece una panorámica difícil de atacar en términos de eficacia. La semilla afgana de los años 80 se consolidó en los años 90, con varios abastecedores de combustible: Afganistán con la derrota soviética. Los Balcanes occidentales, Somalia, Chechenia en los 90 se interpretan de manera equivocada… En las guerras chechenas, Rusia aniquila al pueblo checheno. Chechenia se convirtió en un importante altar yihadista. Cachemira en la dimensión del desmoronamiento del Imperio Británico, fue un altar yihadista más importante que Afganistán, pero a nadie le importaba entonces… Kosovo en Serbia es un referente entre los altares yihadistas. En los 90 Oriente Medio ha sido un escenario central (Palestina, guerra árabe israelí). Esos conflictos continúan. 
 
Para Occidente es prioritario acabar con el Estado Islámico, con Daesh. Ya tenemos un objetivo, un enemigo. Pero no es fácil acabar con él porque es uno más de los cada vez más actores en este plantel. Con esto perdemos perspectiva, nos centramos en Daesh y dejamos de lado a otros grupos islámicos como los de Libia o Argelia. Son una ideología que emerge del sentimiento religioso, creen firmemente en Dios y en su mensaje, eso es su fuente de motivación. Como nos recuerda el profesor Echeverría no hay que olvidar que nos movemos en el mundo de la clandestinidad. 

Boko Haram como todos los demás grupos no cae del cielo, es fruto de distintos imputs que le ha llevado a formarse. Es el resumen de agravios históricos antes y después del nacimiento de Nigeria como estado, de la corrupción, de las injusticias… que siguen existiendo. Los factores que alimentan su supervivencia siguen ahí.

La Operación Serval, por ejemplo, fue ineficaz a la hora de resolver en Malí los problemas, nos explica el director del Curso. Evitó que Malí cayera en manos de los terroristas, pero no soluciona los problemas estructurales que hacen que sea un país con muchos problemas. Los yihadistas no derribados ahí siguen. Ahora se han multiplicado los actores, las tensiones intercomunitarias continúan intactas… eso alimenta a los terroristas.

"Es una guerra simétrica, gana el que no pierde y pierde el que no gana. Nosotros no ganamos, ellos no pierden", asegura el director del Curso.

¿En qué situación estamos en términos de amenaza? 

En España, después de París y de Bruselas, la amenaza forma parte del paisaje. El yihad urbano es una forma más heróica e impactante de sorprender, de combatir. Hamás, Frente Al-Nusra, Boko Haram, Daesh, Hezbolá, Al Qaeda... todo es yihad.

En España, en la UE, estamos en dificultades estructurales porque tenemos focos de conflicto de difícil situación como en Libia, donde se está combatiendo. No se derrota a Estado Islámico, el yihadismo está en varios bandos, en los dos que pelean en aquellos países. Lo de hace una década en Irak no lo podemos volver a hacer. Libia es un buen ejemplo de este problema. Una sociedad tribal, fragmentada, con un líder tribal como era Gadafi… mientras no se establece un estado como tal, los yihadistas van ganando terreno. Marruecos y Argelia no están a salvo de estas maldades, no son Libia, ni Siria… pero tienen el germen dentro. Marruecos tiene combatientes fuera. Túnez también tiene combatientes. En Argelia muchos dan por hecho que la guerra se ganó en los 90, pero la situación va evolucionando. El mensaje yihadista va ganando terreno.

El mapa envolvente no es esperanzador para España. Si para el enemigo hay un todo, para nosotros debe haberlo también. Su campo de batalla está en cualquier parte, ellos combaten en cualquier sitio. La amenaza combina capacidades e intenciones. Sus intenciones son muy ambiciosas. Es un enemigo que hay que tener en cuenta, pero cuyos límites no ofrecen una imagen de envergadura y solidez.

En Malí y Somalia el discurso actual de los estados es que se vive un momento que va a permitir la celebración de elecciones, en Malí el mes que viene. Crea una cierta seguridad pero en el terreno somalí elecciones democráticas no se van a celebrar. La violencia de Al-Shabab en Somalia no está derrotada, se ha conseguido eliminar algunos de sus líderes… pero no desaparecen los grupos al desaparecer sus jefes. En Boko Haram hay un nuevo líder y después de las elecciones en Nigeria el año pasado dijeron que iban a terminar con ellos y no ha sido así. Boko Haram antes estaba en el norte de Nigeria y ahora está en muchos más países: Libia, Chad, Camerún… donde inoculan su ideología. El telón de fondo es el ideológico, que está intacto, a pesar de combatir a sus dirigentes, y la naturaleza misma de los terroristas.

Según el profesor Echeverría la primera obligación que tenemos para solucionar algo es desenmascarar la realidad. Vivimos en un mundo de fantasía en el que Daesh está perdiendo terreno. Acabar con el enemigo es difícil porque tenemos limitaciones que ellos no tienen. Se están evitando atentados, se están consiguiendo cosas… pero hay dificultades muy importantes para solucionar. Arabia saudí y Turquía son aliados de Occidente, pero llevan adelante políticas muy peligrosas. Nos hacen enormes destrozos. Enderezar el islam desde la perspectiva saudí es antidemocrático. 

Asistentes al Curso haciendo preguntas al profesor Echeverría

A continuación, los alumnos han hecho preguntas al profesor y han reflexionado sobre las posibles soluciones. El profesor Echeverría ha querido aclarar que el petróleo ya no es actualmente el problema de muchas de estas guerras. Con el fraking EEUU no depende tanto del petróleo de los árabes. 

Los límites del ciber-terrorismo.


En la segunda ponencia de la tarde, el profesor de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide, Manuel Ricardo Torres Soriano ha estado explicando a los alumnos lo que significa Ciberterrorismo. 

El profesor Manuel Ricardo Torres Soriano habla a los alumnos sobre ciberterrorismo

Ciberterrorismo es un término contaminado, porque todo el mundo parece entender lo que es. Pero es un término que tiene un empleo excesivo para abarcar actividades que carecen de un resultado violento. Una actividad comunicativa en internet a manos de terroristas no es ciberterrorismo, es propaganda terrorista. El hackeo de páginas web por parte de yihadistas tampoco es ciberterrorismo. El ciberterrorismo es utilizar internet para hacer daños violentos a las personas. El ciberespacio es una fuente de amenazas, pero son más preocupantes los actores estatales, como China, Rusia, Corea del Norte e Irán. Los yihadistas condicionan la realidad, hacen propaganda, proyectan violencia, generan miedo… pero actualmente no alcanzan el uso del ciberespacio para hacer ciberterrorismo. Ciberterrorismo sería descarrilar los trenes con pasajeros desde internet, contaminar abastecimientos o hacer caer la red eléctrica… 

El profesor Torres explica el caso del ciberataque de la cadena de televisión francesa TV5 Monde, donde la cadena dejó de emitir, reivincado por Cibercalifato… Al parecer fue una operación encubierta que llevaron a cabo los servicios de inteligencia rusos, según las investigaciones. Esto genera miedo, pánico. Pero hay que distinguir el ámbito del interés por dotarse de estas capacidades y las capacidades reales que tienen estas organizaciones. Hay mucha propaganda, pero su desarrollo real de la tecnología es muy anecdótico. 

En Afganistán se encontró un software que intentaba romper una presa… pero aunque ellos se informaran del tema, no han sido capaces de llevar a cabo esas ideas. Utilizan aplicaciones de anonimización de las comunicaciones, aún así no dejan de ser customizaciones de cosas que ya existen. No han innovado, adaptan o traducen lo que ya existe… En ocasiones, buscar y descargar esas aplicaciones les pone en riesgo y que les investiguen.. Muyaidín Secret es una de estas aplicaciones y lógicamente no está en Apple Store o en Google Play y esto supone un riesgo para ellos.

Existen barreras de acceso del uso del ciberespacio con una finalidad bélica. Se ha democratizado el uso de internet, pero no es cierto que cualquiera pueda hacer un ciberataque terrorista. Aunque el ciberespacio está mal protegido hasta cierto punto según ciertas investigaciones (la NSA tiene las principales responsabilidades en seguridad en el ciberespacio); pero para llevar acabo un ciberataque necesitas un Equipo Rojo, y no todos los países tienen esa capacidad de tener 50-100 personas con la capacidad y un espacio seguro. Es una limitación muy grande para los terroristas. Según el estudio Digital Pearl Harbor (2002) serían necesarios al menos cinco años y 200 millones de dólares para hacer un ciberataque. 

El ciberataque más complejo perpetrado hasta la fecha fue Natanz en una central nuclear de Irán en 2010. Fue un virus que se metió durante la Administración Bush para desconfigurar las centrifugadoras que enriquecen el uranio para evitar el rearme nuclear iraní. Un equipo multidisciplinar estuvo trabajando al menos 4 años y tenía un presupuesto de 300 millones de dólares. Además, en la central iraní no estaban conectados a la red, sino que había que insertarlo infiltrándose. Dicen que fue una colaboración israelí-americana.

¿Otros escenarios son posibles?

La proliferación no parece una vía. Ningún Estado con capacidad de armas de destrucción masiva ha compartido su información con estos grupos. Si las organizaciones terroristas usasen determinadas capacidades se encontraría a su patrocinador, y eso es muy arriesgado para cualquier país. No se quieren quemar ciertos recursos además porque no se sabe si se adquirirán otros nuevos.

El aprendizaje. Parece muy cuestionable que lleguen a alcanzar ese talento, no tienen capacidad para atraer ingenieros informáticos suficientemente preparados. Supone un riesgo para los informáticos y además no florece en aquel ámbito gente tan preparada. Podrían conseguir alguien puntual, pero no un equipo multidisciplinar.

Externalización. ¿Y qué pasa si lo subcontratan a otros? Los ciberdelincuentes son muy activos, crean muchos virus. Tienen un negocio muy lucrativo obteniendo datos bancarios y trabajar con los terroristas les supone salir de su zona de confort, aliarse con terroristas yihadistas no les compensa. Se convertirían en objetivos prioritarios de la seguridad internacional.

En cuanto a casos de colaboración entre terroristas y hackers, el profesor Torres explica el caso de un activista yihadista de origen británico, que estuvo en Anonymous. Estuvo en la cárcel tres años por hackear la cuenta de Tony Blair. Se llama Junaid Hussain, que se radicalizó después de salir de la cárcel. La mayoría de sus antiguos compañeros de Anonymous le da la espalda, excepto un kosovar amigo suyo que por dinero acepta encontrar datos de soldados americanos. Se hacen con el control del US Central Command y se apropian de direcciones y datos personales de soldados americanos. Neutralizaron a ambos, a uno condenándolo y a otro en un ataque con dron.

Estas organizaciones ciberyihadistas hacen ataques de muy baja importancia, como hacer caer páginas web. Filtran datos personales de enemigos, se han publicado incluso datos de ciudadanos de Nueva York. Han cogido el listín telefónico y lo han digitalizado. Se hace para generar miedo.

La amenaza real está en que en el ámbito del yihadismo se pase a una amenaza específica, que se les crea en sus amenazas en alguna amenaza concreta y real. Hay un colectivo de activistas sirios que es “Raqqa is being slaughtered silently” (RBSS), que está dando muchos problemas a Daesh porque da información desde dentro de Siria de cómo Daesh ejerce la violencia… varios de sus miembros han sido asesinados por Daesh en Turquía de forma ejemplarizante. Un yihadista francés asesinó recientemente a un policía francés y a su mujer en su domicilio, y emitió un vídeo reivindicación con una novedad que Facebook había creado poco antes, que era publicar vídeos en directo. Unos 20 minutos de vídeo con los cuerpos de las víctimas donde comenta que hacer asesinatos individuales es muy fácil, y llama a  matar políticos, periodistas, policías… y eso es muy fácil. Este es un peligro que va a ir creciendo en el futuro, combinándose junto a los grandes ataques.

Según remata el profesor Torres, no está a su alcance tumbar una central nuclear, pero sí son capaces de hacer asesinatos individualizados. No podemos descartar que encuentren formas de hacer mucho daño, aunque hoy en día no esté en su mano hacer un gran ciberataque.


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