viernes, 8 de julio de 2016

Finaliza el curso de Mindfulness con gran satisfacción entre los asistentes

Aplicación en los trastornos del comportamiento alimentario

El Mindfulness se ha incorporado a la práctica de las terapias psicológicas, demostrando ser una herramienta útil para determinados tipos de trastornos, como es el caso de los trastornos del comportamiento alimentario (TCA).

En la tercera y última de las jornadas celebradas en la UNED de Guadalajara sobre esta temática, la profesora de Psicología Clínica de la UNED, Marta Isabel Díaz, abordaba la aplicación del Mindfulness en el tratamiento de los TCA.

Con una exposición rigurosa, la profesora comenzaba explicando que los trastornos del comportamiento alimentario –tales como la bulimia o la anorexia nerviosa- están relacionados con los modelos de belleza actual, en los cuales se impone la delgadez como ideal a conseguir. Además de la presión social, “para desarrollar un trastorno de la conducta alimentario hay que ser vulnerable biológicamente y es necesaria la predisposición psicológica”, añadía Díaz.  

Félix Hernández  presentando a Marta Isabel Díaz, 
antes de comenzar su ponencia.

Actualmente, las terapias aplicadas al tratamiento de los trastornos alimentarios incluyen la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) y la Terapia Cognitivo Conductual-Mejorada, la cual se introdujo para tratar los rasgos de perfeccionamiento, intolerancia al malestar emocional, déficit de autoestima o dificultades interpersonales. Estas terapias resultan eficaces en un alto porcentaje de casos, llegando al 80% de eficacia en el caso de la bulimia nerviosa.

La encrucijada se produce, exponía Díaz, cuando se presentan trastornos comorbidos (con concurrencia de dos o más trastornos), los cuales son muy habituales entre los TCA. En estos casos donde la cronicidad es muy frecuente, nos encontramos que los tratamientos no son suficientemente eficaces y desde la intervención psicológica se trata de conseguir más. Es aquí donde el Mindfulness se presenta como una terapia complementaria, dada la necesidad de la auto-regulación emocional en los TCA.

“Hay que empatizar con las pacientes”, señalaba la profesora, porque “tratamos con personas que no saben cómo enfrentar su mundo, se consideran sin recursos para afrontar los problemas de su vida y ven estas conductas erróneas como una salvación”. “Tenemos que ser conscientes de que estas jóvenes a las que tratamos no se mueren de hambre sino de un problema de corazón”, matizaba Díaz.  

  Marta Isabel Díaz respondiendo a una de las muchas preguntas generadas con su ponencia. 

El trabajo a través de Mindfulness aborda la conexión con uno mismo y la aceptación. Las intervenciones que se realizan en este sentido son: la terapia dialéctico-conductual; la terapia de aceptación y compromiso y el entrenamiento en comer de forma consciente disfrutando con ello (lo que se denominad Mindful Eating o comer con conciencia plena).

El Mindfulness es fundamental para contactar con las sensaciones temidas y tomar contacto con aquellos estados emocionales –que son evitados y enfrentados a través de una ingesta compulsiva o de la contención de la ingesta-. Se trata de conseguir la aceptación de uno mismo y la conexión con la valía personal, más allá de lo que tenemos o hacemos, mejorando el autoconcepto y la autoestima. Y esto, de forma indirecta, puede permitir la mejora de relaciones sociales.

Pero advertía la profesora Díaz, que hay que ser prudentes con el Mindfulness. “Hay que preparar el camino. Porque el conocimiento del mundo interno da miedo a mucha gente. Hay gente que tiene pánico a la ansiedad, aunque esto sea algo normal en el ser humano”. 

Las personas con TCA son muy vulnerables. “Se trata de trastornos muy graves, que requieren ir con cautela”. La intervención con Mindfulness hay que combinarla con estrategias de TCC. Afirmaba Díaz que algunos procedimientos son eficaces pero aún hay que tener más datos científicos, más investigación. Y es por ello que: “Cuando se integra dentro de una intervención multicomponente se consiguen mejores resultados”.

Cómo integrar Mindfulness en tu vida diaria

El broche final a un curso que ha colmado satisfactoriamente las expectativas de los asistentes, lo ponía Juan Diego Estrada, que es doctor en Psicología por la UNED y Prácticum en Mindfulness-Based Stress Reduction por la Universidad of Massachussets.

Juan Diego Estrada ya estuvo en el mes de noviembre de 2015 en un curso sobre Mindfulness  organizado por la UNED de Guadalajara. Dado el éxito de aquella convocatoria, el Centro Asociado decidió planificar este nuevo curso que el propio Estrada se encargaba hoy de cerrar con una ponencia sobre Cómo integrar Mindfulness en tu vida diaria y vivir de manera consciente.

Durante su intervención, se han sucedido los momentos de práctica y de interacción entre los asistentes al curso.

Juan Diego Estrada ponía el broche final al curso. 

Afirmaba Estrada que “la promoción del Mindfulness va a contribuir a que tengamos una sociedad mejor en la medida que podamos introducir esta práctica”. Al igual que otros ponentes, señalaba que “hay que entender el Mindfulness como una forma de ser”.

El Mindfulness es “prestar atención sin juzgar”. Supone una apertura a la experiencia, la cual no es siempre positiva, con una actitud de aceptación. “Es una historia de amor con el momento presente. Nos hace vivir la realidad diaria de forma diferente, desconectando los pensamientos automáticos”.

Estrada hacía referencia a distintos momentos del día, donde nuestro pensamiento automático invade nuestra mente, apartándonos de la vivencia del presente. Esto es algo natural en el ser humano porque “no hemos sido entrenados para vivir el presente, sino que  nos educaron para pensar, reflexionar”. Con la práctica del Mindfulness la idea es que seamos conscientes de esos pensamientos automáticos que nos abordan y dejarlos pasar. Una práctica eficaz para conseguirlo es “hacer cinco respiraciones conscientes y volver al momento presente”.
Podemos tomar conciencia del modo en que salimos del funcionamiento normal de nuestra mente, de lo que sucede en cada momento de la vida, de cómo respondemos a ello y de cómo nos relacionamos con las cosas que suceden cada día.

               El doctor en Psicología, Juan Diego Estrada, en una explicación práctica. 

El doctor en Psicología aludía a la metáfora del río para explicar la aplicación de Mindfulness: “Podemos imaginar un río lleno de emociones que nos arrastran y con Mindfulness somos capaces de sentarnos en la orilla, observar y manejar las situaciones de una forma más selectiva”.

A continuación, exponía que hay diversas maneras con las que podemos aplicar el Mindfulness al día a día con el objeto de vivir el presente con conciencia plena. Podemos practicar poner la atención en alguna parte de nuestro cuerpo (como una mano) o en un objeto externo y analizarlo detenidamente observando sus rasgos. También podemos cambiar nuestros hábitos, por ejemplo, en el camino al trabajo, en lugar de hacer el camino de siempre –con el piloto automático- podemos variar la ruta, para entrar más en contacto con la experiencia. Podemos intentar vivir un día sin móvil, cambiar el reloj de mano durante un día, realizar cualquier actividad cotidiana “a cámara lenta” observando las sensaciones que nos produce o poner la atención en nuestra postura corporal y en lo que sentimos.
“Cuando traemos este tipo de atención a nuestra experiencia, ésta cambia por sí sola”, afirmaba Estrada.

En su intervención, finalizaba haciendo referencia a las relaciones interpersonales donde la práctica del Mindfulness nos puede ayudar a mejorar aspectos como la escucha activa, la empatía, a no juzgar y, en definitiva, a relacionarnos mejor. “Las  situaciones que más estrés nos producen en la vida es con las personas que más queremos”, concluía.


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