miércoles, 25 de junio de 2025

30 Años de vigencia del Código Penal de la Democracia: Situación actual y retos de futuro



La 36 edición de los Cursos de Verano del Centro Asociado a la UNED Guadalajara han comenzado hoy con el titulado "30 años de vigencia del Código Penal de la Democracia: situación actual y retos de futuro", propuesto por el Departamento de Derecho Penal, dirigido por José Núñez Fernández y coordinado por Miguel Marcos Ayjón.

El catedrático José Núñez, no se pueden abarcar las más de cincuenta reformas que se han realizado de él pero se van a abordar las principales. "Hemos buscado las personas más expertas y singulares en la materia", compartió el coordinador Miguel Marcos, presentando al ponente de la jornada, Esteban Mestre Delgado, catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Alcalá, presidente de la Sección de Derecho Penal de la Comisión de Codificación. Director de la Revista “La Ley Penal”, y abogado, que ha impartido la sesión "30 años de vigencia y 50 reformas legislativas. Avances y retrocesos de un texto imprescindible para la convivencia".

"Este Código Penal rodea nuestras vidas porque nos dice los limites de lo que se puede hacer mientras que la Constitución nos dice lo que sí se puede hacer", comenzó su ponencia destacando que este curso es el primer acto conocido sobre el 30 aniversario de este código.

Parafraseando a Sabina "30 años y 50 reformas", "¿son muchos años o muchas reformas? Poniéndolo en contexto, antes de 1995 sólo se tenía La Constitución para regular derechos y libertadas". "A la gente le robaban el coche en el párkiing de nuestro piso y el Código Penal no lo recogía, hablaba de cuadras y graneros" y la gente decía "yo ya no me reconozco". Los mayores avances tecnológicos hablaban de "hilos y postes telegráficos" y de "papeles e impresos expuestos en lugares públicos", como medio de comunicación, contenidos heredados de los códigos preconstitucionales de 1973 y 1944.

El primer intento recordado por el ponente de nuevo Código Civil fue una reforma planteada en 1983 que finalmente no se llevó a cabo.

Ya en 1990 se nombra una Comisión para poner marcha el actual Código Penal -del que forma parte el propio ponente como secretario- que presenta el 1994 el ministro de Justicia Tomás De la Quadra Salcedo que, para él, "justificaba toda una legislatura".

Entre los objetivos más significativos que se señalaron hace 30 años, Esteban Mestre destaca "el cambio total de penas punitivas a penas que permitan la resocialización, tal y como dictaba la Constitución; el de penas pecuniarias fijas -independiente de la capacidad de pagarla- a una aplicación igualitaria, deterrminando una cuantía mínima y máxima pero con un modelo de conversión dependiendo de la capacidad económica de cada persona".

También se dio acogida a nuevas formas de delincuencia "porque nos quedamos sin resortes ante una sociedad cada vez más compleja" y se comenzó un proceso de despenalización con respecto al Código de 1973: "Se da especial relieve al ejercicio derechos frente a delitos, como la injuria y la calumnia frente al Derecho a la Libertad de Expresión".

Se eliminó el privilegio de la injerencia de funcionarios públicos. Antes se aplicaban atenuantes cuando el propio funcionario cometía un delito. Desde 1995, si un funcionario público comete una infracción, se establecen delitos específicos como la prevaricación. "El ciudadano manda sobre el funcionario. Fue una inversión muy seria contra los funcionarios".

Y en quinto lugar, se trata de avanzar en la igualdad que marca la Constitución. "La sociedad no era igualitaria y el Código castigó los delitos contra la libertad sexual frente al arcaico concepto de "honestidad".




El Código Penal ha sufrido 50 reformas en 30 años. "Me quedo contrariado con el enunciado porque, a lo mejor no se hizo tan bien". "Es un ritmo brutal y creciente a una velocidad cada vez mayor". "Tantos cambios me parecen excesivos y desubican la seguridad jurídica, aunque es cierto que los delincuentes van más rápido del legislador", afirma como conclusión Mestre, quien añade que "el cambio tecnológico obliga también a ser más rápido".

Como principales reformas, el profesor Mestre enumeró los delitos terroristas en 2015 con base territorial con el islamista; los procesos de destipificación por el final del Servicio Militar Obligatorio; las referidas a los delitos contra la libertad sexual; contra la protección de los malos tratos; contra nuevas formas de agresión -como el maltrato animal-; para combatir la corrupción, para proteger más a las minorías o a personas vulnerables -el bulling-; o el endurecimiento de penas -incluyendo prisión permanente revisable-.

En el capítulo de cambios , destaca el papel de la Unión Europea, que también se ha convertido en un actor principal en los cambios del Código Penal, con la transposición de sus propias directivas, con delitos y penas específicas.

¿Son necesarias tantas reformas en una sociedad democrática?, se pregunta el ponente: "El Código Penal no puede cambiar a este ritmo, tan apresurado, tan negativamente que luego debamos cambiarlo otra vez, No se pueden hacer experimentos en las reformas penales. Incluso se han hecho reformas que indicaban penas ilegales por parte del legislador, errores que vienen por la falta de estudios de previsión".

¿Y en qué se diferencias el Código Penal después de 30 años?: "Es más largo, con penas más duras, con un incremento descontrolado de penas y delitos, y lleno de incongruencias, en definitiva, es peor que el del 95".

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